Ya había pasado un mes desde el inicio del romance secreto entre la joven diosa y su guardián, un mes que había sido más que maravilloso para el par de jóvenes que cada segundo que pasaban junto al otro lo disfrutaban y atesoraban como el mayor tesoro de sus vidas en sus inexpertos corazones.
Bosque Sagrado:
Tras la guardia respectiva del día en el bosque, una joven diosa tomaba asiento al pie del árbol que le servía de morada, al tiempo que su guardián como siempre que retornaban de la vigilancia del bosque permanecía parado frente a ella.
Entonces el fin de semana no vendrás, decía Milk con nostalgia en su voz.
Hare lo posible por venir a verte, aunque sea por unos minutos, respondió Gokú, tratando de contener las ganas de abrazar a la joven Diosa.
Así sea solo por unos minutos que te vea, ello me hará feliz, dijo Milk dulcemente.
A mí también angelito, respondió Gokú, haciendo que en el rostro de la joven diosa se formara una bella sonrisa.
Suena tan lindo que llames así, dijo Milk, al tiempo que un fuerte viento empezó a sentirse en el lugar.
Él está aquí de nuevo, decía Gokú con cierta molestia en su voz, al tiempo que aparecía en el lugar un hombre que portaba un fino traje.
¡Hola Naturaleza! decía Orius tras aparecer en el lugar, ignorando como siempre lo hacía la presencia del guardián de la joven diosa.
Buen día, pronunció Gokú con cierto pesar en su voz.
Ah, estabas aquí, dijo con sarcasmo Orius.
Iré entrenar un poco, aprovechando su presencia, agregó Gokú.
Orius no respondió nada, solo poso su mirada en la joven diosa que se ponía de pie, mientras su amado guardián se elevaba en el aire para alejarse del lugar.
Es un tanto extraño ese simio, dijo Orius.
No me gusta que te expreses así de mi guardián, pues si él es un simio, yo también lo soy pues nací en Vegita, y aunque yo no tenga una cola como los de mi raza por ser una diosa, soy tan Sayayin como ellos, respondió con toda la firmeza que pudo Milk.
Vaya, veo que te pone sensible cada vez que hablo de tu guardián, dijo con molestia Orius.
Al expresarte así de él estas ofendiendo a todos los habitantes de este planeta y ello me incluye, agrego Milk.
Tú eres distinta, tu eres especial, dijo Orius, al tiempo que un estridente sonido inundo el lugar seguido del movimiento de la tierra.
Es Gokú, cada día incrementa más sus poderes, pensó Milk.
¿A quién le pertenece ese sorprendente poder?, decía Orius incrédulo ante lo que sentía, pero él no era el único que estaba sorprendido, los habitantes de Vegita que también habían percibido el poder del Sayayin, se preguntaban quién de sus habitantes era el dueño de ese fantástico poder.
Castillo:
Un grupo de jóvenes que habían estado entrenando entre ellos detenían sus movimientos al sentir tan increíble poder.Es el ki de Kakaroto, dijo uno de ellos.
Es cierto, puedo percibirlo, agrego otro.
Sin duda el ser guardián de Naturaleza hizo que él desarrollara más su poder, acoto otro de los jóvenes.
Creo que ninguno de nosotros podrá alcanzarlo, añadía otro joven.
No sean pesimistas, tal vez no podamos llegar a alcanzarlos, pero si podemos seguir desarrollando más nuestro poder, recuerden que somos los mejores guerreros de Vegita, junto a Kakaroto, decía el príncipe del planeta.

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"VENGADORES DEL OTRO MUNDO"
De TodoUn amor que no conoce de barreras y se mantendrá a través del tiempo. Un amor que es la fortaleza principal de un guerrero. Ellos perdieron casi todo, algunos perdieron a los seres que amaban, a su planeta e incluso a la persona designada como Dio...