Sexto Sentido ~Luke Hemmings~

Capítulo 25

Me daba apuro faltar otra vez a clase. Me lo pasaba bien con Clary en las clases que nos tocaban juntas, cada vez que nos tocaba cambiar de aula o el profesor se daba la vuelta o si tenía que salir de la sala por algún motivo era nuestro momento de reír y cuchichear. Muy rara vez alguien falta a clase, porque literalmente es obligatorio ir, si no vienen a por ti y te llevan de las orejas después de tres faltas sin justificar.

-¿Vas a cerrar los ojos y dormir? -preguntó-. Me pone nervioso que estés así y yo con este sueño infernal.

-Quiero ir -dije.

Al oír eso Luke pasó su brazo por abajo de mis pechos impidiendo que me moviera de la cama.

-Tú no te vas a ningún sitio -dijo con los ojos cerrados y voz seria.

¿Ya habíamos vuelto otra vez? ¡Ah claro! No estaba haciendo lo que él quería. Irme era lo contrario. Ya me empecé a imaginar las miles de discusiones que tendríamos por ver la tele, elegir una película en el cine, ir a cenar a un sitio, comer en casa, quién se ducha primero...

Ya me estaba entrando dolor de cabeza con tan sólo pensarlo e hice lo que Luke quería para evitar conflictos. Pero me molestaba que fuese así, yo no podía ser su sumisa siempre, tengo un criterio propio y gustos distintos, era una persona y no una muñeca que pudiese manejar a su antojo.

Cerré los ojos e intenté dormir. Me costó bastante conciliar el sueño y más con Luke al lado respirando en mi oreja. Me tenía otra vez enfadada, quería taparle la nariz hasta que se despertarse o cogerle un pelo de la cabeza y arrancárselo para molestarlo.

***

-Hey, despierta -me decía Luke suavemente.

Ya no lo notaba cogiéndome y le di la espalda acurrucándome en la almohada. Seguro que me había dejado alguna marca roja donde me había tenido cogida.

Se levantó de la cama y se fue. Oí sus pasos saliendo de mi dormitorio. ¿Adónde iba? No me levanté, me quedé acostada en la cama haciéndome la dormida. No quería saberlo. No le iba a hacer caso, estaba mal lo que me había hecho, yo era digna de hacer lo que me apeteciese.

-Helena... -susurró cuando volvió-. Despierta, son las 11.

No le contesté y se sentó en mi lado de la cama.

-Te he preparado el desayuno, como no sé cómo te gusta el café, te he hecho zumo de naranja.

Si quería que le diera un premio no se lo iba a dar, no se lo merecía.

-¿Y no me lo traes a la cama? -le pregunté indignada.

-Es que... No sabía dónde estaban las bandejas, he buscado pero no he encontrado ninguna -se excusó.

-Haber buscado más -le dije.

Me levanté de la cama y cogí una bata para ponérmela. Luke intentó cogerme de las manos pero no le dejé. Salí de mi habitación y bajé a la cocina. Él se había preparado un café y a mí el zumo de naranja, también habían tostadas. No se lo había currado mucho que digamos.

Cuando Luke llegó a la cocina mi móvil que estaba encima de la encimera empezó a sonar, lo cogí sin mirar quién era la persona que estaba al otro lado de la línea.

-¿Sí? -dije.

-¿Estás bien? -era Liz.

-Sí.

-¿Y por qué has faltado? Ya llevas dos faltas sin justificar.

-Estoy con Luke, Liz -le dije y miré de reojo como Luke se tomaba lo que yo estaba diciendo.

Él vino hacia mí y me arrebató el móvil para hablar él. Intenté quitárselo, pero no podía, era mucho más alto y fuerte que yo.