Omega Supremo

capítulo 52

Jimin no podía ocultar su tristeza y Jungkook no podía hacer nada para aliviar su dolor.

Beliel los miraba abrazados sin querer separarse y su corazón también se estremecía.

- Deben ser fuertes,  y mantener siempre la esperanza- les dijo Beliel.
Jimin secó sus lágrimas y le dio una pálida sonrisa.

- Beliel necesito, es decir mi esposo y yo tenemos una duda...tal vez tú puedas ayudarnos. - habló Jimin a la madre de Ho-Seok.

- Si puedo,  con gusto.

- Beliel el día de la fiesta lunar me entregué por primera vez a mi esposo,  pero sucedió algo fuera de lo común...mí lobo tararareó una melodía dulce y desconocida y tejió un hilo de plata que luego anudo al corazón de mi Alfa,  desde ese momento el Rey Goon y yo tenemos una extraña conexión,  podemos sentir y visualizar lo que el otro aunque no estemos juntos.- concluyó Jimin.

Beliel se paró de un salto y empezó a caminar por la habitación.

- ¿ Es bueno o malo?- preguntó Jungkook.

Beliel dejando su paseo se sentó frente a ellos, mientras lágrimas humedecían sus ojos.

- Nunca creí vivir para presenciar esta maravilla- les dijo Beliel tomándolos de las manos.

Jimin y Jungkook se miraron sin entender.

- Jimin debes saber que todo lo que yo sé, me lo enseñó tú padre Omega, el Rey  Kim Seok-jin. - le dijo Beliel.

-¿ Conoces a mi padre Omega?- preguntó Jimin sorprendido.

Beliel asintió.

-¿ Cómo?, ¿cuándo?- preguntó Jimin asombrado.

- Cuando Jungkook tuvo su accidente y había cumplido quince años,  tu padre se encontraba visitando nuestro reino,  el fue quien junto al médico de palacio atendieron a tu esposo,  es conocido que los Omegas de Nevermind conocen y manejan el secreto de curar con hierbas,  bueno gracias a tú padre Jungkook no murió y con sus ungüentos curó sus heridas,  lamentablemente la de su rostro era demasiado profunda y el veneno había hecho su trabajo en ella, y por más que lo intento sólo logró que la infección no avanzara, pero le dejó una cicatriz como recuerdo,  tú  padre siempre me dijo que esa cicatriz debía ser amada por su dueño,  porque era el recordatorio constante de que aún seguía con vida. - dijo Beliel.

Jungkook derramaba lágrimas de liberación al escuchar el relato de Beliel,  porque tras años de odiar su rostro ahora gracias al hijo de quien lo había salvado,  había aprendido a amarse tal cual era.

Jimin presionó su mano sintiendo en carne propia lo vivido por Jungkook.

- Bueno después de eso, él Rey Seok-jin me escogió para enseñarme el arte de sanar con hierbas,  pero además me traspasó parte de su sabiduría y me contó innumerables leyendas y mitos sobre Omegas.

En este punto de relato Beliel sonrió y pegó un enorme suspiro.

- Una de las leyendas hablaba  sobre los  Omegas predestinados a un Alfa,  éste Omega tiene la capacidad de marcar a su Alfa a través de un hilo de plata que anuda en su corazón,  ¿ comprenden lo maravilloso de todo esto?.

Jimin y Jungkook se miraban aún confundidos.

- ¡Mis pequeños!, ustedes son magia pura, son predestinados,  eso significa que aquí y en la eternidad,  o en otra vida si la hay,  se volverán a encontrar porque su lazo es indisoluble.

Jimin y Jungkook se abrazaron llorando  de felicidad por la bendición que tenían  en sus vidas.

- Tae y mi hijo son destinados,  pero ese lazo puede ser roto,  ya sea por la muerte de uno de ellos o porque el Alfa marque otro Omega,  cualquiera de las dos opciones es la muerte segura del Omega,  en el caso de ustedes esa posibilidad no existe,  jamás podrán separarse,  ni siquiera la muerte puede, si tú admites que tu Alfa te marque el lazo entre ustedes estaría completo,  porque ahora Jungkook te pertenece en cuerpo y alma, pero tú Jimin aún no perteneces por entero a tu Alfa.