Capítulo 22: "Una promesa: seré el mejor en tu nombre"

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Un apuesto joven de cabello alborotado estaba parado frente a un hombre mayor de túnica larga escuchando atentamente lo que este le decía.

Y es por ello que decidí elegirte para que recibas mi entrenamiento, tú eres el único que podrás detener la maldad y evitar la destrucción total no solo de este universo, sino de los otros universos, decía el hombre.

¿Cuándo será esa terrible guerra?, respondía Gokú intrigado.

Según mi premonición en unos 20 años aproximadamente, podrían ser menos o más, o tal vez que no llegue a darse, todo dependerá de ti, el destino podría cambiarse, por ello es importante que recibas de mi entrenamiento, Orius nos apoyará, dijo el Supremo.

Bien, pondré todo de mi para alcanzar mi mayor nivel, y ser la persona que usted vio en sus sueños, respondió Gokú.

Esa es la actitud, ahora ve con Orius, él te mostrará a el lugar donde dormirás, agrego el hombre.

Sí, dijo Gokú.

Acompáñame, pronunció el Dios del Clima.

Sí, dijo nuevamente Gokú.

El joven de cabello alborotado camino tras el Dios del Clima por un largo pasillo, Gokú iba mirando una a una las habitaciones que había en el camino, las cuales se encontraban con las puertas abiertas.

El entrenamiento con el Dios Supremo es durísimo, pero estoy seguro que podrás soportarlo, decía Orius mientras caminaba a paso lento.

¡Gracias por la confianza! dijo Gokú, deteniendo sus pasos en una de las habitaciones, la cual estaba más iluminada que las demás, y el suelo de la misma no era como de las otras, este parecía un bello jardín lleno de flores.

¿Te estarás preguntando porque hay tantas habitaciones aquí, y todas están aparentemente vacías?, ¿verdad?, agregaba Orius, deteniendo sus pasos, para girar a ver al joven de cabello alborotado.

Sí, aunque imagino que estás habitaciones sirven para que los dioses se alojen cada vez que tienen sus reuniones, dijo Gokú con calma.

Así es, respondió Orius.

¿Cuál era la habitación que le asignaban a Naturaleza?, dijo Gokú con nostalgia.

Está, respondió Orius, mirando la habitación que parecía un hermoso jardín de flores.

¿Sus cenizas?, dijo Gokú con voz temblorosa.

Descansan en ella, al igual que de los otros dioses fallecidos, por ello son pocas las habitaciones que están abiertas..., respondía Orius mientras continuaba su camino.

Milk, mi angelito, pensó Gokú.

Kakaroto, apresúrate, que la habitación que te asigno el Dios Supremo, está muy lejos de este lugar, decía Orius.

Sí, sí, ahora voy, respondió Gokú, al tiempo que pensaba: Vendré aquí, en unas horas.

En tanto:

Un grupo de jóvenes caían exhausto al suelo, tras un arduo entrenamiento.

Estuviste muy cerca de lograrlo Vegueta, decía Nappa.

Cierto, acotaba Túrles.

Ojalá y la próxima vez lo logre, decía Vegueta.

Así será amigo, respondió Raditz.

¿Qué estará haciendo Kakaroto en este momento?, decía Broly.

De seguro recibiendo el entrenamiento especial del Supremo, acoto Nappa.

"VENGADORES DEL OTRO MUNDO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora