⇝ IV

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JK POV-

No he dejado de pensar en aquel particular encuentro. Dios, ¿tan inútil soy?
Debí haber sospechado que el tipo era ciego, es decir, ¡tenía un letrero arriba de su cabeza que marcaba "Me equivoco de personas porque no las veo, llevo lentes oscuros, ocupo el tacto para saber lo que tengo en frente, no hago contacto visual, ¡soy ciego!, cuídame"!

Lo que tampoco olvido es que olía muy bien ese tal Taehyung, y sus manos tienen apariencia delicada, bueno, todo él tiene apariencia delicada.

—Debes estar muy preocupado por el nuevo torneo si es que dejas entrar moscas a tu boca de tanto que la dejas abierta pensando.

Río por ese comentario. Mingyu más que nadie sabe que los torneos no me preocupan en absoluto. Por ello mismo soltó tales palabras.

—Sí, y tú debes estar muy enamorado de mí si te quedas mirándome y viendo cómo las moscas entran una por una en mi cavidad bucal.

Ahora el que ríe es él. Recibo un golpe en mi hombro y nuestras carcajadas se escuchan por toda la habitación a la que pertenecen los vestidores. Me encuentro vendando mis manos y muñecas para agarrarme a golpes con un saco de arena.

—Tienes cita con el entrenador, ya lo sabes, ¿no?

—¿Qué hice ahora? —bufé con gracia.

—Nada, ese es el problema —Mingyu ríe—. Choisan está preocupado por ti porque no haces nada más que golpear personas y llevarte la victoria, y comparto su preocupación. Es decir, ¿tienes una vida, Jungkook? ¿Qué haces cuando no entrenas? —Se sienta a mi lado— No participas en escándalos de citas, de drogas, de tráfico, peleas fuera del ring. ¿Eres acaso una persona o un robot que fue diseñado para patear traseros?

—¡Estás loco! —acaricio mi estómago pues el dolor se hace presente con la cantidad de carcajadas que suelto.

Hablar de cosas triviales con mi mejor amigo es mi pasatiempo favorito... pues no tengo otro, fuera del entrenamiento.

Mi vida se desarrolla en tres ambientes: mi casa, mi automóvil y el ring.

No soy un matón, no soy un pesado y no ando repartiendo golpizas a quien se me cruce. De hecho, ni siquiera soy tan violento a la hora de los torneos. No tienes por qué romper la nariz y dientes de tu contrincante si sabes encontrar el punto exacto para activar el knockout y llevarte la corona.

Es por eso mismo que nadie entiende por qué hago lo que hago. Es decir, no ocupo mi fuerza en base a mi rabia acumulada, ¿por qué?, porque nunca he sentido gran enojo. Simplemente me gusta, disfruto golpeando sacos de arena y rostros feos pero... no soy malvado, ¿cierto?

No logro entender qué hago yo aquí, por qué he sido seleccionado para el próximo torneo, o por qué me encuentro golpeando un saco colgante. ¿En realidad necesito todos esos premios? ¿Esas horas de entrenamiento son esenciales para que pueda vivir?

Desisto del entrenamiento y me dirijo al supermercado. Me ha dado hambre y en casa no quedan muchas provisiones.

Elijo un par de snacks, papas fritas, maní, y unas gomitas ácidas.

Unas chicas me paran para una fotografía. Soy buena persona, acepto la invitación.

Una de ellas de acerca demasiado a mí, soy buena persona, no le reprocho.

Sin que nadie me viera (o esa era mi intención) voy al pasillo de comida para bebés, empujando mi carrito.

Astutamente meto unos vasitos de Banana Milk junto a mis demás compras. Salgo invicto del pasillo.

La cajera porta una cara de querer morirse ahí mismo, o que le den pase para marcharse a su casa. Personalmente apostaría que la opción correcta es la primera.

El chico que se encargaba del empaque de las compras de los clientes me sonríe amablemente y deposita mis cosas compradas en una bolsa de supermercado. Le extiendo unas monedas ya que esta es su paga por el trabajo hecho, se alimentan gracias a la propina de la gente. Siempre me preocupo de ayudar. Soy buena persona.

Al llegar a mi fría, solitaria y gran casa, lo primero que hago es dejar las bolsas encima de la isla que se encuentra en medio de la cocina, seguido de un bostezo y mi cuerpo dirigiéndose automáticamente hasta mi habitación para caer rendido boca abajo en mi cama de inútiles dos plazas. Mañana será otro día para ser una buena persona.


no actualicé como en una semana merezco unf

Your Eyes Tell | TK 承Donde viven las historias. Descúbrelo ahora