Capítulo 9

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-Me lo puedo comer aquí -dije.

Sabía perfectamente que él estaba malpensado lo del plátano pero decidí hacerme la tonta ¿y si no?

-Es para que estés más cómoda -dijo Luke-. Yo también voy que me tengo que poner cómodo.

Luke estaba nervioso y me daba risa.

Fui tras él hacia su dormitorio. Abrió la puerta blanca de su cuarto. Había una cama blanca con almohadas de color azul cielo, como el de sus ojos, y encima del cabezal había una gran ventana. La habitación era bastante amplia con un gigantesco armario blanco con tonalidades azules.

Luke sacó de debajo de su almohada un pijama y lo dejó sobre la cama. Se quitó los zapatos y lo observé de pie.

-En el armario supongo que habrá algo que te puedas poner -dijo él.

Abrí el gran armario y casi el 60% estaba ocupado por ropa de mujer que seguramente me pertenecería. Había de todo: faldas, pantalones pitillos, vestidos, blusas, camisas, chaquetas...

-¿Por qué hay más ropa de mujer que de hombre aquí? -pregunté-. Ni que me fuera a vivir aquí... O -dije abriendo mucho los ojos por culpa del miedo a perder mi gran casa victoriana-, ¿sí?

(Y a vivir con él)

-Supongo que tendremos que vivir juntos y yo no voy a irme a tu casa, parece muy vieja.

-Y la tuya demasiado fría e inhóspita -contrataqué.

-Bueno... -dijo viniendo hacia mí, solo llevaba el bóxer y no pude contenerme a no mirarlo-. ¿Qué tal si te desabrocho yo la camisa?

-No -dije. Esta vez sí que no.

-¿Por favor? -aventuró.

-Luke, baja y traeme el puto plátano -dije cogiendo un pijama sin fijarme ni en su color.

-No hay -dijo-. No es que me guste mucho la fruta, ¿sabes?

-Pues aprenderás a que te guste -dije y cerré el armario.

-Ese pijama es mío -dijo señalando el pijama que llevaba en el brazo.

-Pues me da igual, más cómoda estaré.

Me senté en la cama y me quité las botas mientras Luke me miraba.

-Mido 1'93, mis pantalones te van a quedar muy largos -Luke se sentó a mi lado.

Ok.

Me quité los vaqueros y me levanté para ponerme los pantalones. Me quedaban gigantes.

Luke rió al verme.

-Pareces una niña pequeña probándose los tacones de mamá -rio.

-Ja ja -dije sarcásticamente-. Me parto.

Me quité los pantalones y me percaté de que los dos íbamos en ropa interior. Dios que vergüenza. Pero a él no parecía importarle.

Luke se puso los pantalones azules del pijama que había sacado y la camiseta de manga larga.

Me puse la camiseta que había sacado, que me llegaba un poco más arriba de las rodillas.

Miré a Luke.

-¿Por qué? -preguntó.

-¿Eh?

-¿Por qué lo haces? -me preguntó confundiéndome.

-¿El qué? -dije sentándome a su lado.

-Esto.

-No entiendo.

Suspiró y señaló a su miembro, el pantalón estaba abultado.

Ups.

¡Se le había empinado al verme así! Sé que me sonrojé y sonreí sin darme cuenta, tenía mucha vergüenza. No sabía que decir ni como actuar. Jamás me había visto en esa situación.

-Dame el gusto -dijo con una sonrisita.

-No.

Luke se levantó y cogió del cajón de la mesilla de noche un mando, el mando de la smart tv que tenía enfrente de la cama. A mí no es que me gustase mucho eso de tener una tele en una habitación pero tendría que adaptarme.

-¿Qué vas a poner? -le pregunté metiéndome entre las sábanas de la cama.

El roce de las sábanas en mi piel me provocaba escalofríos. Estaba helada.

-¿Juegas al Fifa? -me preguntó.

-¿Enserio? -dije totalmente decepcionada. Yo nunca había sido una chica de videojuegos. Sólo de pequeña jugaba a juegos de animales o princesas con la Nintendo y ya.

-¿No te gusta? Me has decepcionado. ¿Eres del Real Madrid?

-Sí -dije.

Y eso me hizo pensar en mi hermano, Daniel, un loco fanático del fútbol. Tenía todos los Fifas para todas las videoconsolas, estaba federado en un equipo de fútbol... ¿Qué habría sido de él? Ahora debería de tener 11 años. ¿Habría ido ya a algún partido de fútbol del Madrid contra otro equipo? ¿Habría llorado cuando le dijeron que yo había muerto? Me acordé de cuando él venía a mi habitación para que me fuera con él para ver como metía goles en el Fifa de la Play Station 3. Cuando salía enfadado de los partidos en los que no había metido un gol y se enfurruñaba en que debía dejar el fútbol porque era muy malo, pero él era muy bueno jugando, con sus piernas ligeras que parecía que volaba cada vez que salía corriendo tras el balón.

Y sin darme cuenta Luke estaba a mi lado secando las lágrimas que se estaban derramando por mis mejillas, sacándome de mis pensamientos.

-Hey -dijo suavemente-. No llores, ¿qué he hecho?

-Nada -dije y pasé la palma de mi mano por mis ojos para quitarles todas las lágrimas.

-¿Nada?

-El fútbol me recuerda a mi hermano -dije y se me volvieron a llenar los ojos de lágrimas.

-Lo deberías de haber superado ya -dijo Luke apagando la tele con simplemente chasquear los dedos.

-Oh, gracias -dije irónica.

Me puse de lado en la cama para poder dormir.

-¿Puedes apagar la luz? -le pregunté a Luke y directamente se apagó.

-Siento si te ha molestado lo que he dicho -dijo pegándose a mi espalda.

-No te me acerques -dije arisca.

-Lo siento mucho, a veces hablo sin pensar -se disculpó.

Yo lo ignoré y cerré los ojos.

-Yo tenía dos hermanos: Jack y Ben -comenzó a decir.

-No me cuentes tu vida y no pases tus brazos por mi cintura -dije con los ojos cerrados sonando un poco borde.

Me había hecho daño con lo de mi hermano y ahora no es que me apeteciera escuchar que tenía dos hermanos aunque la curiosidad me corroía las entrañas.

Al cabo de un rato Luke se giró y me dio la espalda igual que se la daba yo a él y caí dormida.

Hola!!!! Qué tal? Corto lo sé xD
Me apetecía subir y pues he subido (también puede ser que la semana que viene no suba (Luna del WhatsApp) y ahora que lo pienso me darán las notas la semana que viene y mates me da miedo xD o sea que alomejor no subo durante las vacaciones de semana santa :(
Bueno ¿os está gustando el fanfic?
Comentar y darle al like ;)
Gracias por leer :)
Besos ❤ ❤ ❤ ❤

Sexto Sentido ~Luke Hemmings~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora