capítulo 60

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Jungkook había construido hacía años esa cabaña para pasar sus celos,  nunca había compartido ninguno de ellos con un Omega,  ahora que podía haberlo hecho,  todas esas inseguridades que acarreaba por años lo asaltaron nuevamente,  ¿ qué pasaría si Jimin luego se arrepentía?, si, era cierto,  Beliel les dijo que eran predestinados,  pero quería que cuando compartieran ese vínculo Jimin no tuviera dudas y después de los últimos acontecimientos no creía que fuera el momento aún.

No dudaba del fuerte afecto que Jimin sentía por él,  pero él lo amaba y le pertenecía en cuerpo y alma, Jimin aún no le permitía marcarlo y el tampoco lo obligaría.

El calor de su cuerpo era agobiante,  esos tres días serían un martirio.

La puerta de la cabaña se abrió de golpe y el sujeto de sus pensamientos apareció en la puerta.

-¿ Jimin?- habló dudoso pensando que era una alucinación.

- No es tan fácil deshacerse de mí,  querido esposo- le dijo Jimin echando fuego por los ojos.

-¿ Cómo...cómo me encontraste?- le preguntó Jungkook sin saber si estar feliz o triste.

- ¿ Se te olvida que estamos conectados?- le respondió Jimin.

Jungkook no lo había pensado,  con el celo a cuestas sólo pensó en ocultarse.

- Jimin...vuelve,  aún no es tiempo...

- Eso lo decido yo, ¿ cuánto tengo que hacer para demostrarte lo que te amo?¿ cuándo vas a entender que ya no me separaré nunca más de tu lado?, nunca seré Rey de Nevermind porque mi hogar eres tú.

Jungkook lo miró con los ojos anegados en lágrimas,  eso era lo que el insconcientemente había anhelado escuchar, ya no tenía dudas,  ya no alejaría a Jimin de su lado.

Jungkook abrió sus brazos de par en par y Jimin corrió a refugiarse en ellos.

El olor  tierra dentro de la cabaña era intenso y se metía a raudales por las fosas nasales de Jimin volviéndolo loco.

- ¡ Por fin seré tuyo completamente!- le susurró Jimin.

- ¿Cómo?- preguntó Jungkook.

- Eres lento para algunas cosas amor,  pero pronto entenderás. - le dijo Jimin posando sus labios sobre la boca de su Alfa .

Jungkook empezó a sentir un fuerte olor a naranja madura que lo estaba trastornando.

-¿Jimin es lo que creo?- preguntó dudoso Jungkook.

- Sí Alfa gruñón,  dejé salir mi celo quiero compartirlo con mi esposo. -le dijo Jimin sonriéndole.

- ¡Bebé!, pero puedes quedar embarazado...

- Sería lindo ¿ verdad?, ya es tiempo de agrandar la familia- le respondió Jimin.

Jungkook río feliz, en su cabeza imaginó una niña o un niño correteando por palacio,  pero para eso tendría que ponerse a trabajar.

Jimin carcajeó divertido al sentir lo que su esposo estaba pensando.

- Tienes bastante trabajo mi querido esposo- y se largó a reír Jimin.

- No te preocupes,  no podrás quejarte del servicio que te prestaré- le dijo Jungkook cerrándole un ojo.

Jungkook  tomó la carita sonrojada de su Omega y atrapó sus labios para saborearlo a plenitud,  Jimin se dejaba hacer respondiendo animoso al avance de la lengua de su Alfa en su cavidad  bucal,  era tan adictivo su sabor que pensó que podría besarlo por siempre y aún quedaría con ganas de más.

Jungkook lo separó un instante para empezar a despojarlo de su ropa,  Jimin por su parte lo desvestía a él,  hasta que por fin sus pieles desnudas hicieron contacto y la sensación era maravillosa,  Jimin se sentía afiebrado y enterraba sus uñas en la espalda del Alfa haciendo que éste gruñera de placer,  los besos húmedos eran esparcidos por toda la blanca piel de Jimin mientras este se arqueaba en los brazos de Jungkook.

