"Quien Soy?"

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Fue ahí cuando Hoseok se me acerco y dijo que no podía decir ni contar nada de lo que pasaba ahí dentro, y entendí que ellos dos eran parejas. Mire hacia atrás buscándolos con la mirada, uno abrazaba al otro, y jugaban entre ellos, se les veía bien, sonreí al verlos felices, y apenas dibuje mi sonrisa el, una vez más me dio esa mirada, creo que no era bienvenida por el en ese lugar. desvié mi mirada incomoda, y me acerqué a Jhope preguntándole si me podía quedar en otro lugar mientras él hacia lo que debía hacer, y solo se le ocurrió dejarme en su estudio.

Me llevo ahí, y me mostro donde quedaba el baño más cerca, dijo que no cerrara la puerta o no podría abrirla de nuevo, asentí, y me senté en la silla de su computadora.

Las horas pasaron, y ya me aburría estar ahí, fui al baño para despejarme, moje mi cara, me mire al espejo, levante mi polera para revisar mi cuerpo, el morado llegaba hasta mi espalda, y la puerta fue abierta, no reaccione a bajarla, hasta que vi su cara, frunció el ceño, se acercó a mí, girándome, revisando me toco despacio, esa mirada oscura que me daba antes se volvió tristeza, me pidió perdón, y salió de ahí. Lo que me causó extrañeza, ¿por que pedía perdón?, ¿por que su reacción?, ¿quien era 6el que se sentía tan culpable?, molesto. Salí tras él, en busca de respuestas, pero no sabía dónde estaba y si lo iba a buscar me podría perder en el lugar, o bien, meterme en problemas.

Decidí volver al lugar donde me dijo Hoseok, pero olvidé un gran detalle. La puerta, la había cerrado. Me senté en el piso del lugar, esperando a que el viniera, apoye mi cabeza en la pared y cerré mis ojos, y sin quererlo, soñé con mi ángel, de aquella vez que me salvo del auto, pero había algo diferente, no podía recordar su rostro, intentaba, pero no podía, veía claramente su cuerpo, estatura, veía su pelo, pero su rostro ya no estaba en mis recuerdos, sentí miedo, no lo quería olvidar, si lo hacía jamas lo encontraría hasta mi otra vida.

Abrí mis ojos abruptamente y sentí que alguien tocaba mi dedo menique, mire y estaba entrelazado con su dedo, a mi lado estaba aquel chico, de la misma posición que yo, con lo ojos cerrados apoyado en la pared, me levante de ahí asustada y mi costilla dolió tanto que doble mi cuerpo del dolor y queje, el abrió sus ojos, me di la media vuelta y camine de ahí.

Era extraño, la situación, él, como me miraba, cuando susurro, cuando pidió perdón. Todo me confundía. Me volví a sentar en el suelo a causa del dolor que ya no me dejaba ni respirar, él se acercó a mí, se agacho a mi altura, mirándome fijamente, dio una pequeña sonrisa, lo que me llamo más aun la atención.

X - ¿sabes quién soy? –asentí- te escucho.

Pame – mi hermana dice que eres el maknae, Jungkook –agacho la cabeza moviéndola en negativa-

Jk - ¿Por qué corres de mí?

Pame – me miras, tu mirada, es ... como si no te gustara que este aquí. –sonrió-

Jk – no es por eso, déjame ayudarte –tomo de mi mano levantándome con cuidado, apoyándome de la pared- te duele mucho –asentí-

Pame – no puedo respirar, -se me dificultaba la respiración-

Jk – ¿confías en mí? –negué y él sonrió- auch, tendrás que hacerlo, soy el único que te puede ayudar –dijo rascando su parpado- cierra los ojos –dijo viéndome, cerré mis ojos, dudosa de la situación, sentí su mano en mis costillas, y poco a poco mi respiración se ampliaba más, sentía como el calor de su mano atravesaba mi ropa, luego, su respiración la sentí sobre mí, su nariz tocaba la mía – no abras tus ojos –dijo casi rozando mis labios, trague aire y escuche como alguien gritaba su nombre.

