Capítulo 54

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Some Say
(...)
Créeme porque ahora es el momento de intentar.
No esperes a que la oportunidad pase...
Es el tiempo de descubrirlo...
No puedes decir que es demasiado tarde...
Parece que todo lo que conocíamos,
Resultó que nunca fue cierto.
No confíes en que las cosas van a cambiar...
Debes estar soñando...
Piensa antes de decidirte.
Parece que no te das cuenta
Puedo hacer esto por mí mismo
Y si caigo me llevaré todo
Es tan fácil después de todo.
Sum 41

Al llegar al dormitorio Luke no perdió ni un segundo en acercarse a mí. Puso sus labios sobre mi hombro derecho al descubierto, no es que me hubiese quitado el vestido, resulta que era de escote corazón sin tirantes, violeta y por encima de la rodilla. Empezó a besarme y a dejar pequeños mordisco cada vez que acercaba sus labios a mi piel y dejaba algún que otro beso húmedo. Se me escapó un gemido. Luke apartó mi pelo y me lo puso hacia delante para desabrocharme el vestido.

-Luke, no tengo ganas de tener sexo ahora -le dije antes de que acelerará el ritmo y me tumbara en la cama.

-Venga, amor -dijo deslizando el vestido por mi piel-. Hueles tan bien.

-Esa no es una excusa para que hagamos el amor.

Me di la vuelta y me terminé de quitar el vestido, lo dejé encima de un sillón. Luke me miraba fijamente.

-¿No te vas a desvestir? -le pregunté.

-Quítame la ropa -dijo sentándose en la cama.

Me senté a su lado y me quité los tacones que me estaban dejando rozaduras en los tobillos. Esa iba a ser la última vez que me los iba a poner. Me levanté de la cama y empecé a desabrochar los botones de la camisa de manga larga azul marino que llevaba Luke.

-No entiendo como no tienes calor -le dije.

-Uno se acostumbra.

Una vez quitados los botones le fui quitando la camisa, le desabroché los puños, principalmente el de la manga derecha para que saliera más fácilmente su muñeca vendada.

-Creo que me podré acostumbrar a esto.

-¿Cómo te has puesto la camisa?

-Con mucho cuidado -rió.

No pude contenerme y lo besé. Era tan adorable cuando reía, cada vez que sonreía y se le marcaban los hoyuelos.

-Te quiero -le dije apoyando la punta de mi nariz en la suya.

-Te quiero -y me dio un pico.

La noche me la pasé recapacitando mirando al techo mientras Luke dormía boca arriba. A veces me sentía demasiado extraña, como si fuera diferente al resto de personas, lo era, pero no por el sexto sentido. Era como si algo no encajase en aquel planeta, habían muchas preguntas sin contestar, acertijos sin resolver, enigmas sin descubrir, etc. Sentía algo extraño, dos personas dentro de mí con diferentes formas de pensar y de interactuar. Un yo aventurero, que quería poder encontrar las respuestas a las preguntas resolviendo acertijos y descubriendo enigmas. Pero luego estaba mi otro yo, el que me lo negaba, el que me decía que había cosas que mejor no saber, el que me causaba el terror de saber qué había detrás de todo, el porqué a todas mis preguntas. Notaba como todo giraba en torno a mí, me abofeé interiormente por haber pensado aquello tan egocéntrico. Me levanté de la cama y me puse unas chanclas, salí de la habitación sin despertar a Luke. Todo me estaba confundiendo, cada cuadro colgado en las paredes, era como si yo lo hubiese dibujado, no lo entendía, los veía demasiado familiares, como si los hubiese visto en otro sitio. Entré en la cocina y observé todo a mi alrededor, me sentía cómoda, aquello no lo notaba tan familiar que me agobiaba por no saber de qué. Abrí el frigorífico y saqué la jarra de agua. Cogí un vaso del armario y vertí.

Sexto Sentido ~Luke Hemmings~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora