Una pelinegra caminaba por un bosque, brindándole su energía a las plantas y animalitos que habitaban en el mismo, cuando de repente una voz detuvo su andar.
Naturaleza, decía la voz.
Orius, ¿Qué lo trae por aquí?, respondió la bella Diosa, ante el llamado, mientras giraba a ver el rostro del Dios.
Tú Naturaleza, dijo un hombre de cabello rubio.
Usted no es Orius, respondía Milk, con la mayor calma posible, al tiempo que un par de hombres más junto a dos mujeres aparecieron en el lugar, aumentando el desconcierto de la joven Diosa.
Con que tú eres Naturaleza, decía una de las mujeres, mientras miraba de pies a cabeza a la joven diosa.
¿Quiénes son ustedes?, cómo es que han podido entrar aquí?, respondía Milk con la mayor calma posible.
Vaya para ser una diosa, eres bastante ingenua niñita, dijo la otra mujer, mientras miraba de manera envidiosa a la pelinegra.
Aún es muy joven Missa, por eso Naturaleza, aún no nota que nuestro poder es semejante al de ella, respondía el hombre.
Somos dioses al igual que tu Naturaleza, y hoy quisimos venir a darte una visitadita a Vegita, respondió el hombre rubio.
¡Disculpen! no había notado sus increíbles poderes, decía Milk.
Estás aún muy joven, aún estás desarrollando todas tus capacidades Naturaleza, pero a pesar de ello tienes un poder muy grande, tan grande como del chiquillo que es tu guardián, y hablando de él, ¿Dónde está ahora?, me gustaría conocerlo, dijo el hombre rubio.
Está en una misión en otra galaxia, respondió Milk.
Vaya, que mala suerte, dijo el dios.
Si es cierto, nos hubiera encantado conocerlo, ya que solo conocernos su increíble kid, decía el hombre, mientras los demás dioses asentían.
En tanto: "En otro planeta"
¿Por qué no me envió con ellos mi señor?, decía Orius.
Porque ellos fueron a cumplir una misión a Vegita, respondió el Dios supremo con calma.
¿Qué misión?, ¿acaso fueron a apoyar a Naturaleza para que ella pueda seguir desarrollando sus poderes?, decía Orius, haciendo una pausa para acotar: Porque de ser así, tendrán que pedirle al chiquillo que tiene por guardián se retire del lugar, ya que los entrenamientos de los dioses no pueden ser vistos por seres comunes.
No, no fueron a ello, ellos solo fueron a darle un mensaje mío a Naturaleza, dijo el supremo.
Y para ello mando a cinco dioses, respondía con molestia Orius.
Si, ellos no conocían a Naturaleza y me pareció una gran oportunidad para que la conozcan, es todo, dijo el hombre, dejando sorprendido por su respuesta a Orius.
Vegita:
Y eso te manda decir el supremo, decía el dios rubio.
Que no deje de leer las normas, respondía confundida Milk.
Sí, dijo el Dios rubio.
No comprendo, ¿Por qué el supremo me manda un mensaje así?, agrego la pelinegra.
No lo sé, pensé que tú lo sabías, en fin, aprovecho la visita, para invitarte al planeta que protejo, me encantara que me visites allá,..., decía el Dios rubio, mientras tomaba una de las manos de la joven Diosa, al tiempo que los demás Dioses miraban con cierta molestia la escena.
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"VENGADORES DEL OTRO MUNDO"
De TodoUn amor que no conoce de barreras y se mantendrá a través del tiempo. Un amor que es la fortaleza principal de un guerrero. Ellos perdieron casi todo, algunos perdieron a los seres que amaban, a su planeta e incluso a la persona designada como Dio...