Capítulo 31: "Un corazón que volvió a sentir la felicidad"

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Un joven cabello de flama veía desvanecer la imagen de su mejor amigo, al tiempo que unos pasos se acercaban el lugar donde estaba.

¿Encontraste a Kakaroto?, decía un joven de piel morena y cabello alborotado.

Sí, pero ya se marchó, respondió con calma Vegueta.

¿A dónde?, ¿Fue con el Supremo?, agrego Túrles.

Sí, mintió Vegueta.

Ni modo, le diré a Nappa que yo iré con él al universo de Orius, dijo Túrles.

Bien, respondió Vegueta.

Raditz irá a Nuevo Vegita unos días, ¿irás también?, ¿o te quedarás con Broly a seguir entrenando aquí?, decía Túrles.

Me quedaré, respondió Vegueta.

Bueno, entonces me retiro, dijo Túrles, mientras su amigo asentía.

Kakaroto, ojalá y sepas mantener oculto tu ki para no llamar la atención de ningún ser maligno, ni del Supremo, pensaba Vegueta.

En tanto:

Un apuesto joven de cabello alborotado aparecía en un planeta mientras pensaba: Estoy en el Universo 7, en la Galaxia donde esta Nuevo Vegita, pero no puedo sentir el ki de Milk en ningún planeta de esta galaxia, creo que lo mejor será ir a otra de las galaxias de este universo, pero ¿A cuál?, este universo cuenta con muchas galaxias, y cada una tiene muchos planetas, sin duda será el universos que más tiempo me tome en recorrer, lo malo es que no dispongo de mucho tiempo, no puedo levantar sospechas en Delta, ¿Qué debo hacer?, ¿A qué galaxia ir?, Milk era un ser que emitía mucha calidez, tal vez ello sea la característica que tomo el Dios Supremo para hacerla renacer en alguna galaxia de este sistema que tenga la misma calidez que ella, pensaba Gokú, mientras miraba una hoja. Esta galaxia, llamada Vía Láctea, según lo que investigue es la que cuenta con mayor cantidad de planetas poblados, debido a su atmosfera, además la mayoría de sus planetas son cercanos al sol, y el sol irradia energía, calor, ello puede ser una señal, eso es, dejaré que mi corazón me lleve al planeta que elegiré de los más cercanos al sol, solo tengo que concentrarme en sentir el ki de algún ser vivo o de algún Guardián o Dios, pensó el apuesto muchacho.

Gokú cerro sus ojos para poder concentrarse mejor y a sí sentir algún ki que pueda llamar su atención a pesar de la distancia en la que se encontraba, tras algunos minutos un poderoso ki llamo su atención. Es su ki, no puedo estar confundido, es su ki, tengo ir a ese planeta, pensó Gokú mientras sus ojos se llenaban de lágrimas al tiempo que realizaba su tele transportación.

Planeta Tierra:

En medio de la oscuridad de la noche, solo alumbrada por la luz de las estrellas caminaba descalza sin asentar sus pies sobre el pasto, una bella jovencita pelinegra de cabello largo y lacio, ella llevaba puesto un vestido blanco, y todo su cuerpo estaba rodeado por un campo de energía.

La jovencita caminaba presurosa hacia el lugar donde estaba un gigantesco árbol, y sentó junto al mismo, reposando su delicada espalda en su tronco, a los pocos segundos, la bella jovencita cerró sus ojos y extendió sus brazos con las palmas de sus manos hacia arriba y entro en meditación.

A los pocos minutos que la joven empezó a meditar, en el mismo bosque apareció un apuesto muchacho de cabello alborotado, que, al ver a pesar de la noche a la persona que buscaba quiso ir hacia ella, pero su cordura pudo más, y lo hizo retroceder sus pasos y ocultarse tras un árbol, desde el cual solo se limitó a observarla, mientras su corazón palpitaba cada vez más.

Te encontré, te encontré, pensó Gokú, mientras de sus ojos salieron algunas lágrimas que empezaron a humedecer sus mejillas.

Tras algunos minutos la joven abrió los ojos, al tiempo que llevo sus manos a la altura de su corazón, mientras se ponía de pie, todo ello era seguido por un embelesado joven de cabello alborotado, que estaba oculto tras las ramas de unos pequeños árboles, que rodeaban a un árbol mucho más grande.

"VENGADORES DEL OTRO MUNDO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora