Un apuesto joven de cabello alborotado estaba sentado sobre la cima de una montaña, mirando el cielo, mientras pensaba: Hoy se cumple un año más Sayayin, desde que te encontré en aquel planeta llamado Tierra, un año durante el cual he estado yendo y viniendo cada mes para verte, aunque sea de lejos por solo minutos, ya que no puedo permitir que noten mi ki, ni tú, ni ese ser maligno, que sigue causando dolor en los universos.
Kakaroto, Kakaroto, decía una voz sacando de sus pensamientos al apuesto joven.
Vegueta, respondió Gokú, al tiempo que su amigo cabello de flama llegaba volando al lugar donde estaba.
Te estaba buscando, Orius ha venido por nosotros, dice que el Supremo quiere vernos, dijo Vegueta con firmeza.
No me digas que ese infeliz ya llego al Universo 7, respondió con preocupación Gokú.
No, no amigo, aun no llega a nuestro universo, pero sigue causando dolor en otro universo, dijo Vegueta, haciendo una pausa para acotar: Pero no podemos hacer nada ahora, solo nos queda esperar el momento adecuado.
Sí, lo sé, aunque es exasperante esperar hasta ese momento, respondió Gokú.
Lo sé, pero no podemos hacer más, en fin, vamos con los demás que Orius nos está esperando, dijo Vegueta.
Bien, vamos, agrego Gokú, poniéndose de pie, para luego echar a volar junto a su amigo.
Minutos después:
Bien, ya estamos completos, hora de marcharnos, decía Orius, posando su mirada sobre los seis jovencitos que vestían un traje azul y botas blancas.
Si, respondieron los jóvenes a coro.
Hora de marcharnos, agrego Orius, mientras envolvía en una gigantesca burbuja a los jóvenes y los trasladaba hacia el Planeta Supremo.
Tiempo después: "Planeta Supremo"
Aquí los tiene su deidad, decía Orius.
Buen día Dios Supremo, pronunciaban a coro los 6 jovencitos, mientras el Dios Supremo los observaba.
Buen día, respondió el Dios, mientras el joven de cabello alborotado lo miraba fijamente, al tiempo que el Dios agregaba: Los mande llamar....
Dígame que el motivo de su llamada es por lo que estoy imaginando, dijo Gokú, interrumpiendo al Supremo.
¡Kakaroto! pronunció Raditz con reproche.
¿Ya podemos ir?, dígame que sí, dígame que sí ¡por favor!, dígamelo, decía Gokú en tono suplicante, ignorando las palabras de su hermano mayor y las miradas de sus amigos.
Kakaroto, Kakaroto, crees que no sé qué durante todos estos años, te las has pasado buscándola en cada universo, galaxia y planetas de ellos, hasta dar con ella, respondía el hombre, mientras un grupo de jóvenes no le quitaban la mirada al apuesto joven de cabello alborotado.
Es que usted no quería decirme donde renació, y yo, y yo, no podía vivir sin saber si ella estaba bien, si no se encontraba en peligro,....., decía el atractivo jovencito con voz quebrada, al tiempo que el recuerdo del día en que perdió a su amor vino a su mente, haciendo que su mirada entristeciera.
Kakaroto, Kakaroto, decía un apuesto joven de cabello de flama, pero su amigo parecía inmerso en sus propios pensamientos. Kakarotoooooooo, agrego Vegueta haciendo que el joven de cabello alborotado reaccionara.
¡Eh¡ dime Vegueta, ¡disculpa, me distraje un poco¡ dijo Gokú con calma.
El Dios supremo dice que te perdona las faltas porque le caes muy bien, y que no vuelvas a ir sin que él lo sepa, ya que podrías poner en riesgo a Naturaleza y a ti mismo, además dice que ya no será necesario que te escapes para ir a verla, pues a partir de hoy, tendremos que empezar a ir por la energía para Voltius todos los meses, ya que el lugar que preparamos para Voltius en Nuevo Vegita ya está listo para recibirlo, respondía Vegueta.
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"VENGADORES DEL OTRO MUNDO"
De TodoUn amor que no conoce de barreras y se mantendrá a través del tiempo. Un amor que es la fortaleza principal de un guerrero. Ellos perdieron casi todo, algunos perdieron a los seres que amaban, a su planeta e incluso a la persona designada como Dio...