Your Eyes Tell | TK 承

⇝ XII

TH POV-

Hoy es el gran día, el día en que saldré a solas con Jungkook por primera vez desde que nos conocemos.

Es algo que me hace mucha ilusión. Salir con alguien distinto a las mismas cinco personas de siempre se debe sentir satisfactorio.

Me gusta Jungkook.

Pero no románticamente.

Me gusta como me gustan mis amigos, mi familia también me gusta. Creo que si no me gustaran no tendría un lazo tan fuerte con ellos. Me gusta cómo son, me gusta la forma en que me tratan, me gustan ellos como personas...

Y JungKook, me gusta porque es... distinto.

Quizás yo lo siento así, quizás él sea distinto sólo conmigo, quizás su trato hacia mí es diferente a como trata a las demás personas y eso... eso no sé si debería alegrarme, no sé si sentirme feliz por ello esté bien.

Quizás esté mal, quizás él actúe así conmigo por cortesía, por pena, pero... no, puedo decir que no. Sé diferenciar el trato de las personas hacia mí. Identifico perfectamente cuando alguien se ríe, se burla o se entretiene haciéndome sentir bien para luego decirme que todo era una farsa y reírse en mi cara. Lo aprendí.

Jungkook, su trato es... especial. Pero porque me trata como las demás personas tratan a sus amigos comunes y corrientes. No hace preguntas idiotas, siempre está para mí. Me deja descansar en sus brazos de vez en cuando, y a pesar de estar lleno de músculos bien formados, sus brazos son cálidos. Me relajan y siento que cualquier día que vuelva a hacerlo me dormiré abrazado a él, de pie.

Sí... así de relajante.

Es un muy buen amigo, me agrada demasiado. Creo que Hyungsik debería temblar de miedo, tiene una competencia.

Preparé unos sándwiches y jugos naturales para comer con Kookie, no me dijo a dónde iríamos. Aunque si fuéramos a un restaurante o cafetería estoy seguro de que, a diferencia de otras personas, no rechazaría mi comida y diría que lo guardemos para después.

—Taehyung, tu pierna.

Estamos sentados en el parque en el que me citó JungKook. Mi pierna sube y baja en un ritmo tan rápido que ni yo sé cómo lo hago. Estoy muy ansioso por lo que pueda suceder, el tiempo se me hace eterno.

Froto mis manos con la esperanza de calmar mis nervios con ello. Rasco mi nariz de vez en cuando y acomodo mi cabello detrás de mi oreja sin necesidad alguna. Mi respiración está un poco agitada y me siento llorar. Creo que... mamá tenía razón, estoy eufórico, y eso que aún no empieza totalmente el día.

Cada minuto que pasa lo siento como si durara dos horas, aunque... debe ser porque ya llevo un buen tiempo esperando.

—Estás muy nervioso, no debimos llegar tan temprano.

   Hyungsik tiene razón, llegamos una hora antes del horario acordado, ¡pero es que no podía soportar estar encerrado en mi casa!, tampoco quería llegar tarde y arruinar todo.

Miro el puesto a mi lado en el asiento. Reposa una lonchera en donde viaja la comida. Los sándwiches están bien hechos, no se estropearán con la espera. Los jugos están bien cerrados por lo que no derramarán ni una gota. Para Jungkook hay una botella amarilla y para mí una roja. Me gusta el rojo, pero no sé el color favorito de Jungkook. Debí preguntárselo. ¿Y si no le gusta el amarillo?

Fácil, le cambio la botella por la mía, al fin y al cabo el contenido es el mismo.

Me dijo que le gustaba el jugo de arándanos así que me atreví a prepararlo. Es una bebida un tanto dulce pero que acaricia perfectamente mis papilas gustativas.

—Taehyung, ya han pasado dos horas.

—Llegará, sólo espera.

Mis ojos amenazan con desbordar. Es tiempo, solo tiempo. Jungkook va a llegar con su risa mezclada entre las palabras pidiendo perdón por la demora y le diré que no se preocupe, que llegó bien.

Sólo espero que no le haya sucedido algo. Debe haber mucho tráfico... Sigo igual de nervioso que los primeros minutos.

Tengo fe en que será el mejor día de mi vida.

Porque Jungkook llegará. ¿Verdad?