capítulo 48

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Cuando Jungkook anudo a su Omega, algo maravilloso pasó en el interior de Jimin, él pudo visualizar como su lobo empezó a tararear una melodía dulce mientras un delgado hilo de plata empezaba a formarse haciéndose cada vez más largo y brillante,  pero lo más impresionante fue que su lobo anudo este hilo en el corazón del lobo de su Alfa, en ese mismo instante miles de sensaciones inundaron su mente,  podía sentir latiendo junto al suyo el corazón de Jungkook.

Jungkook también sintió la profunda conexión que se había establecido con Jimin, pudo sentir en carne propia lo que su Omega estaba sintiendo en ese momento,  y si alguna duda quedaba del amor que Jimin sentía por su persona,  fueron disipada en ese instante, porque logró sentir los fuertes sentimientos que el Omega le prodigaba.

- ¿ Lo sientes?- le preguntó Jimin emocionado.

- Sí bebé,  te siento dentro de mi con una fuerza increíble. - le respondió Jungkook totalmente asombrado.

- ¿Qué significa esto Jungkook?- le preguntó Jimin.

- No lo sé bebé,  pero la diosa luna nos bendijo de forma especial y maravillosa.

- Puedo sentirte dentro de mí,  es decir todo lo que sientes y supongo que te pasa igual, ¿pero esto no se da sólo en predestinados?- le preguntó Jimin.

- Debemos hablar con Beliel,  ella puede  aclarar nuestras dudas,  de igual forma esto es maravilloso Jimin. - le confesó Jungkook emocionado.

- Sí, esto que siento es hermoso. - le dijo Jimin.

El nudo por fin se había deshecho y Jungkook salió del interior de Jimin y girándolo hacia él lo besó tiernamente.

- Gracias,  hoy me has hecho el hombre más feliz de la tierra- le dijo Jungkook depositando muchos besitos sobre el rostro de su Omega.

Jimin río feliz.

- Gracias a tí,  por siempre pensar en mí  primero, el amor está que explota dentro de mi pecho,  y ese amor tiene un solo dueño, tú- dijo Jimin besando dulcemente a su Alfa.

Era todo tan perfecto, pero un grito desgarrador los sacó de su felicidad.

-¡ Tae, ese es Tae!- gritó Jimin angustiado.

- Vamos bebé,  debemos encontrarlo- le dijo Jungkook transformándose en el lobo castaño y de inmediato Jimin hizo lo mismo, empezando a correr adentrándose en el bosque para buscar a Tae.

Cuando lograron encontrarlo  Jimin aúllo de dolor, su amigo del alma estaba tendido en el suelo cubierto de sangre y con Ho-Seok arrodillado a su lado llorando desconsoladamente.

Jimin volvió a su forma humana y se lanzó de rodillas al lado de Tae.

-¡Tae, Tae!- lo llamaba desesperado Jimin.

Jungkook ya transformado habló.

- Debemos trasladarlo inmediatamente a la aldea, Ho-Seok transformate, colocaremos a Tae sobre tu lomo para que lo lleves de vuelta, Jimin saca nuestras camisas y amárralo firmemente para que Tae no se caiga, yo iré por Beliel,  nos juntamos en la aldea, ¡ de prisa,  no hay tiempo!- les ordeno Jungkook.

Jimin y Ho-Seok hicieron lo que Jungkook les dijo y partieron rápidamente rumbo a la aldea, mientras Jungkook en su forma lobuna partió en busca de Beliel.

Cuando llegaron a la aldea inmediatamente trasladaron a Tae a la habitación,  Jimin dejó de llorar para poder prestar los primeros auxilios a su amigo,  lo desvistió completamente y empezó a lavar sus heridas con agua tibia,  los paños con sangre se iban acumulando uno tras otro al lado de Jimin.

Cuando estuvo relativamente limpio vio que tenía muchos rasguños,  pero uno de ellos, el que tenía en su brazo izquierdo seguía sangrando profusamente y se estaba tornando de un color negro intenso.

Jimin tenía miedo,  no sabría que hacer si Tae llegara a morir,  simplemente no podría superarlo, Ho-Seok sentado al lado de Tae no paraba de llorar acariciando su cabeza.

La puerta de la habitación se abrió violentamente entrando Jungkook seguido de Beliel y su esposo.

- Jimin déjame revisarlo- le pidió Beliel y Jimin se hizo a un lado para darle espacio a la madre de Ho-Seok.

- Salgan todos de aquí, sólo Jimin se queda- ordenó Beliel.

- Pero madre quiero estar a su lado- protestó  lastimosamente Ho-Seok.

- Hijo,  por favor,  en estos momentos lo ayudas más esperando afuera.

Dae-hyung tomó de los hombros a su hijo y lo sacó de la habitación.

Beliel empezó a revisar las heridas de Tae una por una, la del brazo la tenía sumamente preocupada, ya que el negro de la herida abarcaba casi la mitad de éste.

- Jimin esto es malo muy malo.

Jimin sollozo sin poder evitarlo.

- Dime que lo salvaras Beliel- le suplicó Jimin.

- Jimin no es una herida cualquiera,  alguien le puso un poderoso veneno,  ahora Tae está luchando contra su propia muerte,  pero está tan débil...que difícilmente lo logrará.

- ¡ Beliel tiene que haber algo que se pueda hacer!- le gritó desesperado Jimin.

- Sólo si tuviera un destinado podría tal vez salvarse- dijo Beliel apenada por no poder hacer nada más.

- ¡Tu hijo!,¡Ho-Seok!- gritaba histérico Jimin.

- ¿De qué hablas Jimin?- preguntó Beliel.

- Ho-Seok es el destinado de Tae- dijo Jimin viendo un pequeño rayo de esperanza para Tae.

- ¡Diablos y porqué no dijeron nada!- dijo Beliel.

- Eso no importa ahora,  voy por Ho-Seok- dijo Jimin saliendo como alma que lleva el diablo de la habitación.

Ho-Seok- entró rápidamente a la habitación y se colocó junto a Tae.

Beliel lo miró con profundo amor.

- Hijo...ustedes son destinados,  Jimin me lo dijo- habló Beliel.

- Sí madre Tae es mi destinado- le confesó Ho-Seok.

- Hay una forma de salvarlo,  hijo mío debes marcarlo y ayudarlo desde la conexión interior de sus lobos a sacar el veneno de su sistema sanguíneo- le explicó Beliel a su hijo.

- Lo haré madre- respondió de inmediato Ho-Seok.

-¿ Qué probabilidades de tener éxito hay?- preguntó Jimin angustiado.

- Cincuenta y cincuenta,  pero hay algo más que debes saber hijo antes de tomar una decisión, mi hijo debe saber algo- dijo seria Beliel.

Jimin y Ho-Seok la miraron interrogantes.

- Sí tú lo marcas, y después de eso Tae aún muere...tú hijo también morirás, un Omega destinado con marca no puede vivir sin su Alfa,  lo mismo sucede con el Alfa  hijo.

Jimin cayó al suelo desconsolado y ya sin fuerzas.

- Lo haré madre,  porque no me imagino mi vida sin Tae,  o ambos vivimos o los dos moriremos. - dijo Ho-Seok con determinación.

Beliel dejó caer las lágrimas que estaba reteniendo,  el dolor en esos instantes la traspasaba.

- Es tu decisión hijo y yo la respetaré- le dijo Beliel abrazándolo fuerte.

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