Depositándolo suavemente sobre la cama siguió besando sus manos, sus brazos, su cuello,  su pecho y sus rosadas tetillas,  su ombligo donde soplo y mordió la carne trémula,  para seguir hacia abajo mientras Jimin se retorcía desesperado.

Tomó sus pies y los acarició para luego succionar sus dedos que se recogían de placer,  luego recorrió primero sus piernas con sus manos para luego hacerlo con su boca hasta llegar a la entrepierna de su Omega,  que respiraba agitado, mientras su pecho y abdomen bajaban y subían aceleradamente al ritmo de su respiración, Jimin no creía ser capaz de aguantar tanto calor,  se sentía incendiado completamente.

Cuando Jungkook se apropió de su erección acariciando su falo con destreza,  supo que aguantaría eso y mucho más, estaba húmedo y lubricado,  sentía las palpitaciones esperando ser llenado por el miembro de su Alfa.

La boca de Jungkook reemplazó sus manos y Jimin jadeante apretaba la cabeza de Jungkook.

- Jungkook...Mmmm...te necesito...

- Rodeame con tus piernas- le ordeno Jungkook con voz ronca por el deseo.

Jimin lo hizo al instante y su Alfa se posicionó para empezar a penetrarlo con una lentitud exquisita.

- No te contengas esposo...por favor...

Los ruegos de Jimin, sumado a su penetrante aroma a naranja mezclado con el de tierra suyo,  lo hicieron colapsar y embestir fuertemente a Jimin mientras los jadeos y gemidos de ambos se mezclaban y llenaban el interior de la cabaña.

- Jungkook...marcame...quiero ser tuyo- dijo Jimin entre gemidos.

Jungkook sintió su pecho explotando de felicidad y cuando el nudo se hizo acerco su boca a la hendidura entre cuello y clavícula de Jimin y enterró sus dientes en la tierna carne de su esposo, en éste momento él y su lobo eran uno solo,  sus orbes oscuras tomaron un intenso color dorado,  señal de que su lobo también participaría de la marca.

Jimin sintió el dolor de la mordida pero aguantó estoicamente, sus pupilas se dilataron tomando un color ámbar  cristalino porque su lobo estaba aún más ansioso de ser marcado, pronto sintió el corazón de su Alfa latiendo junto al suyo y supo que tomó la decisión correcta,  la unión era suprema,  podía sentir cada partícula del ser de Jungkook en su propio cuerpo,  el dolor arremetió y nada lo preparó para el inmenso placer que lo inundó a raudales cuando su Alfa dejó salir su semilla dentro de él,  Jimin alcanzó un orgasmo intenso derramándose también entre su abdomen y el de Jungkook.

Miró a su Alfa poderoso y fuerte que lamía delicadamente su mordida para que cicatrizara,  y el impacto de la experiencia se derramó en profusas lágrimas derramándose por su rostro y mojando el rostro de su Alfa.

- ¡Bebé!,¿ te lastime?- preguntó preocupado Jungkook al ver como su dulce Omega se estremecía con los sollozos.

Jimin lo abrazó atrayéndolo para quedar con sus rostros frente a frente.

- Escucha mi corazón esposo,  lloró de felicidad,  me has hecho el Omega más endiabladamente feliz sobre la faz de esta tierra.

Jungkook sonrió,  Jimin nunca dejaría de sorprenderlo, y también lloró, lloró de agradecimiento,  por haber tenido la suerte de encontrarse en esta vida con su Omega predestinado.

Jungkook sonrió,  Jimin nunca dejaría de sorprenderlo, y también lloró, lloró de agradecimiento,  por haber tenido la suerte de encontrarse en esta vida con su Omega predestinado

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* gracias a quienes hacen estos hermosos fanart .

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