capítulo 42

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Un nuevo amanecer había llegado,  Tae se estiró al lado del Alfa que dormía a su lado,  el olor a mango ya no era intenso,  habían pasado ya cuatro días desde que se encerraron en aquella habitación y el celo de Ho-Seok había llegado a su fin.

Tae miró a Ho-Seok que dormía pacíficamente a su lado,  eso era ahora,  porque los últimos dos días no le había dado descanso al pobre Omega, incluso Tae tuvo que recurrir a encerrarse en el baño para tener un poco de descanso,  mientras Ho-Seok gemía lastimosamente fuera de él, Tae sonrió al recordarlo.

Esa experiencia había sido muy intensa,  Tae se miró y sintió que ya nunca volvería a ser el mismo,  su mundo estaba repleto de Ho-Seok.

La pequeña marca que hizo en el Alfa era débil,  pero aún así podía sentirlo, dentro de su mente y alma, sabía que Ho-Seok sentía igual.

Cuando descubrieron esa pequeña conexión entre ambos,  se sintieron maravillados,  más aún Ho-Seok, al descubrir por fin que ese salvaje pelirrojo era su destinado, ahora si que no habría fuerza en el mundo que lo alejara del Omega.

Tae se dirigió al baño para asearse,  tenía mucha hambre, sería capaz de comerse un venado el solito, luego se vistió y acercándose a la cama donde aún descansaba el Alfa,  depositó un pequeño beso en su frente y salió de la habitación en busca de comida.

Jimin y Jungkook ya estaban desayunando cuando apareció Tae.

- ¡ Taetae!- gritó Jimin levantándose para ir a abrazar a su amigo, luego tomó su mano y lo llevó a sentarse junto a él.

Jungkook lo observó un momento y luego le dedicó una sonrisa.

-¿ Ho-Seok no baja?- preguntó Jungkook  a Tae.

Tae se sonrojo un poco al mirar a Jungkook,  para ninguno de ellos era un secreto lo que había sucedido en su habitación durante esos días.

- No...aún duerme- respondió Tae tímido.

Jungkook largó una carcajada.

- Lo dejaste agotado al pobre- le dijo Jungkook cerrándole un ojo.

Tae río, pero su cara le ardía.

- ¡Jeon Jungkook!, no molestes a Tae. - le dijo Jimin.

- Déjalo Jimin,  yo sé que él tampoco pierde el tiempo- dijo Tae mirando con una sonrisa pícara a Jungkook.

Ahora fue turno de Jungkook de sonrojarse.

-¡ Tae!, no molestes a Jungkook- dijo ahora Jimin también poniéndose rojito.

Los tres se miraron y rompieron a reír.

Ho-Seok apareció también en el comedor.

- Buenos días Ho-Seok- lo saludo Jungkook con diversión en la mirada.

Ho-Seok sonrió saludando y se sentó de inmediato frente a Tae,  no podía apartar la mirada del Omega.

- ¿ Tienes hambre?- le preguntó amablemente Jimin a Ho-Seok.

Ho-Seok dejó de mirar a Tae para mirar a Jimin.

- Bastante- respondió.

- Mucho gasto de energía amigo- dijo Jungkook riéndose.

- ¡ Jeon Jungkook!, te estás portando muy mal esta mañana,  deja de molestarlos, porque sino te quedarás sin cena esta noche...- le advirtió Jimin,  sabiendo que Jungkook entendía que no se refería a la cena exactamente.

Jungkook lo miró y entrecerró sus ojos mirando a Jimin.

- Tal vez puedo convencer a la cena...- respondió Jungkook con una sonrisa ladeada.

- ¡Jungkook!- gritó Jimin al ver el descaro de su esposo.

Tae y Ho-Seok por fin entendieron y se largaron a reír haciendo que los colores tiñeran las mejillas de Jimin.

Después de haber desayunado Jungkook se retiró con Ho-Seok para ponerlo al día de los acontecimientos de los días que no estuvo, mientras Jimin y Tae decidieron ir a ver sus caballos para ejercitarlos un rato.

Estaban por salir cuando Yoon-gi se acercó.

- Buenos días señor- luego miró con desconfianza a Tae.

- Hola Yoon-gi,  Tae ya está de vuelta- le dijo Jimin viendo que Yoon-gi seguía sin acercarse.

Tae también se dio cuenta y sabía que era por él que el Omega albino mantenía la distancia.

- Yoon-gi...te debo una disculpa,  no tengas miedo.- le dijo Tae y le sonrió.

Yoon-gi pegó un suspiro y le devolvió la sonrisa.

- No necesita disculparse señor,  sólo  soy su sirviente, además el señor Jimin me explicó. - le respondió Yoon-gi.

Tae sintió que había cierta altanería en el Omega al dirigirse a él, no podía gustarle Yoon-gi a pesar de que estaba haciendo su mejor esfuerzo sólo por Jimin.

Yoon-gi después se dirigió a Jimin y su  voz y actitud cambió totalmente,  Tae notó que se dirigió a Jimin con cariño, tal vez era sólo que él y ese Omega no congeniaban.

- Príncipe voy a ordenar sus aposentos y los del señor Tae,  después les haré el almuerzo,  tengo una receta que se que le gustará mucho- le dijo Yoon-gi a Jimin dedicándole una enorme sonrisa.

Jimin acarició la mejilla de Yoon-gi y luego la besó.

- Gracias Yoon-gi,  seguro me encantará. -le dijo Jimin.

Yoon-gi se retiró para empezar con su trabajo.

- Te has vuelto cercano a ese Omega- le dijo Tae a Jimin bastante serio.

- ¿ Mi Taetae está celoso?- le preguntó Jimin pellizcando las mejillas de Tae haciendo que éste riera.

- Soy muy celoso,  así que recuerda que yo y sólo yo soy tu mejor amigo.

Jimin largó una carcajada y lo abrazó.

- Porsupuesto Taetae,  tu eres mi  hermano,  nadie puede remplazarte.- le dijo Jimin llevándolo de una vez hacia los establos.

Pero alguien los había estado escuchando.

Yoon-gi no quería que Tae lo apartara de Jimin,  su odio hacia él había crecido un poco más.

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