Omega Supremo

capítulo 34

Capítulo 34

Jimin era una imagen adorable de un Omega completamente saciado, pequeñas gotas de sudor perlaban su frente y su boca rosada húmeda e hinchada daban muestras de lo mucho que había disfrutado y esa imagen tenía al Alfa por las nubes.

- Jungkook tú ni siquiera te quitaste la ropa- dijo Jimin tratando de regular su respiración.

- Hoy era sólo para tí bebé- le respondió Jungkook.

Jimin no podía creer la suerte que tenía, Jungkook le daba prioridad a él, una ternura inmensa explotó dentro de su pecho.

- Pero tú también tienes un problema- dijo Jimin mirando la entrepierna abultada del Alfa.

Jungkook sonrió.

- Por ahora sólo déjame dormir contigo abrazándome, éste problemita pronto pasará- le dijo Jungkook- me daré un baño frío y vuelvo.

Jimin lo rodeo con sus brazos.

- Cuando mi padre me dijo que me tendría que casar con un Alfa que ni siquiera conocía, no me revelé porque como príncipe era mi deber mantener mi reino a salvo, además era sólo un acuerdo y luego de un año me iría, no contaba con conocerte y empezar a sentir cosas por tí, al principio me enojaba constantemente pensando que eras igual que todos los Alfas y inconscientemente me negaba a que tuvieras alguna influencia en mí, pero empecé a conocerte y aquí me tienes dispuesto a intentar que este matrimonio sea uno real.- le confesó Jimin.

Jungkook estaba repleto de dicha al escucharlo decir esas palabras.

- La suerte es mía bebé, has cambiado mi mundo gris por uno lleno de color, yo no tengo dudas, te amo y haré todo lo posible porque un día me ames tanto como yo lo hago.

Jimin aún estaba inseguro de sus sentimientos, eran muy recientes, no se atrevía a decir te amo aún.

- Gracias por ser tan paciente, sólo puedo decirte que eres el primero en todo, mi primer beso, mi primer latido acelerado, el primero que ha despertado mi corazón.

Jungkook le depositó un beso dulce y casto en su frente.

- Para mí es suficiente- le dijo Jungkook- ahora iré por mi baño.

Jungkook se introdujo en la bañera y suspiró profundamente, él no tenía dudas de que con el paso del tiempo Jimin le entregaría su corazón.

Cuando regresó abrazó a Jimin y durmió plácidamente, como hacía días no lo hacía, Jimin era todo lo bueno de su vida y de su mundo.

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Yoon-gi esa noche vio que no había peligro si visitaba a Taemin en sus aposentos y fue a visitarlo.

- Taemin tenemos que hablar- le dijo Yoon-gi ya en el interior de la habitación.

Taemin se acercó rápidamente y lo tomó bruscamente del brazo.

- ¡ Eres tonto o que!, alguien puede verte entrando aquí y todo se iría a la mierda. - le susurró furioso.

Yoon-gi se soltó de un tirón y lo miró fríamente.

- El estúpido aquí eres tú te lo recuerdo, si vine era porque es seguro- le escupió Yoon-gi.

Taemin se alejó para sentarse en la cama.

- Habla entonces- le dijo sin ninguna inflexión en su voz.

- Ellos sospechan de tí, pero no tienen pruebas, a mi también me tienen vigilado por mi cercanía contigo, lo bueno es que el tonto Príncipe me tiene lástima y cree que soy buena persona- Yoon-gi largó una carcajada.

Taemin lo miró y levantó una de sus cejas.

- Eso ya lo sé, ¿ tienes algo nuevo que contar o sólo viniste para ser follado?- le dijo Taemin con desprecio.

Yoon-gi se puso rojo de la rabia, pero se contuvo, ya veríamos si seguiría menospreciándolo.

- ¡ Imbécil!, como si alguien te diera placer como yo, pero bueno lo importante ahora es que debemos deshacernos del Omega pelirrojo, me tiene entre ceja y ceja, con él entremedio será difícil atentar contra el Príncipe de Nevermind.

- ¿Alguna idea?- le preguntó Taemin mostrando interés ahora.

- ¿Ahora si tengo tú atención?- le dijo despectivamente Yoon-gi.

- Habla ya, no tengo paciencia para tus jueguitos- le respondió Taemin.

Yoon-gi se sentó a su lado.

- Crearé una oportunidad para que Tae se aleje solo hacia el bosque y me encargaré personalmente de él.

-¿ Y cómo lo harás?- le preguntó curioso Taemin mirándolo fijamente.

- Déjame a mí, no necesitas saber nada más- le dijo Yoon-gi.

- Mientras no levantes sospechas no tengo problema. - dijo Taemin encogiéndose de hombros.

- Bueno ahora me voy, no te descuides, el Rey Goon te mataría si confirma que estás involucrado. - le dijo Yoon-gi parándose de la cama para abandonar la habitación.

Taemin lo agarró del brazo y lo tiró bruscamente sobre la cama.

- No tan rápido Omega, es hora de que me atiendas- le dijo mirándolo lascivamente.

Yoon-gi sonrió, no podía negar que éste tiempo sin el Alfa lo tenía necesitado, su relación no era dulce ni tierna, era brusca y violenta, pero no se quejaba, así le gustaba, y sin dilatar más el momento se dedicó a darle placer a Taemin, porque eso era lo único que nadie más podía darle.

Taemin por su parte lo agarró firmemente del cuello y sin importarle si el Omega estaba preparado o no, lo embistió profundamente, no podía negar que con Yoon-gi siempre lograba llegar al orgasmo, a veces tenía cierto anhelo de tratarlo mejor, no sabía porqué, algo muy en su interior le decía que ese Omega no era una simple casualidad en su vida, pero siempre ganaba su egoísmo y lo dejaba en el fondo de su subconsciente.

Yoon-gi no daría tregua al Omega pelirrojo, mientras antes desapareciera del mapa era lo mejor.

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Ho-Seok después de la conversación con Tae fue en busca de Huneum, debía enfrentar el problema que él mismo había generado.

Huneum se encontraba en el jardín de los Omegas de palacio.

- Huneum...debemos hablar. - le dijo Ho-Seok acercándose.

- ¿ Está todo mal verdad?- le dijo triste la muchacha.

- Huneum te pido disculpas, no fue mi intención causarte dolor, pero no puedo ir contra mis sentimientos, te quiero y te aprecio- le dijo sinceramente Ho-Seok.

-¿Es por ése Omega pelirrojo verdad?- le preguntó Huneum.

- Sí, tenía miedo de admitir lo que siento por Tae, pero ya no voy a luchar más, él y yo nos daremos una oportunidad. - le confesó Ho-Seok.
Huneum le sonrió.

- No te mentiré diciendo que no me duele, pero lo entiendo, uno no manda sobre lo que siente, agradezco tú sinceridad, es preferible que duela ahora, no te preocupes dentro de unos días solo será un hermoso recuerdo. - le dijo Huneum sonriéndole.

Ho-Seok se sentía horrible.

- Mereces alguien que te ame, de verdad que sí. - le dijo Ho-Seok besando una de sus manos.

- Vete ahora, estaré bien- le dijo Huneum retirando su mano.

Ho-Seok hizo una reverencia y se alejó, Huneum cuando vio que ya no estaba se permitió derramar algunas lágrimas, ella no era rencorosa y se alegraba que ese Alfa hubiera encontrado el amor, con decisión se secó sus ojos y sonrió entrando a reunirse con el resto de los Omegas.

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