-¿Dónde dejo la cama de Lisa? -me preguntó Luke.
-Donde tú quieras, es tu casa -le dije.
-Pues en la terraza -dijo.
-No, ahí no, me da pena -le pedí.
Dejó la cama de Lisa al lado del sofá y yo la dejé recorrer la casa. Cuando viera al pingüino se volvería loca. Lo vería como un muñeco y querría jugad con él, pero Kevin, seguramente la vería como a una amenaza. Enseguida se empezaron a escuchar los ladridos de Lisa contra el cristal de la habitación del pingüino. Luke y yo fuimos allí, él la cogió y le tapó el morro con la mano.
-Mala -le dijo.
Volvimos al comedor y Luke cerró todas las puertas para que Lisa no pudiera salir de él. La dejó en el suelo y cogió una revista, empezó a hacerla pedazos. Luke miró como rompía la revista de coches en mil pedazos.
Suspiró y me miró.
-Hay pizza, pero solo hay una barbacoa de las grandes, tamaño familiar -me dijo.
-Vale, no pasa nada, pero compra las que me gustan más.
Salimos a la cocina y Luke metió la pizza al horno. Ya eran las nueve y media cuando la cena estuvo lista. Comimos en la cocina y hablamos de temas triviales. Daba gusto que ya todo hubiese pasado, rápido, pero mejor, ya no habían momentos de tensión o de miedo a que el otro hiciera algo al contrario. Luke se comportó muy bien conmigo, hablando tranquilamente y sin decir ninguna tontería que me hiciera daño. Después de que terminásemos de cenar fui a darle a Lisa sus croquetas. Luke limpió todo, él se ofreció a hacerlo y yo mientras me fui a su dormitorio a ponerme el pijama. En su casa se estaba la mar de bien a finales de primavera cuando el "sol" empieza a apretar con todas sus fuerzas, al estar la habitación del pingüino hacía que toda la casa se refrescase y era de agradecer en verano pero en invierno tiene fama de fría y ni si quiera se podía poner la calefacción lo suficiente alta como para no pasar frío.
-¿Vemos una película? -me preguntó Luke sentándose en el sofá.
-Me da igual -dije.
-Todas las que tengo ya las has visto, y en las películas que hay en Netflix... Hay demasiadas y no vas a saber cuál coger porque eres super indecisa.
-Pues elige tú -le dije sentándome a su lado.
-No tengo ganas -me dijo-. ¿Jugamos al ajedrez?
-Vale -le dije.
Luke se levantó y fue a su despacho. Trajo el tablero y una caja con las figuras. Lo dejó todo encima del sofá.
-Tú blancas -me dijo.
-No, yo negras -dije.
-Para ti las blancas.
-Quiero las negras.
-Pues vale, para ti las negras.
Pusimos cada figura en su casilla y Luke sacó su primer peón. Fuimos sacando figura tras figura, moviendo, matando, huyendo... El juego me estaba comiendo la cabeza, quería ganarle y él a mí. Luke no era tonto y yo tampoco. No había manera de hacerle un jaquemate y él no lo lograba hacer en mi contra. Él quería ganar y yo también. Movimos figuras y nada. Una y otra vez, intentado matar al adversario. Se estaba convirtiendo en una guerra sin fin, con principio pero sin un final marcado. Luke fruncía el ceño y yo me empecé a estresar. No aguantaba tanta tensión. No podía perder ante él. Tenía que perder Luke, la batalla la iba a ganar yo, porque me lo merecía, porque lo iba a lograr. Le mataría su reina y todos sus alfiles, sus torres y caballos, hasta dejarlo con simples peones a merced de mis caballos, mis torres, mis alfiles y mi reina.
ESTÁS LEYENDO
Sexto Sentido ~Luke Hemmings~
FanficPor mucho maquillaje que me eche, no voy a lograr borrar la expresión fría de mi piel. Mi sangre congela cada una de mis extremidades cuando pasa, hace que mi corazón rompa tímpanos de hielo. Nunca olvidaré aquellas aventuras, aquellas sensaciones...