⇝ XXXII

267 22 7
                                    



TH POV-

   Desde que Jungkook se marchó, lo único que he hecho ha sido cerrar los ojos y suspirar, destensar mi cuello y dejo caer mi cabeza hacia delante.

Realmente estaba a un paso de quedarme dormido, pero el fuerte sonido de la puerta de aquel vestidor me hizo exaltar.

Estoy detrás de los casilleros. Según Jungkook, no me podrán ver fácil aquí. Supongo que lo hizo para más protección y menos preguntas si alguien me ve.

Ya te dije, Mingyu, no puedo seguir a tu amigo toda la vida a donde quiera que vaya —una voz masculina pero bastante aguda es lo que logro oír... bueno, al menos sé que Mingyu ha llegado.

Lo sé JiMin, pero... entiende, desde que me contaste que sucedió en la cafetería comencé a desconfiar del sujeto ese —wow, Mingyu tiene una voz atractiva... me pregunto si su rostro también lo será.

Bueno, quién somos nosotros para hablar de él, no sabemos su historia, y preguntarle a Jungkook es lo peor que podríamos hacer.

Tienes razón.

Luego de aquella conversación, las puertas de los casilleros emitían su respectivo sonido al impactar con el resto del mueble.

Oh, sí... hablando del rey de roma —Mingyu vuelve a hablar inesperadamente, por lo que me exalto y suelto un pequeño ruido nasal—, JungKook me dijo que Taehyung vendría con él a entrenar.

—¿No sabes si ya están aquí?

—Iré a revisa el casillero de Jungkook.

La velocidad de mis latidos aumenta, Mingyu viene hacia mí.

Ok, está bien, relájate Taehyung, haz como si no has oído nada. Tú... tú estabas dormido, sí, agacha la cabeza y... ronca... ¡no!, no ronques, sólo... respira pausadamente, sí, así.

Na na na~... ¡Op! —bien, me ha notado.

—¿Sucede algo? —aquella tercera persona camina hacia MinGyu, puedo oír sus pasos, son rápidos— Oh...

—¿Eres... Taehyung? —aquella voz cada vez se me hace más y más cercana, hasta el punto en que Mingyu toma asiento a mi lado.

—Sí, debes ser Mingyu —alzo mi rostro y enderezo mi espalda... He aprendido esto con mi sicólogo, me ha dicho que si quiero progresar, no debo cohibirme. Al permanecer con la postura recta y frente en alto, se refleja un notable grado de "superioridad" y confianza. No voy a mentir, lo aprendí para impresionar a JungKook.

—Así es... yo... —suspira, sé que no sabe qué decir. Conocernos bien sin nuestro conector, que vendrían siendo Jungkook, no resultará— él es JiMin.

—Hola —aquella cautivadora voz invade mis oídos... si este chico no es cantante, no sé qué hace con su vida.

—Hola, Jimin —saludo cordialmente.

—Bien, uh... ¿y Jungkook? ¿Por qué no está contigo? —noto a Mingyu un tanto incómodo, pero paso de ello.

—Su entrenador lo mandó a llamar —escucho risas de parte de Jimin.

—No puede ser, ¿qué hizo ahora?

—Es... algo bueno. O al menos eso dijo... el chico de recepción.

—¿Kyung? Es todo un chismoso —es el turno de Mingyu de reír.

De pronto, un silencio incómodo abunda entre nosotros, nadie dice una palabra pero sé que ellos están haciéndose señas preguntando qué hacer. Siento sus movimientos y escucho sus ropas moverse. No soy tonto... deberían ser más cuidadosos.

No alcanzo a formular una letra cuando la puerta de aquel vestidor vuelve a ser abierta dando paso a un cantante Jungkook, quien sin prisa camina hacia nosotros.

—Hey, ¿ya se conocieron? ¿Por qué esas caras?

Agradecí internamente que finalmente llegara. El ambiente estaba muy tenso, me agobiaba.

—Eh... sí. Jungkook él es Jimin —momento, ¿no se conocían? ¿cómo es que Jimin habla con excesiva confianza sobre Koo?— , es mi primo.

—Hola, Jimin, un gusto —Jungkook camina hacia mi lado y antes de que él se sentase, yo me pongo de pie y con mi brazo izquierdo rodeo su cintura.

Presiono suavemente mis dedos contra su piel, esperando a que entienda mi mensaje de querer largarme de ahí.

—¿Tae? ¿Sucede algo? —ush, tenías que ser discreto, Jungkook.

—Es... tengo hambre, Koo —sonrío y reposo mi cabeza en su hombro derecho. Seré lo más empalagoso posible si así tiene que ser para largarnos de aquí.

—Bien, irás a comer entonces —deposita un suave beso en mi coronilla, sonrío victorioso—. Gracias, por quedarse con él.

—No hay problema —las voces de Jimin y Mingyu vuelven a sonar incómodas o hasta nerviosas. Bueno, qué extraños.

Jungkook desliza su brazo derecho por la parte superior de mi torso hasta reposar su mano en mi costilla. Se despide de sus amigos pero yo no les dirijo ni una sola palabra. Son muy extraños.

—¿Me dirás qué te sucede? —ríe una vez abandonamos los vestidores.

—Se me antoja un sándwich —sonrío inocente y planto un corto beso en su mejilla; nuestras estaturas similares ayudan mucho en estas ocasiones.

Jungkook ríe por lo bajo y me guía lentamente por los pasillos de su lugar de entrenamiento.

Mentiría si dijera que no me siento nervioso... conocer prácticamente su segundo hogar significa dar un paso hacia delante en nuestra relación, y eso... definitivamente me hace feliz.






hoal✨✨ perdón por la trigésima desaparición pero me agobian las clases TT

gracias por los comentarios;(( los leo todos y siempre hay más de uno que me hace reír (*''*)╯♡

por cierto!! llegaron muchas personas nuevas votando en la historia, simplemente gracias infinitas por llegar aquí <3 espero que se queden (*^ω^*) nos leemos

Your Eyes Tell | TK 承Donde viven las historias. Descúbrelo ahora