"VENGADORES DEL OTRO MUNDO"

Capítulo 50: "Preparándonos para la batalla final: Aceptando un destino"

Ya estaba por cumplirse dos semanas desde que los Sayayin llegaron a la tierra, dos semanas durante las cuales Milk a pesar de no comprender bien quién era ni su misión, había aceptado asumirla, y para ello con el apoyo de Kakaroto ella estaba tratando de hacer salir toda esa energía que guardaba en su interior. La relación de Gokú y Milk, durante esas semanas a las justas se limitaba a su entrenamiento, para nada habían vuelto hablar de su pasado, y menos de sus vidas privadas. Por otro lado, Bulma se había convertido en una amiga para los Sayayin, sobre todo para Vegueta, a quién ella trataba siempre de complacerlo con todo lo que el necesitara para su entrenamiento con sus amigos, además de ordenar para este los más deliciosos platillos preparados por los chefs de su casa. La actitud de la peliazul, no había pasado desapercibida por su hermana ni por los demás Sayayin, excepto Gokú, quienes comentaban entre ellos sobre la actitud de la joven para con el príncipe de su raza.

Yamcha a diferencia de Diecisiete, quién acepto el rechazo de Milk hacia sus sentimientos de manera comprensiva, no acepto la respuesta que Bulma le dio, él había decidido continuar en Cápsula apoyando en el laboratorio de monitoreo, pero con un objetivo y ese era poder contactarse con los supuestos enemigos antes que algunos de sus amigos noten su presencia en su planeta.

Laboratorio:

Un joven miraba varias pantallas mientras digitaba algo en el teclado.

¿Qué haces Yamcha?, dijo una voz.

¡Dieciocho! respondió un tanto nervioso el nombrado, tras girar su rostro para ver a la persona que le hablaba.

Te hice una pregunta, acoto la joven, posando su mirada en una de las pantallas que monitoreaba su amigo.

Está verificando si estos equipos nos permiten ver más allá de nuestras orbitas terrícolas, decía Yamcha.

Hasta donde menciono Tights solo podemos observar nuestra galaxia, ¿no?, respondió Dieciocho, mientras tomaba asiento frente a las pantallas que le tocaba monitorear.

Sí, es cierto, decía Yamcha con molestia.

Para crear equipos que nos permitan ver qué sucede en otras galaxias debe tomar más tiempo, y como ello es con lo que menos contamos ahora, respondió Dieciocho.

Sí, tienes razón, dijo Yamcha, mientras pensaba: Ni modo, tendré que ser paciente.

¿Y mi hermano?, escucho.

Ya se fue, pensé que lo habías visto, dijo Yamcha.

No, no me lo encontré, añadió la rubia.

Por allí debe estar, buscando a Milk, ya vez que ella muy pocas veces viene por aquí, la verdad no sé cuál es la función que le asignaron a ella, pues aquí no nos da su apoyo, dijo Yamcha.

Supongo que apoya a Bulma, ¿no?, respondió con calma Dieciocho.

¿En qué?, siendo la asistente personal de los Sayayin, dijo con ironía Yamcha.

¿Qué te pasa Yamcha?, no me digas que estás celosos de ellos, respondió la rubia.

Yo celoso, claro que no, deja de inventar cosas Dieciocho, agrego el joven con molestia, mientras la rubia lo miraba.

Si esta celoso, pobre, no acepta que Bulma ya no quiere volver con él, aunque algo de lo que dijo si es cierto, Milk muy pocas veces viene por aquí, ¿Qué andará haciendo ella?, pensaba la rubia.

En tanto:

Un grupo de jóvenes platicaban con una rubia de cabello corto en un pasillo, mientras observaban a una peliazul mostrarle algo a uno de ellos.