Era aquel chico que siempre lo abrazaba, él se acercó serio, molesto, llego frente a él y planto su mirada en mí, lo que me hizo huir y esconderme atrás de unos de los pasillos, mi costilla ya no dolía, solo cuando la tocaba. Camine un poco más y hope venía de frente, preguntándome donde estaba.

Pame – yo lo siento, debo irme, gracias por todo. Cuando pueda te hare llegar tu ropa, -grite pasando por su costado, corriendo.

Jh – no puedes irte, tu familia te vera así –me hizo detenerme, y el corrió a mí- quédate dos días conmigo, cuando ya estés bien puedes ir a tu casa. no los preocupes si no harás nada en contra de él.

Pame – no quiero estar aquí ahora, -lo mire- por favor.

Jh – ¿sucedió algo?

Pame – solo no me siento cómoda aquí.

Jh – que mal, porque te quería ofrecer algo. –lo mire- es que, necesito que alguien me ayude con mis cosas, ya sabes, organizar mi agenda, maquillaje, o si necesito algo, no lo sé. Trabajarías para la agencia.

Yo – sabes .... -me acerqué y susurre- sabes que no, no quiero encontrarme con el que me hizo esto.

Jh – pero no te lo encontraras aquí, además estarás con nosotros siempre.

Yo – lo siento –negué- no puedo.

Jh - piénsalo, no es necesario que me respondas ahora.

Jm –pensar en que –lo mire y mire a Jk.

Yo – hobi –dije nerviosa- me voy. –camine, dejando a los 3 ahí, no sé cómo, pero llegue a la salida. Apenas me vi fuera del edificio, respiré profundo, y caminé sin sentido. Hasta que una bocina fue tocada, miré y seguí mi camino, la verdad es que ese chico algo tenía que me causaba nervios, miedo, su mirada me paralizaba. Pero, algo me llamaba a él, era como la necesidad de verme reflejada en sus ojos oscuros. Como cuando sabes que algo te hace mal, pero quieres hacerlo, aun así. De pronto solo lo vi parado frente a mí. No me podía mover, quería correr, pero esa estúpida mirada.

Jk – sube, te llevo a casa.

Pame – prefiero caminar. Gracias.

Jk – sube, me sentiré mal si caminas tanto.

Pame – me podrías hacer un favor. –asintió- cierra tus ojos. –cerro dando un suspiro- sucede que cuando me miras, siento que no me puedo mover –sonrió, y camine por su lado, arrancando de él y sin mirar atrás. Más adelante la bocina fue tocada de nuevo, pero ya no era la de él, era hope. Me hizo señas con su mano y corrí a su auto, mirando atrás y Jk observaba a lo lejos.

Jh – creí que te irías con Kookie.

Pame – porque lo haría, no lo conozco.

Jh – es que .... ¿no te lo dije?, fue el, el que te vio, y te subió al auto, bajamos los dos, a verte, yo te hablé, y caíste a sus brazos. Incluso despertaste y le dijiste «otra vez tu». Creí que se conocían.

Pame - ¿yo dije eso? –asintió- nunca lo he visto en mi vida. Y la forma en que me mira, me da miedo.

Jh – él dijo que quizás si hubiéramos pasado antes por ahí no te habría pasado nada.

Pame – crees que mañana me pueda quedar en tu casa, y no ir.

Jh – entonces no aceptaras mi oferta.

Pame – no por ahora, gracias.

Al llegar a su departamentole dije que durmiera en su habitación, yo lo hice en el sofá. Pensaba con quien habré confundido a ese chico que le dije eso. Era extraño, sumida en mis pensamientos me dormí. 











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αɳɠεℓ ɠµα૨∂เαɳ.                        ~terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora