Llegas y haces un desastre, eres tranquilo pero tus pensamientos son un completo tsunami.
Eres la debilidad en cuerpo y alma, eres la inestabilidad en el amor, te busco, te encuentro, pero te evaporas, me pides, me exiges y yo cedo, ¿A qué juegas B...
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Mi risa es estruendosa, Balián no hace otra cosa que mirarme mientras lo hago, y no puedo parar de reír.
Quien iba a imaginar que una cita con Balián sería una corta sesión de fotografías, una cena de solo pizza, soda de naranja, helado de menta y chocolate y un buen clásico como los tres chiflados. Estamos acurrucados en su enorme y cómodo sofá, es cerca de media noche y no había tenido una velada tan bonita como esta.
–Sabes –hablo y volteo a mirarle desde mi lugar. –Siempre quise esto.
– ¿Qué cosa? –me acomodo un poco para verle de lleno.
–Estar así, viendo la televisión, cosa que tu muy poco haces, tener una cena simple, pero deliciosa y comer un poco de helado –sonríe y con su dedo índice acaricia el puente de mi nariz. –Gracias por esta noche, por la diferencia de nuestras otras noches.
–Grace, nada será igual a partir de ahora –relame sus labios, sonríe. –Ya no solo será sexo, ahora serán momentos como estos, salidas a caminar e incluso con mi familia.
– ¿Que? –digo sin aliento. – ¿Tu familia? Pero Balián... –este me apretuja a él, y sonríe.
– ¿Que? ¿Te intimida compartir con mi familia? –niego de inmediato. –Entonces que es.
–Es que, ya sería algo más formal, ¿no? –ríe un poco. – ¡No te rías, idiota!
–Tú y yo, somos algo formal, Grace –de inmediato me alejo de él, no mucho, pero si en una considerable distancia, nos vemos fijo. –Bajhor sabe lo nuestro, Frida, y de a poco los demás, Grace.
–Pero... –Balián se incorpora en su lugar y me rodea con sus brazos. – ¿Y si te arrepientes? –chitea y niega.
– ¿Arrepentirme de que, mi luciérnaga? ¿De estar contigo? ¿De disfrutar momentos contigo? ¿Crees que me arrepentiré de eso? –me encojo de hombros. – ¿Cómo podría arrepentirme de estar con la mujer que me gusta? –roza su nariz en mi hombro, eso se me hace tierno. –Cuando Frida fue secuestrada, pude ver como mi hermano estaba destruido, casi a punto de colapsar por no tener a Frida a su lado, y allí supe, que no quería llegar a ese punto, y sin embargo, llegue.
– ¿Que? Pero si yo...
–Cuando te fuiste donde tus padres, estaba como un jodido globo suelto por la ciudad, no tenía donde parar, te buscaba en cada lugar que tú y yo compartimos y te quería conmigo.
–Balián... No tenía idea...
–Siento celos de Daniel, y lo confieso, lo acepto –nos miramos fijo. –Es que eres tan espontanea con él, como siempre lo has sido conmigo, eres buena, dulce, y solo yo conocía esa faceta de ti, y que él lo sepa, me da cólera.
–Daniel es una buena persona.
–Y no te lo discuto, Grace, no lo hago, pero está interesado en ti, él lo está, y no quiero que te aleje de mí, no ahora que me siento así de bien contigo.
