Capítulo 3

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-¿Mantenerte contento? -pregunté dubitativa.

-Sí, hazme feliz -dijo él. Mis ojos se abrieron mucho más de lo normal.

-¿Eres infeliz? -me arrepentí de haber pronunciado esas palabras.

-¿Alguien te ha dicho que lo soy? -movía mucho su cabeza acercándola más a mí cada vez que hablaba.

-¿Alguien me lo debería de haber dicho? -mi voz temblaba y debía estar irradiando miedo en aquel momento. Luke un chico tan importante, alguien que me las podía hacer pagar con tan sólo dar un paso en falso ¿lo estaba desafiando a preguntas?

-¿Qué te hace pensar eso? -su cara estaba a pocos centímetros de la mía.

-Todas estas preguntas -miré sus ojos azul cielo. El aleteo de sus pestañas.

-Pues deja de preguntar. -mis manos estaban apoyadas en una mesa, cada vez me iba inclinando hacia atrás, porque la distancia que nos separaba era menor.

-Tú sacas más preguntas -le dije. Sus piernas tocaban las mías. Me estaba poniendo muy nerviosa. Cada vez que me inclinaba hacia la mesa él se inclinaba más hacia mí.

-Tienes respuestas para todo -dijo. Sus manos se apoyaron en el pupitre en el que yo estaba apoyada. No había nada que nos separara.

-Algo que tenemos en común -dije.

Él sonrió y se apartó de mí. Respiré hondo y recogí mis cosas para irme. Me colgué la mochila en el hombro derecho y cuando estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta Luke dijo:

-Me deberías de dar las gracias. Otro te hubiese delatado.

-Gracias -fue lo único que dije antes de irme.

***

Por las mañanas, mientras estamos en clase, unos robots vienen a nuestras casas a limpiar y ordenar nuestras cosas. Esa mañana cuando llegué le di una macedonia a Jullian y yo me tomé otra. Se me podría llamar frugívora porque siempre -la mayoría de los días- como fruta.

Tocaron el timbre de la puerta, ya eran las cinco y media. Jullian la abrió y dejó que entrara Kagetane con su guepardo.

-¡Hola! -dijo Kagetane cuando entró en la cocina donde yo estaba.

-Hola -dije mientras miraba cosas por Internet a través de una tablet.

-¿Crees que será arriesgado? -me preguntó sentándose en la silla que estaba al lado de la mía.

-Está prohibido, supongo que sí -dije sincera.

-Ya estoy harto de este puto sistema -dijo él acariciando la cabeza de Amy, su guepardo.

-¿Crees que yo no? -dije apagando la tablet-. ¿Has traído lo que necesitamos?

-Lo traerá un amigo.

-¿Qué? Pensaba que solo nosotros dos estábamos metidos en esto -no me lo podía creer.

-Se llama Calum, es un genio como yo y no tienes de qué preocuparte, él es muy discreto.

-Vale. ¿Cuándo viene? -dije mirando mi reloj de muñeca.

-Estará al venir.

Al cabo de 20 minutos en silencio suena el timbre y Kagetane se levanta para abrir.

-Te espero en el sótano -le dije. Y él se fue a abrir a Calum.

Bajé las escaleras del sótano y abrí una puerta. Para que la puerta se abriese tuve que poner mi mano derecha en una especie de escaner.

Sexto Sentido ~Luke Hemmings~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora