Llegas y haces un desastre, eres tranquilo pero tus pensamientos son un completo tsunami.
Eres la debilidad en cuerpo y alma, eres la inestabilidad en el amor, te busco, te encuentro, pero te evaporas, me pides, me exiges y yo cedo, ¿A qué juegas B...
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En cuanto sus ojos se posan en mí, una sonrisa se ensancha en sus labios y alza su mano para llevarme hasta donde se encuentra. En todo este tiempo, a veces me siento un poco incomoda alrededor de Frida, y no porque ella me demuestre incomodidad, es porque recuerdo cuan perra fui con ella desde su llegada a la vida de los Hunther que, nuestra relación era intensa y de mucha rivalidad.
Retribuía todo ese recelo por Balián, ya que aquella noche en el Pacha, él estaba todo coqueto con ello y me dieron muchos celos. Ya con el tiempo pasando, y teniendo más encuentros con ella, me di cuenta que la verdad era que su relación iba inclinado más a Bajhor Hunther, el mayor de los hermanos. Me daba curiosidad, un extraño morbo por descubrir que ocurría con ellos, ya que Bajhor Hunther tenía la fama de no involucrarse con mujeres voluptuosas como Frida y ellos juntos, era un boom que todos debían saber.
Las cosas se tornaron de otro modo a medida que avanzaban las cosas, me di cuenta que la verdad ella es una gran mujer, que ella es encantadora y muy buena persona. Que la verdad, Frida está a años luz de hacerle un mal a alguien, que te enseña a perdonar y avanzar, es el claro ejemplo de que aunque lleves un pasado muy duro, puedes alzar tu rostro delante de todos y hacer como si nada malo ocurre en tu vida.
– ¿Cómo estas, Grace? –se coloca de pie y me da un corto abrazo. –Me tome el atrevimiento de pedir un par de cafés que en mi opinión son deliciosos –sonríe amplio y de un modo u otro eso me contagia su buen ánimo.
–Estoy bien, ¿Tú como estas? ¿Y Alana? –tomamos asiento. –Y descuida, si tú has pedido el café, no dudo en que sea delicioso.
–Ufff, si, con abundante caramelo –me guiña. –Estoy bien, Alana se encuentra con su padre visitando a Valentín Hunther, por eso te pedí reunirnos hoy.
– ¿Has averiguado algo? –asiente. –Yo también, no mucho, pero si algo que podría ayudarnos un poco –un chico de cabellos rubios y ondulado llega con los cafés y varios bocadillos, le agradecemos y se marcha.
–Los Mancini son personas crudas y crueles, Grace –dice al momento de darse un sorbo de su café, le imito. –Me escabullí al despacho de Bajhor mientras que el entrenaba ese cuerpo delicioso que tiene –reprimo una sonrisa al verle tan soñadora pensando en el cuerpo de su esposo. –En fin, aproveche en escabullirme, y mira que me costó pasar desapercibida con Bajhor cuando entro a su despacho y me encontró.
–Oh no, ¿Te descubrió? ¿Se molestó?
–Sabes Grace, tengo maravillosos dotes para envolver a mi esposo –reímos. –Eso es otro tema, el de ahora, es que, Bajhor averiguo muchas cosas, bueno no él, más bien Clayc, un amigo de confianza y que se dedica a investigar cosas que tienden hacer, difíciles de averiguar.
–Clayc Puth, si, lo conozco, él siempre le iba con información a Balián sobre mí, donde me encontraba y esas cosas.
– ¡Ja! ¡Estos Hunther! –exclama Frida y reímos. –No cambiaran, son unos acosadores –sonriente asiento. –Grace, la verdad es que, Grecia está en muy malas manos... –el tono de su voz y la forma divertida de mirarme se esfuma, en este momento Frida está más seria que nunca. –Grecia está involucrada con los Mancini por dinero, se metió con quien no debía y, ahora no encuentra como alejarse de ellos.
