⇝ XXXVII

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—No puedo creer que me hayas rechazado.

—Y yo no puedo creer que me hayas pedido algo como eso, Jungkook.

Ambos castaños se encuentran rumbo a casa de Taehyung, quien no ha parado de reír gracias a las numerosas quejas del contrario.

—¿Me dirás por qué? —Jungkook frunce sus labios con aparente nerviosismo.

—Nop —ríe ampliamente cuando escucha un falso sonido de sufrimiento.

Jungkook se limita a caminar con la mirada y cabeza gachas, mientras piensa en mil y un razones de por qué Taehyung, quien camina con un agarre firme en el brazo del contrario, simplemente lo rechazó y ahora camina por la vida riendo.

Levanta su vista y la posa en el castaño a su lado; mira con total atención. Sus ojos viajan desde su cabello hacia sus pestañas, desde sus pestañas hacia su nariz, desde su nariz hasta sus labios... sus abultados labios, los cuales actualmente formulan una casi inexistente sonrisa...

Sacude suavemente su cabeza y ahora mira sus ojos. Taehyung tiene unos ojos bastante grandes como para ser coreano. Aunque no mentiría, es un par de ojos que fácilmente podría categorizar como su favorito. Realmente podría mirarlos todo el día...

Sus mejillas se tornan de un notorio color carmín cuando Taehyung voltea la cabeza y la mirada de Jungkook choca directamente con los ojos de este. Desviando el rostro, el cual ahora apunta hacia sus zapatos, maldice en silencio pues no tuvo razón para avergonzarse ya que ni siquiera fue una conexión de miradas... eso nunca sucederá.

—¿Uh? ¿Por qué te detienes? ¿Llegamos? —Jungkook abre sus ojos ampliamente y eleva la mirada, efectivamente habían llegado pero ni cuenta se dió cuando dejó de caminar.

—E-eh... sí, llegamos —con su brazo libre, rasca su nunca.

—Bien —Taehyung suelta su agarre y busca entre sus bolsillos la llave de aquella cerca de fierro que rodeaba su casa, pero supo que no era necesario cuando escuchó la puerta principal siendo abierta.

—Oh... —Ninguno dijo nada. Taehyung al escuchar eso se exalta y conserva la cabeza gacha, pues nunca pensó que la persona que estaría detrás de aquella puerta fuera su hermano. Jungkook desvió la vista un tanto incómodo mientras mordía su labio inferior y Taemin miraba de manera turnada a ambos chicos— Hola.

—Hola... Taemin —Taehyung sonríe por el curioso hecho de que a pesar de haber arreglado las cosas al menos en un 1%, el mundo y la vida se esmeraba en juntarlos como si siguieran siendo los mejores amigos.

—Hola... —Jungkook sabe que la tensión viaja por el aire, pero se abstiene de cualquier comentario fuera de lugar.

Taemin camina hasta estar sólo a unos cuantos pasos de distancia entre él y su hermano. Abre el alto portón y suspira—. Entren.

—Entra, Jungkook —el nombrado mira a Taehyung, luego a Taemin, para luego asentir y pasar por delante de ambos hermanos, dirigiéndose hogar adentro, saludando a la señora Kim la cual se encontraba viendo televisión en el living de la gran casa.

—¿Cómo estás, Taemin? —habla. Su voz a pesar de todo sigue siendo tímida, dudando en si seguir intentando relacionarse con su hermano mayor.

—Bien, Taehyung, iba saliendo —ambos asienten—. ¿Tú? ¿Cómo estás?

—Bien... sí. Me he sentido bien —sonríe y junta sus sudorosas manos a sus espaldas, nervioso.

—Eso es bueno, Tae, me alegra oírlo —primeramente Taemin duda en hacer algún movimiento, pero frunce el ceño y su mano viaja hasta la cabeza de Taehyung, dando pequeños, mínimos, diminutos golpecitos y revolviendo un poco su castaño cabello. Sonríe por el acto.

Taehyung por su parte no sabía qué hacer, se esperaba de todo menos eso. Esperaba hasta un golpe, siendo sincero. Su cuerpo quedó totalmente estático, no sabía si decir o hacer algo.

Finalmente el tacto entre su cabeza y la mano de su hermano es roto y siente cómo Taemin pasa por su lado, marchándose de ahí y dejando a Taehyung solo, de pie y pensando en demasiadas cosas.






2/2 :D

cuídense mucho❤️

Your Eyes Tell | TK 承Donde viven las historias. Descúbrelo ahora