⇝LXII

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MG POV-

No he pegado ojo en toda la noche. Llevo todas estas horas esperando a que me digan que Jimin ha despertado para poder entrar a verlo.

Llegó un punto de la noche en el que me comencé a preocupar, pero luego de un rato, simplemente dejé de pensar. Ya no pensaba en si Jimin estaba bien o mal, simplemente espero noticias, que me digan algo, que me entreguen información.

He comprado al rededor de cinco vasos de café en todo el tiempo que llevo sentado aquí, he salido a caminar, me he puesto de pie simplemente para estirar las piernas.

Mi entrenador me regañará por todo esto, estoy seguro, pero no pueden pedirme que siga un régimen de alimentación y sueño correcto cuando mi primo está internado en el hospital sin despertar.

Mis párpados comienzan a ceder, el sueño me está ganando. Me hubiera quedado dormido si no fuera por el médico que llegó frente a mí.

—Buenos días, el paciente Park aún no despierta, pero puedo dejar que entres —ante esas palabras el sueño abandona de forma automática mi cuerpo y me levanto de golpe—. En realidad, es más para que te quedes con él durante el cambio de turnos, para que avises si notas cualquier cambio, hay un botón de emergencia a un lado del ventilador mecánico al que Jimin está conectado para poder respirar.

No pronuncio alguna respuesta, en cambio agradezco con una reverencia rápida y me dirijo hacia la habitación de Jimin a paso rápido, ya que una enfermera me advirtió no correr.

El gran ventanal me permite ver a Jimin, ligeramente sentado en aquella camilla. Tal como dijo el doctor, con una mascarilla de vidrio conectada a un ventilador, ayudándolo a respirar.

Cruzo la entrada y cierro suavemente la puerta tras de mí. El sonido constante de los latidos de Jimin provenientes del monitor que mide los pulsos cardiacos me pone un poco nervioso. Intento pasar de ello y me dirijo al asiento situado a un lado de la camilla. Acaricio suavemente su mano izquierda completamente vendada sin dejar de mirar su sonrojado rostro.

—¿Por qué, Jimin? ¿En serio él vale tanto como para que decidieras hacer esto? —Susurro.

Algunas veces he escuchado que las personas en coma pueden oír todo y estar conscientes de lo que escuchan, aunque sin poder reaccionar ante ello. Otras veces dicen que es inútil hablarle a las personas en estado vegetal, ya que su cuerpo está completamente desconectado.

Jimin no está en coma, sólo estaba desmayado pero ahora está durmiendo... creo.

O es lo que quiero creer.

No me explico cómo Jimin aún no despierta, ha pasado una noche completa, y no da señales de estar consciente.

Bajo mi cabeza y sin querer una lágrima resbala de mi ojo derecho. No me di cuenta del momento en que todo esto me comenzó a afectar de manera excesiva.

—Sé que estás aquí, Mini...

Me quedo unos minutos en silencio. Lo único que suena en la habitación es el ritmo cardiaco de Jimin, y mis sollozos.

Una enfermera entra a la habitación sin darse cuenta de mi presencia.

—Oh, hola —saluda amablemente, yo respondo con un leve asentimiento de cabeza y una sonrisa forzada.

Hago el ademán de levantarme de mi lugar e irme de ahí, ya que no creo poder estar presente mientras examinan a Jimin.

—No, no. Quédate, no te preocupes, sólo vengo a revisar la respiración del paciente, no tardaré mucho —sonrío tenuemente en forma de agradecimiento y vuelvo a tomar asiento, en ningún momento solté la mano de Jimin.

—¿Cómo está? —pregunto al ver el preocupado semblante que forma la joven enfermera al otro lado de la camilla.

—Esto no está bien —pronuncia tan bajo que pareciera que está hablando con ella misma—. Jimin no está respirando por su cuenta —niega con la cabeza y anota algo en los papeles de Jimin.

—¿Qué? —abro mis ojos en demasía— ¿A qué se refiere con que "no respira por su cuenta"?

—Él está dejando que la máquina respire por él, no que lo ayude a respirar —veo como aprieta unos botones en el ventilador y toma sus papeles otra vez—. Iré a buscar al doctor, tú intenta que respire, por favor. Puede sonar cliché, pero debes darle razones a tu familiar para hacerlo si quieres salvarlo.

Asiento con la cabeza, un poco aturdido por toda la información que me acaba de llegar, pero logro ponerme de pie y mirar el relajado ceño de Jimin. Demasiado relajado para mi tranquilidad.

—Jimin, estoy aquí. Respira, por favor —la voz me tiembla debido a la preocupación—. Necesito que vayamos a casa, ¿quieres? Puedo cocinarte estofado de cerdo o kimchi, sé que te gustan —uso la manga de mi sudadera para apartar las lágrimas acumuladas en mis ojos que me impedían ver—. Iremos a bailar, Jimin, puedo llevarte a la sala de prácticas de mi edificio de entrenamiento, lo prometo... —vuelvo a tomar asiento, completamente devastado, apoyando mi cabeza en la mano del contrario— Lo prometo...

El doctor y la enfermera que estaba aquí antes hacen acto de presencia y comienzan a manipular los cables que conectan a Jimin con las máquinas y a apretar botones como locos.

—Siento que tenga que pasar por esto, Mingyu —habla el longevo médico mientras revisa los papeles de Jimin—, pero son acciones comunes provenientes de los pacientes que llegan internados por intento de suicidio, no hacen esfuerzos por sobrevivir.

Sentí cómo mi mente pasaba a ser un delgado vidrio que podría romperse con una pizca más de angustia.






yo? yo soy CEO en actualizar a altas horas de la noche

boe que solo son las 1:25 am en chile jekrnekrnekrje

este fue el último capítulo de la maratón!!

4/4

estaré algo ocupada los próximos 3 días pero prometo no volver a desaparecer por meses (he dicho esto tantas veces)

nos leemos ㅇㅈㅇ

Your Eyes Tell | TK 承Donde viven las historias. Descúbrelo ahora