Capítulo 40

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Luke recogió el cepillo de dientes del suelo y lo limpió en el lavabo, me lo devolvió y volví a echarle el dentífrico. Me terminé de lavar los dientes y me dirigí a él.

-No lo creo.

-He dicho que cabe la posibilidad -dijo pasando sus manos por mi vientre.

-¿Te pusiste preservativo, Luke? -le pregunté asustada.

-Sí, claro, claro, ¿cómo se me iba a olvidar? No soy tan burro -rió.

Aparté sus manos y fui a la cama, él vino detrás mío. Me sentía mal, fatal, había vomitado todo lo que había comido y me sentía sin fuerzas, sin ganas de nada. No entendía que era lo que me ocurría. Me senté en la cama y Luke lo hizo a mi lado. Me acarició el rostro y me volvió a preguntar:

-¿Te encuentras bien?

-No, Luke, quiero dormir -dije y dejé caer mi espalda en el colchón.

-¿Te traigo un vaso con agua?

-Vale.

Luke se levantó y salió de la habitación. Me levanté de la cama y me maree, volví a sentarme y me levanté otra vez muy despacio. Abrí la cama y me metí en ella. Luke llegó con el vaso de agua y lo dejó en mi mesilla.

-¿Quieres que vayamos al médico? -preguntó-. No estás bien, debería de verte un especialista o alguien que entienda sobre lo que te está pasando, me estás preocupando mucho.

Me incorporé un poco y cogí el vaso de agua, bebí un poco y lo dejé donde lo había puesto Luke.

-No quiero ir, mañana se me pasará -le dije.

-Déjame pasar la noche contigo -me pidió.

-No.

-Por favor, ¿y si te pasa algo y yo no estoy para socorrerte durante la noche?

-El sofá es cómodo -le dije.

-Estoy de acuerdo, ¿eso es un te quedas no?

-Sí -asentí.

Mejor tenerlo cerca que no lejos y que me ocurra algo malo. Hacía calor, pero a mí me encantaba tener las sábanas por encima del cuerpo.

-¿Pongo el aire acondicionado? -me preguntó como si me hubiese leído el pensamiento, pero no había hecho eso, era solo que me conocía y sabía qué me gustaba.

-Sí -dije.

Cogió el mando y lo puso, a los pocos segundos empecé a notar el fresco surcar el aire que había a mi alrededor. Luke me acarició la cintura, me removí incómoda.

-Vete a ver la tele -le dije.

-Vale, luego vengo a ver cómo estás -me informó.

Se levantó de la cama y fue al vestidor a por unos pantalones cortos de pijama para ponérselos. Vino hacia mí y dejó un beso en mi frente. Estaba arrepentido por lo que me había hecho, tenía miedo de que él fuese el causante de lo que me estaba ocurriendo, en sus pensamientos se cruzaba la posibilidad de haberme dañado algo cuando me había sometido a su tentación. Miles de ideas le cruzaban por la cabeza, desde haberme dejado embarazada, hasta haberme provocado un cáncer. La del cáncer era bastante exagerada, busqué más a fondo por su mente. Una de las posibilidades de que yo me encontra así, era que estuviera desarrollando otra fase, la sexta, a la que nadie había llegado y cuyas habilidades no habían sido descubiertas. Luke estaba atemorizado por si me llegaba a morir por su culpa. Estaba más arrepentido por lo que me había hecho de lo que yo me imaginaba. Necesité meterme en el interior de su mente porque me encontraba fatal y quería saber qué podía ser lo que me estaba provocando esas angustias, mareos y desmayos. Luke deseaba que fuese un embarazo, lo que me demostraba el gran trabajo que hacía La Cúpula convenciendo a sus componentes para que procrearan.

Luke acarició mi rostro.

-Te has metido en mi mente -me dijo, pero sin parecer molesto.

-Lo siento, lo necesitaba -me excusé.

-No pasa nada, cariño -me dijo y me besó los labios.

