Omega Supremo

capítulo 29

Capítulo 29

Jungkook cabalgaba decidido hacia la aldea de sus guerreros, traería a Jimin de vuelta, no soportaba ni un día más lejos de su Omega, Ho-Seok lo acompañaba y disimulaba a duras penas la ansiedad que tenía por ver de nuevo al Omega pelirrojo.

Ambos iban enfrascados en sus pensamientos, así que raramente hablaron.

Jimin y Tae por su parte estaban en pleno entrenamiento y no se dieron cuenta de los jinetes que se acercaban, cuando los niños dejaron de entrenar y corrieron felices hacia los visitantes, recién los vieron.

Jungkook se bajó de su caballo mientras los niños los rodeaban con algarabía, pero él sólo tenía ojos para cierto Omega de pelo rubio que también lo miraba.

De pronto Jimin sonrió y corrió lo que más le daban sus piernas y sin importarle nada, se lanzó a los brazos de Jungkook rodeando con sus piernas su cintura y con sus brazos el cuello de su Alfa, inhalando con su naricita el olor a tierra mojada que tanto había añorado.

Jungkook no se esperaba esto y cuando reaccionó abrazó fuertemente a Jimin, dejando besitos en su cabeza.

- ¡ Te extrañaba tanto mi Alfa gruñón!- le dijo Jimin acariciando con su nariz el cuello de Jungkook.

- No más que yo bebé- le dijo bajito Jungkook.

Jimin aún en sus brazos, levantó su rostro y lo miró fijamente, y sin importarle tener espectadores junto sus labios con Jungkook que respondió a su beso con ganas, ¡ cuánto lo había extrañado!.

Unos silbidos y aplausos los sacaron del trance, Jimin escondió su rostro avergonzado en el cuello del Alfa.

- Bienvenidos- dijo Beliel sonriéndole a Jungkook y a su hijo, que se dio cuenta no dejaba de mirar a Tae.

- Gracias Beliel, vengo a llevarme a mi esposo de vuelta- dijo Jungkook apretando fuerte a Jimin que no se había bajado de sus brazos.

Los niños empezaron a reclamar de inmediato.

Jungkook los miró divertido.

- El Rey extraña mucho a Jimin, está muy triste sin su Omega, ¿ dejarán que regrese conmigo?- dijo Jungkook con voz triste y Jimin río bajito al ver la expresión de los niños.

- Bueno- dijo Iron- pero debes prometerme que lo dejarás visitarnos seguido, ¿ de acuerdo Rey Goon?, Jiminy Tae son nuestros entrenadores- le dijo el pequeño muy serio.
Jungkook río.

- Promesa de Rey Iron- le respondió Jungkook.

Los niños gritaron felices y empezaron a correr alrededor.

- ¡ Basta niños!- gritó Beliel- ¡ ahora a bañarse!.

Los niños se alejaron riendo felices para que sus Omegas madres los asearán.

- ¿ Se quedarán a cenar?- preguntó Beliel.

- No creo, se nos hará tarde y no quiero cabalgar de noche.

- ¿ Porqué no se quedan entonces y mañana regresan?- les preguntó Beliel.

- Di que sí Jeon, un día más no hará ninguna diferencia. - le susurró Jimin en su oreja.

- Está bien, nos quedamos hoy. - le respondió Jungkook.

- Buena decisión, Jimin te mostrará la habitación, y por ropa no te preocupes, hay ropa tuya guardada en la casa.
Jimin y Jungkook apenas escucharon, Jungkook lo llevaba cargado hacia el interior de la casa.

Beliel los miró con cariño, su pequeño Rey estaba por fin enamorado, luego miró a su hijo que seguía de pie mirando sin parpadear a Tae.

-¿ Y ustedes no se saludan?- preguntó Beliel mirando a Tae y a su hijo.

Ho-Seok sonrió tímido.

- Ho...hola Tae.

Tae estaba rojito y tampoco apartaba la vista del Alfa.

- Ho...Hola- apenas respondió.
Beliel no daba crédito a la timidez repentina del par.

- Bueno ya que al parecer los ratones les comieron la lengua a ambos, los dejo. - dijo Beliel retirándose a los comedores para empezar a cocinar la cena de la noche.

- ¿ Te gustaría dar un paseo conmigo?- le preguntó Ho-Seok a Tae.

Tae asintió y empezaron a caminar lado a lado.

Mientras tanto Jungkook y Jimin habían llegado a la habitación que ocupaba el Omega, luego de entrar Jimin cerró la puerta inmediatamente con su pie.

-¿ Quieres qué te baje ahora?- le preguntó Jungkook cerquita con la respiración de ambos mezcladas.

Jimin negó con la cabeza y rodeó más firmemente el cuello de Jungkook.

Jungkook sonrió enternecido, su Omega estaba muy mimoso.

- Está bien te seguiré cargando entonces. - dijo Jungkook sosteniéndole con más fuerza.

Jimin se separó un poquito para mirarlo.

- Alfa, quiero mi ración de besos ahora, y que sea extra, son muchos días con hambre.- Jimin lo miró coqueto y ruborizado.

Jungkook se echó hacia atrás riendo fuerte.

- Como ordenes bebé. - le respondió Jungkook con una sonrisa.

Jimin al escucharlo le regaló la más hermosa sonrisa que el Alfa había visto y eso...le derritió su corazón.

Acercó sus labios a Jimin y los tomó como hacía días quería, fue suave y tierno mientras sus alientos se fundían, pero Jimin ansiaba más y deslizó su lengua por el labio de Jungkook mordiendo y succionando ese pedazo de carne, Jungkook estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba y tomó todo lo que su hermoso Omega le regalaba, devolviendo el beso y tomando el control de éste.

No supieron ninguno de los dos como terminaron recostados sobre la cama, Jimin a horcajadas sobre Jungkook sin querer romper el contacto con la boca de Jungkook, en realidad ninguno quería.

- Jimin...debemos parar- dijo Jungkook con dificultad y el poco raciocinio que le quedaba.

- No...quita este calor que me consume Jeon...- dijo Jimin con los ojos brillosos y los labios húmedos y entreabiertos.

- No hay nada que quisiera más que eso bebé...pero aún es pronto, no sabes lo que estás pidiendo, iremos poco a poco hasta que estés listo, en este momento sólo te haría daño.

Jimin lo miró, Jungkook tenía razón, el era virgen y no tenía ninguna experiencia.

- ¿ Me enseñarás entonces?, ¿ me preparas para ser tu Omega?- preguntó Jimin.

- Lo haré bebé, lo prometo. - le respondió Jungkook sonriendo.

Jimin también sonrió, esperaría ansioso las lecciones que le daría su esposo, por el momento lo siguió besando.

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