EPILOGO.

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Emoción, nervios y felicidad.

Es una mezcla que me gusta sentir en este momento. Observo los últimos detalles y al darme media vuelta, observo a la persona que también me brindo su apoyo sin siquiera dudar un segundo.

–Bien, Hunther, es tu día, tu momento y tus nuevas puertas abiertas, de aquí en adelante, serás aún más reconocido.

–Lena... –me acerco a ella, tomo sus manos. –Gracias por tu apoyo.

– ¿Mi apoyo? No lo creo, el apoyo es de tu bella prometida, que no se aparto de ti ni un segundo y siempre ha velado por ti en estas últimas semanas, Balián –sonrio. –Ya estamos por abrir las puertas del lugar, ¿Estás listo? –tomo una bocanada de aire y asiento. –Tu familia espera por ver todo lo que has logrado, tienes que saber Balián, que lo más importante aquí, son ellos, las personas que no te han dejado nunca solo –de inmediato le doy un fuerte abrazo.

–Gracias por ser una gran jefa y amiga, Lena –nos alejamos, sonreímos. –Eres una maravillosa persona –me da un leve asentimiento. –Estoy listo, ya puedes abrir las puertas y que todos sean parte de esto.

Lena me da una amplia sonrisa y dándose media vuelta se encamina fuera del pequeño espacio donde me encuentro. Yo, dándole el frente al espejo que se encontraba detrás de mi, me observo, el cambio que he hecho en mi lo deje para este gran día, con mi cabello bajo a ambos lados de mi cabeza y estilizado en la parte de arriba. Me doy un leve asentimiento, acomodo mi saco en color vino, mi suéter de dentro del mismo color y tomando una bocanada de aire decido ya salir de donde me encuentro.

Acomodo un poco y ajusto mi hombrera ortopédica y tomo rumbo a donde todos en este momento se deben ir aglomerando poco a poco. Las voces, la música ambiental de fondo y mis nervios a tope, cuando cruzo en una esquina, trago duro, siento un fuerte latido y una gratitud tan increíble que incluso me cuesta creer si esto es real o solo es parte de mi imaginación. Hay un total de más de 30 personas viendo mi trabajo e incluso llegan otras. Me digo mentalmente que es hora de dar la cara a todos y comienzo a caminar con pasos seguros.

Al primero que visualizo es a mi abuelo junto a mi mamá, ambos observan una fotografía donde salen ambos tomando una taza de té y con un fondo de colores vivos, la tome sin su consentimiento y en la foto ambos salen sonriendo, fue la primera que elegí y a mi me gusta mucho. Mi abuelo esboza una enorme sonrisa, observa a mi mamá y ella también sonríe, me acerco, ambos notan mi presencia y al verme no dudan en abrazarme.

–Estoy orgulloso de ti, hijo –me alejo un poco, mi abuelo me sonríe. –Me tomo por sorpresa verme en esa foto, salgo muy guapo –reímos.

–Y tomaste mi mejor ángulo, mi amor –observo a mamá. –Felicidades por este logro.

–Sé que para todo el mundo, tu titulo es ser mi abuelo, pero mas que eso eres como otro padre para mí, y quería que fueras parte de esto, Valentín Hunther –los ojos de mi abuelo se cristalizan y asiente con orgullo. –Gracias mamá, por tu apoyo y siempre ser parte de nuestros logros.

Por Favor, Dame Lo Que Te Pido ·Saga Por Favor #2· ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora