Capítulo 62

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Jimin se encontraba en el jardín cuando llegó Yung-su y se sentó a su lado.

- Jimin nunca tuvimos oportunidad de hablar de lo que sucedió con Taemin...

- Debe haberte dolido mucho su muerte...era tú favorito.

- Sí,  no voy a negártelo,  conmigo siempre fue atento...claro que ahora no sé si su cariño fue alguna vez sincero,  quiero pedirte disculpas,  se que  no fui la mejor persona cuando llegaste a palacio,  Jungkook y yo nunca hemos sido muy cercanos,  el siempre alejaba a todos a su alrededor,  al final el veía en mí una obligación más que nada,  pero con tú llegada todo fue cambiando,  y ahora me alegro sinceramente de que lo ames.

- Gracias,  me alegro que te hayas sincerado conmigo,  al principio también me caíste mal,  pero mi opinión sobre ti a cambiado y me gustaría ser tu amigo. - le dijo Jimin.

- Me encantaría Jimin ¿sabes?, en estos poco días me he acercado  mucho con Beliel,  incluso me ha estado enseñando a cabalgar a mí y a mis Omegas,  claro que bajo la supervisión de tu temperamental amigo. - le contó Yung-su .

Jimin no pudo evitar reírse,  conociendo a Tae le creía.

- Estoy feliz por ustedes,  ¿ser independiente no  es tan malo verdad?- le preguntó Jimin.

- No- respondió Yung-su largándose a reír- claro que Tae no paraba de decirnos que movieramos nuestro fofo trasero.

Jimin río ahora con más ganas.

El General Nam-joon se acercó y los saludo cortesmente.

- Bueno creo que iré por una siesta reparadora. - dijo Yung-su despidiéndose.

-¿ Puedo?- le preguntó el General a Jimin mostrando el lugar a su lado.

Jimin asintió sonriendo.

- No lo tomes a mal, pero Jungkook tiene un Omega hermoso a su lado. - le dijo con voz suave Nam-joon.

- Gracias,  y no se preocupe no lo tomo a mal, es extraño,  pero siento como si lo conociera. - le dijo Jimin mirándolo.

- Aunque te suene increíble,  sí Jimin,  me conoces. - le dijo Nam-joon.

-¿ Cómo?- preguntó curioso Jimin.

- Te contaré una historia,  sólo te pido la escuches hasta el final. - le pidió Nam-joon.

Jimin sonriendo asintió.

- Verás,  hace muchos años atrás,  cuando tu aún no nacías,  un joven soldado encontró un Omega perdido y asustado,  el soldado al ver la belleza del Omega se enamoró al instante,  la conexión era de ambas partes,  el soldado lo acompaño hasta su reino rogando a los dioses volver a ver al Omega que le había robado el corazón, el soldado ni siquiera supo su nombre,  pues el Omega se negó a decírselo.

Pasaron unos cuantos meses y el soldado no olvidaba el Omega,  pero había perdido las esperanzas de volver a encontrarlo, por azares del destino, fue enviado a escoltar a unos Alfas reales a una selección que  se realizaría en el reino de Nevermind,  ellos querían ser parte de esta fiesta donde las Omegas del reino elegían un Alfa para pasar su celo, pero eso tú ya lo sabes Jimin.

- Sí,  lo sé. - respondió Jimin totalmente interesado en la historia.

- Él soldado era sólo un escolta,  pero dentro de los Omegas descubrió al Omega que le robaba el sueño,  el corazón se le hizo trizas, el Omega estaba ahí para elegir un Alfa y él ni siquiera estaba entre los candidatos a escoger.

Pero su devoción fue recompensada, el Omega también lo había visto y lo eligió para pasar su celo con él,  el soldado estaba completamente feliz.

Esos días con el Omega un fuerte lazo se creo entre ellos , porque sin saberlo eran destinados,  el Omega no dejó que lo marcará así que el lazo nunca fue completado,  aunque el soldado lo anhelaba más  que nada en este mundo, al cabo de los tres días todos los Alfas abandonaron Nevermind,  incluido el soldado,  la felicidad de esos días compartidos  no se comparaba con la tristeza con la que abandono a su Omega.

El soldado sabía las reglas,  pero en su desesperación volvió al reino para buscar al Omega y convencerlo de irse con él,  pero todos sus planes se derrumbaron cuando descubrió que su Omega  era el único hijo de los reyes de Nevermind.

El príncipe además estaba esperando un cachorro,  cachorro que también era del soldado,  pero las reglas pesaron más que el amor, el soldado volvió derrotado y destruido , nunca tendría la oportunidad de conocer a su hijo o hija,  así de implacables eran las normas del reino de Omegas.

Jimin derramaba lágrimas sin poder contenerse y Nam-joon lo rodeó con sus brazos llorando junto con él.

- ¿ El soldado eras tú y él Omegami padre Jin?- le preguntó Jimin mirándolo con su rostro húmedo.

Nam-joon lo miro dulcemente y le seco las lágrimas con su mano.

- Sí Jimin,  soy yo...y soy tú padre- le dijo por fin Nam-joon.

Jimin lo abrazo fuertemente,  por eso se sentía tan bien a su lado,  ¡Era su padre!

-¡ Papá!, eres tú- le decía Jimin recorriendo su rostro con sus pequeñas manos.

- Ni en mis sueños creí escuchar a mi hijo llamarme papá- le dijo Nam-joon emocionado.

- Pues ahora lo escucharas cada vez que te vea,  papá - dijo Jimin entre lágrimas y risa.

Ambos permanecieron un buen rato abrazados y contándose sus vidas bajo un ambiente cálido y lleno de amor.

- ¿Papá,  mi padre Jin es la razón por la que nunca te has casado?- le preguntó Jimin.

- Sí hijo,  para mí sólo existe él,  aunque solo pueda verlo de lejos,  eso es suficiente para mí.

- Te admiro papá,  yo me moriría sin Jungkook a mi lado.- le confesó Jimin.

- Llevas la marca del Alfa en tu cuello,  eres muy diferente a tu padre Omega. - le dijo  Nam-joon .

- Ni te imaginas,  siempre fui un rebelde en mi reino,  creo que a papá Omega le dolía constantemente la cabeza por mi culpa. - le confesó Jimin riéndose.

- Pobre,  era tan dulce y joven cuando se embarazo de ti Jimin. - le dijo Nam-joon.

- Papá es un gran líder,  pero siempre estaba triste,  ahora comprendo,  aunque el lazo entre ustedes no fue hecho,  el tenía añoranza de su destinado,  porque para ustedes yo fui el lazo que los unió de por vida.

- Sí tienes razón. - le respondió Nam-joon- pero conocerte y ver en el extraordinario Omega en que te has convertido,  valió todos  los años de espera. - le dijo Nam-joon volviendo a llorar.

Jimin lo abrazo por todo el tiempo que habían estado separados.

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