Capítulo 48

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Me sentía mareada, notaba el contacto del frio suelo en mis brazos y en mis piernas. Recordé que me había desmayado al ver lo que había escrito en el cabezal de la cama. Me incorporé y me mareé en el instante. Aturdida y sin apenas ver revisé con mi mirada toda la habitación, Luke estaba a mi lado tirado en el suelo. Mi visión fue mejorando a medida que el mareo se iba desvaneciendo. Me puse de rodillas y notando mi corazón latir a cien por culpa de la preocupación le tomé el pulso a Luke, no era posible, su corazón no latía, estaba muerto. Mis ojos se aguaron. Puse mis manos encima de su pecho y fui dejado mi peso caer sobre él una y otra vez para intentar reanimarlo.

-Luke, por favor, despierta, Luke, Luke, vuelve, Luke -estaba llorando como nunca había llorado.

Mis lágrimas surcaban todos los rincones de mi rostro, se deslizaban a una velocidad increíble, se me metían en la boca. No podía aguantar aquel momento, empezó a costarme respirar, me comencé a poner muy nerviosa. Mis lágrimas ardían por todas las zonas por las que pasaban. Cerré los ojos e intenté meterme en su mente.

-"Luke, despierta, Luke, por favor, no me hagas sufrir más, Luke, vuelve, permanece conmigo, no me dejes... Luke".

No había manera estaba muerto, tenía que haber alguna manera para revivirlo. Apoyé mi cabeza en su pecho y empecé a llorar aún más fuerte, mis llantos salían entrecortados. Me costaba respirar aún más. Lisa nos miraba desde una esquina de la habitación, girando la cabeza como si no comprendiese qué era lo que estaba sucediendo. Aunque yo tampoco lo entendía. ¿Cómo podía haberle dejado de latir el corazón tan derrepente a Luke? ¿Al verme desmayada? Ya me había visto así miles de veces, estaba más que acostumbrado. No podía morir de una manera tan tonta el único chico al que había llegado amar y a necesitar tan compulsivamente...

-Helena -susurró Luke.

Habrán cosas imposibles, hay cosas que nunca llegaré a entender hasta cierto momento, desmayos, mensajes, la propia muerte... Pero no lo quiero saber, no quiero saber qué es la verdad de todo esto, me cuesta pensar en que la muerte exista. A mí me dejó de latir el corazón, morí y seguí viviendo y lo mismo pasó con Luke.

Aparté mi cuerpo del de él y pude ver sus ojos azules repletos de vida.

Tenía miedo, tenía miedo de abandonar ese mundo que había sido creado para nosotros dos, todo giraba entorno a nosotros. Todo era para nosotros, todo éramos los dos. A veces pensaba que experimentaban con nosotros, que había alguien decidiendo lo que íbamos a hacer y lo que nos iba a ocurrir en algún lugar demasiado cercano. Como si nosotros fuésemos quiénes planteábamos las cosas y algo hacía que ocurriesen a nuestro antojo, como si...

-Mi amor -le dije.

Lo abracé, él me rodeó con sus brazos. Besó mi cuello.

-Pensaba que estabas muerto -le dije.

-Estabas muerta cuando llegué a esta habitación y noté como si me desmayara al ver eso -señaló con la mirada el cabezal.

-Yo también me desmayé al verlo, pero Luke, estabas muerto.

Se levantó del suelo y me tendió la mano para ayudarme. Me cogió de las manos y me miró a los ojos.

-No le cuentes a nadie lo que nos ha pasado, será mejor, puede que Edward quiera experimentar con nosotros y no me voy a arriesgar a que seas su rata de laboratorio.

Pasó sus manos por mis mejillas que estaban todavía mojadas por culpa de las lágrimas que se habían deslizado por ellas.

Asentí.

-¿Quién habrá escrito eso? -le pregunté.

-No lo sé. -Me respondió-. Y si te soy sincero no quiero saberlo, no sé por qué, es como si algo dentro de mí no me dejase.

Sexto Sentido ~Luke Hemmings~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora