⇝ XX

328 30 3
                                    






¿Y Taehyung? ¿Cómo se ve?

—Pues ahora, bien —bebe un sorbo de su malteada—. Aunque le fue un poco difícil convencerlo de hablar ya están platicando sin problemas, por lo que alcanzo a ver.

Mira sus rostros, ¿cómo están? ¿Confundidos?, ¿enojados?, ¿felices? ¿¡Sorprendidos!?

—Bien... —levanta la mirada desde el periódico hacia al frente, deteniéndose a unas cuantas mesas de distancia— Jungkook está... ¿serio? La verdad no expresa nada —frunce su ceño.

¿Y Tae?

—No lo sé —se encoge de hombros y vuelve a beber de su malteada.

¿Cómo que no lo sabes?

—Te digo que no lo sé.

¿¡Cómo no vas a saber!?

—¡No sabiendo, quizás! —alza la voz y seguidamente se disculpa con las personas que voltearon a verlo— Taehyung está de espaldas hacia mí.

¡Hubieras comenzado por ahí! ¡Es obvio que no te hubiera preguntado si me hubieras dicho!

—¡Perdón, señor "sabelotodo"! —frunce su ceño.

¡No hay que ser sabelotodo para notar que si alguien está de espaldas hacia ti no puedes ver su rostro!

—Bien.

Bien.

Seguidamente escucha a la persona detrás de la otra línea suspirar. Imita la acción y relaja su cuerpo en la silla de la cafetería, echando su cabeza hacia atrás y soltando todo el aire retenido.

¿Y Bogum?

—¿Qué sucede con él? —bebe el último sorbo de su malteada. Voltea la vista hacia el par sentado a unas mesas de distancia, quienes parecieran no querer irse en un buen rato— Mierda... tendré que ordenar otra malteada...

¿Qué? ¿Por qué?

—Jungkook y el otro tienen pinta de querer quedarse conversando hasta que la noche caiga.

—Bien, ordena otra, todos tus gastos corren a mi cuenta.

—Pues muchas gracias —sonríe y con una mano alzada logra captar la atención de una de las meseras—. Quiero ordenar otra malteada igual... y... una dona y una manzana caramelizada, por favor —sonríe y la mesera hace una reverencia para luego marcharse a ordenar su pedido.

No diré nada.

—No debiste hacerlo, me mandaste aquí sin desayunar —sonríe maliciosamente mientras escucha un suspiro de parte de la otra línea.

—Te pregunté sobre Bogum, ¿recuerdas?

—Ah... sí —su vista viaja por todo el local hasta parar en el de cabellos negros—. Está analizando un trozo de kuchen... la verdad no está prestando atención a lo que ocurre a su al rededor.

Bien... tengo que colgar, me llaman para entrenar.

—Está bien —suspira—. Cualquier movimiento extraño no tardaré en darte aviso.

Your Eyes Tell | TK 承Donde viven las historias. Descúbrelo ahora