Capítulo 8

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-Bueno, vale -dijo resignado-. La pizza se ha quemado -dijo mirando la pizza-. ¿Qué te parece si cenamos fuera?

Miré mi reloj de muñeca, eran las 21:37. No era tarde del todo como para ir a cenar fuera...

-Vale -dije algo dudosa-. Me tengo que vestir...

-Subo contigo -dijo Luke interrumpiéndome.

-Puedo vestirme sola.

-Quiero verte.

¿Y qué más daba? Solo me iba a quitar el pijama y poner otra cosa. No iba a ver nada que ya no hubiese visto antes. Lo miré de reojo y suspiré asintiendo.

Subimos a mi cuarto y él se sentó en la cama mirándome con una sonrisa.

-Sigo estando enfadado, que conste -dijo él.

-Claro -dije a la vez que sacaba unos vaqueros y una camisa azul cielo del armario.

-Oh, te vas a vestir del color de mis ojos -dijo Luke alagado-. Eso es porque me quieres.

Rodé los ojos. Me quité los pantalones del pijama mientras Luke me miraba mordiéndose el labio perforado por el aro negro, que le quedaba exageradamente bien.

-No sabes las ganas que tengo de hacerte el amor -dijo él.

-¿Por qué no te sales? -pregunté sonrojada. No debía haberlo dejado entrar.

Me saqué la camiseta y me puse la camisa azul. Cuando iba a abrochar los botones de ésta Luke se levantó y vino hacia mí.

-Por favor -empezó a rogar-. ¿Me podrías conceder el privilegio de abrocharte los botones de la camisa que llevas puesta?

-Venga -dije y me arrepentí al sentirlo tan cerca de mí.

Sus dos manos abrocharon sin ninguna dificultad el primer botón. Sentía unas ganas de besarlo insaciables, tantas que ni me reconocía. Rozó con un dedo el canalillo de mi pecho al abrochar el segundo botón. No podía más, estaba super tensa, sus labios estaban cerca y me pedían a gritos que lo besase. ¿Cómo podía provocar eso en mí? Creo que él lo notó, porque se puso nervioso y no atinaba a meter el tercer botón en el agujerito de la camisa. Cogí sus manos y las aparté con cuidado para abrochar a aquel botón rebelde.

-Así -dije al abrocharlo.

Nos miramos a los ojos. Bajó sus labios hacia los míos y nos besamos. Introdujo su lengua en mi boca y empezó a acariciar la mía. Mis manos empezaron a jugar con el pelo de Luke y éste me pasó sus brazos por mi cintura para pegarme más a él. De alguna manera todo desapareció, estábamos con los ojos cerrados y no veíamos nada, solo sentíamos el cuerpo del otro contra el nuestro. Era agradable besarlo, sabía a menta. Fuimos andando hacia atrás hasta que tropecé con la cama y caímos en ella. Luke sobre mí, yo bajo él.

-Creo que voy a empezar a abrocharte todas las camisas -dijo y me dio un beso en la frente-, y tú póntelas más a menudo.

Luke se levantó de encima mía y me dio la mano para levantarme de la cama. Pero, ¿en qué me había convertido? Con lo modosita que era y ahora lo excitada que estaba.

-¿Vas a seguir poniéndolos? -le pregunté pasando las mano por los botones que quedaban.

Luke los abrochó todos perfectamente, de vez en cuando me miraba con una sonrisa juguetona y yo negaba con la cabeza todos sus "perversos" pensamientos.

-¿Estás segura de que quieres que te lleve a cenar fuera? Porque yo te puedo dar de cenar ahora sin esperas ni nada y tú también me puedes dar de cenar...

Sexto Sentido ~Luke Hemmings~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora