Llegué a casa. Dejé las llaves en la mesa del recibidor y fui a la cocina. Le di la cena a Lisa y yo me tomé una manzana. Intenté no llorar al recordar lo sucedido, Luke había ido a tirarse a Barbara después de que yo me enterase. Era un gilipollas, en vez de venir a mi casa a pedirme disculpas, suplicarme que le perdonara, prefería echar un polvo con otra. Tuve que llorar. Lisa me miró y vino hacia mí, ya se había comida sus croquetas. La cogí y la achuché. Me la había regalado Luke pero era lo único que no me mordía, en cambio él, él me había decepcionado nivel profesional. Me apoyé en la encimera y Lisa empezó a lamerme la cara, la dejé en el suelo y me sequé las lágrimas. Una triste enamorada, eso es lo que era, Luke ni siquiera me quería, me trataba mal y solo bien cuando le venía en gana. Busqué alguna caja de cerillas o un mechero por la cocina y la despensa. Encontré cerillas y me las guardé en el bolsillo de los vaqueros. Esperé sentada en el sofá a que Axel llegara. Al poco tiempo me llamó.
-Estoy en la calle -me dijo-. ¿Cuál es tu planta? Es que no me acuerdo.
-No hace falta que subas -le dije-. ¿Has traído la gasolina?
-Sí.
-Verás un golf rojo algo magullado y lo tendrás que seguir en tu coche.
-Vale, supongo que serás tú quien lo conduzca.
-Sí, voy al garaje a por el coche.
-Todavía no me has dicho para qué es la gasolina -inquirió.
-Enseguida lo vas a saber.
Colgué y salí de mi casa. Bajé por el ascensor al garaje y me monte en el coche. Luke se iba a quedar sin golf, porque se lo iba a quemar delante de su casa. Eran las diez de la noche, Luke estaría despierto y necesitaba a alguien con otro coche para salir corriendo nada más prender el fuego. Pasé por al lado del vehículo de Axel y él me empezó a perseguir.
Aparqué el golf delante de la mansión de Luke y salí de él. Axel bajó de su coche.
-¿Qué pretendes?
-Quemarle el coche a Luke -le dije andando hacia su maletero.
-¿Por qué?
-Me ha hecho daño, mucho daño y quiero hacérselo pagar -abrí el maletero, ahí estaba la gasolina.
Axel cogió la garrafa.
-Creo que hablando solucionarías mejor los problemas que tenéis -me aconsejó-. Así lo único que vas a conseguir es una guerra.
-Ya ha empezado. Echa tú la gasolina, que yo no tengo fuerza -le pedí-, por favor.
-Está mal, pero lo voy a hacer por ti, ¿llevas algún mechero?
-Cerillas.
-Vale, creo que eso servirá.
Axel empezó a echar gasolina al coche, por fuera y por dentro, una vez mojado dejó la garrafa vacía en la acera.
-Te toca -me dijo.
-Móntate en el coche para que nada más incendiar el golf irnos volando -le dije.
Él se metió en el coche y dejó abierta la puerta del copiloto para que yo entrara más rápido. Saqué una cerilla y le prendí fuego. Tragué saliva antes de tirarla y salir corriendo. El golf empezó a arder, corrí hacia el coche de Axel y nos fuimos los dos con el corazón a cien. Empecé a reír. Luke se lo iba a tomar muy mal, pero que muy mal.
-Sabes que su reacción no va a ser buena -me advirtió Axel.
-Lo sé, pero la cara que pondrá al ver el coche arder merecerá la pena -reí.
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Sexto Sentido ~Luke Hemmings~
FanfictionPor mucho maquillaje que me eche, no voy a lograr borrar la expresión fría de mi piel. Mi sangre congela cada una de mis extremidades cuando pasa, hace que mi corazón rompa tímpanos de hielo. Nunca olvidaré aquellas aventuras, aquellas sensaciones...