Cogió las sábanas verdes que había puesto cuando yo me estaba terminando de duchar, y me las subió hasta las orejas.

-Me duele verte así, por favor, si mañana estás igual, vayamos al médico -me pidió.

-Ya verás como estaré bien, es solo el cansancio y todas las emociones que me has hecho sentir en tan poco tiempo.

-Me arrepiento mucho, yo solo quería darte una lección pero... Me la has acabado dando tú, preocupándome con lo que te he hecho.

Me incorporé, Luke estaba ocupando todo mi corazón. No sabía cómo perdonarle, estaba tan tontamente enamorada que me parecía haberlo hecho ya, dejándolo besarme y de simplemente permitirle estar a mi lado, aunque no estaba muy segura de haberlo hecho.

-Voy a ver la televisión -me dijo-. ¿Te vienes?

-Prefiero estar en la cama, descansando.

-Lo que tú quieras, Monada -besó mi frente y se marchó del dormitorio.

Hubiera preferido que insistiese más, que yo se lo negara rotundamente y entonces, Luke me cogiese en brazos y me llevara a ver la tele con él. No lo hizo, y sé que no debí quejarme en mis adentros de ello ya que había hecho lo que yo había pedido, había respetado mi decisión de quedarme en la cama y no irme con él. Pero yo lo quería a mi lado, todo el rato conmigo. Aunque me costase demonios admitirlo, lo necesitaba más de lo que yo pensaba. Los momentos sin él eran insufribles, pensando en él y en el fondo de mi corazón llorando su ausencia.

Luke había apagado la luz y cerrado la puerta al irse. Sólo entraban pequeños y tenues rayos de luz por las rendijas de la persiana, que dejaban ver la ropa que llevábamos Luke y yo aquel domingo por la mañana tirada en el suelo. Las películas que había visto y los libros que había leído, me habían llevado a la conclusión de que después de una discusión había más probabilidades de practicar sexo que al contrario. Si tan solo Luke me hubiera besado... nada de esto hubiese ocurrido. Yo hubiera caído en sus encantos y me hubiese hecho sentir una reina con él entre mis piernas, pero no, ¿para qué se iba a arriesgar a un no o a forzarme? Mejor y más fácil era dejarme inconsciente y follarme sin mi consentimiento para que fuese como una lección. Ese consentimiento yo se lo hubiera dado al instante de darme cuenta de que el quería hacerlo. Pero todo había salido mal.

Sobre las doce o así Luke se acostó a mi lado, él pensaba que estaba durmiendo pero en realidad estaba haciéndome la dormida. Pasó su brazo por mi cintura para quedar pegados haciendo la cucharita. Cogí su mano para ponérmela bajo mi cabeza, así estábamos más juntos. Luke sonrió, aunque no lo vi estaba segura de que había hecho eso porque sabía que le gustaban ese tipo de cosas en la cama.

-Te quiero -me susurró al oído.

Estuve a punto de devolverle el te quiero pero me lo callé porque se suponía que estaba durmiendo.

-Sé que estás despierta -me dijo.

-Calla, déjame dormir -le dije.

Besó mi cuello y se acurrucó en él. Me encontraba mejor con el paso de las horas. Cuando desperté estaba mucho mejor, no me sentía mareada y tampoco tenía náuseas. Estaba perfecta. Como si nada. Luke no estaba en la habitación. Me levanté y pude andar perfectamente. ¿Qué era lo que me había pasado el día anterior? Fue demasiado extraño, como una enfermedad inventada por mi imaginación.

He pensado en hacer Sexto Sentido narrado por Luke. Lo haré más adelante porque contiene muchos spoilers. Espero que os guste :)

Hola!!!!!!
Qué tal?
No sé cuándo voy a subir el próximo capítulo porque me he viciado con un juego xD Ya sé cómo va a ser el próximo y me parece un poco repentino lo que le hará Luke a Helena xD

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Gracias por leer :)

Besos ❤ ❤ ❤ ❤ ❤ ❤ ❤

Sexto Sentido ~Luke Hemmings~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora