Llegas y haces un desastre, eres tranquilo pero tus pensamientos son un completo tsunami.
Eres la debilidad en cuerpo y alma, eres la inestabilidad en el amor, te busco, te encuentro, pero te evaporas, me pides, me exiges y yo cedo, ¿A qué juegas B...
En multimedia, la hermosa canción que logro que Grace y Balián existieran.
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Estoy completamente desesperada, asustada y con muchas ganas de llorar.
Le pido a Daniel que acelere en cada calle que toma y mi móvil no deja de sonar. Hace unos minutos recibí una llamada que logro que de inmediato dejara todo a un lado y saliera de la reunión que tenia con las personas a las que le iba a tomar las fotos. Las lágrimas no tardan más en bajar por mis mejillas y cierro mis manos con tanta fuerza que incluso siento como clavo mis uñas en la palma de esta.
En cuanto visualizo el hospital no espero si quiera que Daniel apague el coche, salgo de este y como si de esto dependiera mi vida salgo corriendo lo más rápido posible. En mis pensamientos solo titila un nombre, Balián, hay mucho alboroto, llego ha información pero siento un jalón en mi brazo y al girar en esa dirección, el dolor en mi pecho están intenso que no soporto y me echo a llorar.
Bajhor de inmediato me rodea en un abrazo y le repito una y otra vez que por favor me diga que Balián esta bien, que nada malo esta pasando y lo único que hace es frotar su mano en mi espalda.
–Vamos con el resto, ¿Con quien has venido?
–Yo, yo estaba con Daniel, en una reunión de trabajo, yo, le pedí que me trajea, yo...
–Grace, debes calmarte, ¿Vale? Vamos con el resto.
–Ok, vamos.
Y de inmediato nos encaminamos por los pasillos, en cuanto le damos el frente a una de las salas de espera, intento visualizar a todos los que aquí se encuentran, pero a la primera persona que enfoco la mirada es Pierina. Acercándome a ella de prisa, le abrazo, porque fue ella quien me informo lo que acaba de pasar, que Balián quedo sin freno, perdió el control de su coche e impacto con un muro de contención en el cruce donde se encontraba para no herir a nadie.
Al alejarme de ella, limpia mis mejillas, pero entrando en negativa comienzo a derramar más lágrimas y aunque quiero saber que ocurre con Balián, saberlo me da temor y siendo honesta no quiero pensar lo peor.
–Grace... –volteo y es Bajhor, junto a un hombre de uniforme. –Es un fiscal de transito y quiere hacerte unas preguntas.
– ¿Unas preguntas?
–Si, la última persona que viajo en el coche con Balián fuiste tú, y quiere descartar algunas cosas.
– ¿Cómo cuales? –le pregunto directamente al fiscal.
–Señorita, sé que la persona que sufrió el accidente es su pareja, que esto de algún modo le afecta, pero queremos saber algunas cosas con respecto a lo ocurrido –asiento. – ¿Se encontraba el señor Hunther tomado?
–No, solo tomamos unas tres copas de vino en medio de nuestro almuerzo y nada mas, y Balián es tolerante a las bebidas alcohólicas.
–Bien... –escribe en una pequeña libreta. –Cuándo se encontraba con el señor Hunther, ¿Sintió que el coche estaba presentando fallas?
