Capítulo 39: Urgencias y sentimientos

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La sala de urgencias se amontona de gente, hay policías entrando y saliendo de la recepción, personas algo ansiosas responden a detectives sobre lo ocurrido hace unos minutos y otros simplemente andan de curiosos preguntando qué es lo que ha pasado.

"Una jovencita ha sido arrollada" —dicen algunos, otros juran que fue un ajuste de cuentas y alguno que otro comenta que el accidente fue producto del alcohol.

En el pasadizo principal una pareja adulta llora, el hombre de vez en cuando mira hacia la gran puerta que da entrada al área de cirugía junto a un llamativo letrero que cita "solo personal médico", luego vuelve a fijar la vista en su esposa que desde la llamada no ha dejado de llorar.




Hace una hora.

—Rusita, ¿dónde estás?

Él no sabe qué hacer, qué decir, se queda un momento suspirando mientras intenta ordenar sus palabras, finalmente lo logra.

—Buenas noches.

Silencio.

—Disculpa —la voz del padre de la muchacha se oye algo molesta— ¿quién eres?

—Eso no importa en este momento, tengo que decirle algo pero necesito que intente estar tranquilo.

Otro silencio.

—¿Dónde está mi hija? —su voz ahora se oye preocupada y dolorosa, temiendo algo malo.

El joven le comenta todo lo sucedido al padre de la muchacha que yace en el suelo mientras la policía empieza a acorralar la escena y darle pase a los paramédicos que llegan a gran velocidad.

—Necesita venir, ¡ya mismo!

El hombre cuelga, y al cabo de unos minutos se le ve llegar corriendo al lugar junto a quien es su esposa y algunos muchachos más.





Daniel's POV.

Mi cuerpo tiembla y siento náuseas, Camila me toma del brazo intentando calmar mi desesperación pero nada lo logra. Frente a mí veo una escena desgarradora, Caroline tirada en la pista con un charco de sangre bajo su pequeño y delicado cuerpo.

Sus padres ni siquiera lograron decirnos todo lo que pasaba, solo balbucearon palabras en medio de su asombro pero nosotros lo entendimos a la perfección y corrimos tras ellos.

—Dios Santo, ¡esto no puede estar pasando! —comenta Ed llorando sin poder mirar hacia la pista.

Lisa solloza en su hombro, diciendo una oración entre dientes, la oigo y siento desesperación porque me hace caer en cuenta de lo que está sucediendo: Caroline ha sufrido un accidente.

Los paramédicos la cargan con suavidad poniéndola sobre una camilla, mis ojos se humeceden mientras veo cómo ingresa a la ambulancia rodeada de gente con ropa blanca y alborotada. Siento que el corazón se me rompe en mil pedazos.

—¿Daniel? —una voz conocida me saca de mis pensamientos.

—¿Qué haces acá?

Lorenzo se encuentra frente a mí, pero mis ojos automáticamente se fijan en su camiseta manchada de sangre y vuelvo a sentir náuseas.

—Auxilié a la muchacha del accidente, llamé a su padre y su familia. ¿Qué haces tú acá?

—¿Fuiste tú quien nos contactó?

Los ojos de Lorenzo se abren muchísimo, quizá atando cabos sueltos y uniendo nombres. Lo sabía, ahora entendía por qué estaba yo ahí.

—No puede ser —volvió su vista hacia mi novia que se encontraba en la ambulancia— ¿ella es tu Caroline?

"Mi Caroline", no porque la considere de mi propiedad ni porque crea que tengo control sobre ella, Caroline Hope es un precioso remolino que jamás podrá ser controlado, su calidez y naturalidad son totalmente suyas, sin que nadie tenga que decirle qué hacer ni cómo, por el contrario, ella nos envuelve en su mundo y nos controla, de la manera más bella posible. Más perfecta. Más elegante.

Asiento triste y automáticamente mi mejor amigo me abraza, en ese momento me derrumbo dejando atrás toda represión de mis sentimientos y lloro como un niño mientras la ambulancia avanza camino al hospital.






-xxx-

Veo a los padres de Caroline esperando en el pasadizo que da al área donde fue ingresada hace un momento, luego de haber gastado energías llenando papeles para su ingreso decidí que lo mejor era llamar a papá para ayudarles con los trámites. Él accedió al instante y prometió que llamaría periódicamente para saber cómo estaba mi novia; eso me hizo sentir acompañado en medio de todo; aunque quienes la estaban pasando peor eran sus abuelos y sus padres.

—Señora Andrea —Camila se acerca a la madre de Caroline con un vaso de café caliente en las manos— sé que está preocupada, pero necesita comer algo.

Ella accede sollozando, mientras su esposo la abraza; los abuelos de Caroline tienen la mirada triste aunque es don Alejandro Hope quien la está pasando peor y se le nota porque a veces se aleja para llorar.

Recibo otro mensaje de Lorenzo.

"Estoy aún atestiguando sobre el accidente, en cuanto termine te informo todo."

Guardo el celular e intento ordenar mis ideas, ¿quién le haría daño a mi novia?

—Hice que mi hermano y Clarie se fueran —comenta Spencer sentándose junto a mí— me confesó que todo lo del engaño fue armado. Lo de la selfie que le mostró fue de hace varios años y Clarie volvió a usar la misma ropa para que Carol crea que es reciente.

—Lo sé, es pasado, jamás le haría daño a Caroline.

Él sonríe triste.

—Te creo y sé que ella también lo cree.

El corazón se me hace pequeño cuando oigo eso, tapo mi rostro con las manos intentando apaciguar las emociones dentro de mí.

Spencer suspira.

—Carol es fuerte, es la más aguerrida de todos nosotros —comenta— y tengo fe en que va a salir de esto.

Lo miré intentando no volver a llorar.

—¿Sabes? —dije entre dientes— debo verme como un tonto sufriendo así, Caroline y yo no llevamos tantísimo tiempo juntos... Pero la quiero.

—Lo sé.

—Es que ni yo mismo lo sé, ella se ha adentrado tanto en mí que siento que la conozco de siempre; que soy parte de su mundo. Carol es lo mejor que me ha pasado y no porque sea perfecta, sino porque en medio de sus defectos y de los míos me ha demostrado su amor. Sin reparos y sin condiciones.

—Rayos, si que estás enamorado —dijo con una mueca haciéndome reír.

A pesar de que fuera el hermano del tipo que más detesto en este momento, no tenía nada en su contra porque sabía que por encima de todo, aquellos que estábamos en esa sala de espera amábamos a Caroline con todo el corazón.

Esperen, ¿la amo?



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