capítulo 10

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Cuando Jimin despertó sintió un confortable calor pegado a su espalda y unos brazos fuertes y musculosos rodeando su cintura, Jungkook lo tenía firmemente abrazado y se sintió cálido y protegido, así que cerró nuevamente sus ojos y volvió a quedarse dormido.

El sol entraba por el balcón de la pieza cuando Jimin despertó nuevamente y se dio cuenta que Jungkook ya no estaba, se estiró perezoso y saliendo de la cama se baño y vistió para ir en busca de Tae.

Tae ya se encontraba vestido y dando vueltas como gato enjaulado dentro de su habitación cuando Jimin entró.
-¡ Por fin apareces!- le dijo Tae.

Jimin se largó a reír y cerró la puerta.
-¿ Me extrañaba Taetae?- le preguntó Jimin divertido de la impaciencia de su amigo y hermano.

- Al parecer tú no- le dijo Tae haciendo un puchero.

Jimin lo acercó para abrazarlo.

- No seas tonto, también te extrañaba gruñón- le dijo Jimin pellizcando la nariz de Tae.

- ¡ Auuu!, siempre tan violento- lo miró serio para luego largarse a reír abrazando cariñosamente a Jimin.

- ¿ Cómo dormiste?- le preguntó Jimin sentándose en la cama.

- Me costó dormir, pero después lo hice como un angelito. - respondió Tae- ¿ Y tú Jimin?.

Jimin se sonrojo un poquito, cosa que a Tae no le pasó desapercibido.

- Bien- respondió escueto Jimin.

- ¡ A ver, a ver!, ¿ qué no me estás contando?- y se acercó para mirarlo directamente a los ojos.

Jimin bajó la vista para ocultar la sonrisa que se asomaba traicionera a sus labios.

- Nada Tae- dijo poco convencido.

- A mí no me engañas, te conozco demasiado bien, vamos lárgalo de una vez.

Jimin apretaba sus manos nervioso y no pudo evitar reírse, a Tae no se le iba ni una.

- Tae, vas a creer que estoy loco...pero creo que me gusta Jeon, y no un poco, sino que mucho...

Tae lo miraba asombrado.

- Jimin tal vez te estás confundiendo, nunca antes habías estado con un Alfa, además las circunstancias se prestan para que te confundas.

- Puede ser Tae...pero tuve ganas de que me besara...

- Jimin por Dios!, ¿ no será tú celo?- preguntó preocupado Tae.

- Sabes que no Tae, nosotros sabemos controlarlo, sólo tuve ganas.

- Prométeme que no te dejarás llevar, podrías complicar las cosas, el Rey podría enamorarse de tí, lo estás recién conociendo y no tienes experiencia con otros Alfas, así que tranquiliza a tu lobo y ocupa tú cabeza, ¿ de acuerdo?.

- Tienes razón Tae, me tranquilizaré, después de unos días me acostumbraré a su presencia y se me pasará, ya verás. - le dijo Jimin con más convicción de la que sentía.

Tae revolvió el cabello de Jimin con su mano y le estampó un sonoro beso en la mejilla.

- ¡Vamos a desayunar, mi pancita gruñe!- le dijo Tae riéndose.

Jimin se levantó de la cama y siguió a Tae fuera de la habitación bajando las escaleras hacia el primer piso.

La vieja sirvienta que los recibió el día que llegaron apareció de inmediato.

- Acompañenme al comedor, de inmediato les traerán su desayuno.
Tae sonrió complacido y un sonoro crujido de tripas mostró cuanta hambre tenía.

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