Capítulo 27.
"CONTINÚAN ASESINATOS DE INTEGRANTES DEL CÁRTEL DE LOS APARECIDOS".
"El día de ayer por la madrugada fueron encontrados en la cabina de un camión doce cuerpos parcialmente carbonizados pertenecientes a hombres entre los veinticinco y cincuenta años de edad. Aunque los cuerpos sufrieron daños notorios por las quemaduras, aún se encontraban lo suficientemente completos como para ser reconocibles, lo cual permitió determinar que se trataba de doce integrantes del famoso cártel mexicano de los Aparecidos, ampliamente conocidos a nivel mundial por sus métodos sádicos y sangrientos. A pesar de que todavía no se ha dicho de manera oficial cuál fue el móvil de los asesinatos, los primeros reportes indican que la Mafia Veneciana está inmiscuida en el asunto. Con éste, ya son tres los casos reportados en los que la Veneciana ajusticia a integrantes de este cártel, por lo que la cuestión ha tomado un carácter internacional. La Interpol ha decidido tomar cartas en el asunto y se ha puesto en contacto con la Procuraduría General de la República, el organismo mexicano encargado de...".
Johann cerró intempestivamente el periódico y miró a Adrianne, quien tranquilamente comía una tostada embarrada con mantequilla y mermelada de naranja. Si la chica había leído la nota antes de que él llegara a desayunar, sabía mantener perfectamente bien la tranquilidad y la cordura.
"¿Por qué la Mafia Veneciana decidió aniquilar a tantos integrantes del Cártel de los Aparecidos? ¿Por qué comenzó a darles caza? ¿Por qué justo ahora?".
Obviamente ésa era una pregunta que nadie de los presentes iba a poder responder.
- Vamos, suéltalo ya.- suspiró Adrianne, sin dejar de mirar su tostada. Renée, frente a ella, se removió inquieta en su silla.- Sé que te mueres de las ganas de hacerlo.
- Perdona si he sido indiscreto.- se disculpó Johann, carraspeando y dejando el periódico en la mesa.- No pude evitar sobresaltarme al leer esto.
- ¿Por qué? Es la tercera noticia sobre este tema que aparece en los periódicos.- contestó ella, sin inmutarse.- Claramente lo dice ahí: Éste es el tercer caso de asesinatos de gente del cártel por parte de la Veneciana. ¿Por qué? Por ajuste de cuentas, seguramente, no hay que ser un genio para saberlo.
- No es eso lo que me interesa sino cómo te sientes tú al respecto.- insistió Johann, muy serio.- Después de todo, ellos son quienes...
- Sí, lo sé, Renée me comentó lo mismo hace un tiempo.- lo interrumpió Adrianne, volteando a ver a su prima, quien se mantenía callada.- Y te diré lo que le dije a ella: No me importa, de verdad. No puedo asegurar que me sienta mal por esos pobres diablos, pero tampoco es como si el saber que los están matando me fuera a quitar el sueño.
Johann intercambió una mirada con Renée, mientras Adrianne se disponía a dar buena cuenta de su tostada. A ambos les sorprendió la serenidad con la que la joven se estaba tomando el asunto, pero cierto era que ella no podía cambiar el rumbo de los acontecimientos ni tampoco impedirlos. El pianista dejó escapar un prolongado suspiro.
- Hablemos mejor de algo más interesante.- pidió Renée, en un tono de voz animado.- ¿Vieron las fotografías que nos hizo llegar Francesco del concierto de Navidad?
- Las vi en el periódico hace unos días.- respondió Johann, sirviéndose más café, sin agregarle ni azúcar ni leche ni crema. Él tomaba café negro y sin azúcar, no porque creyera que eso era propio de hombres maduros sino porque se acostumbró a beberlo así en la época en la que el azúcar y los complementos no alcanzaban para todos.- No debería de sorprenderme que el concierto de Julieta tuviera suficiente importancia como para alcanzar las noticias de sociales a nivel internacional.
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El Sonido del Silencio.
RomanceUna joven reportera mexicana busca una segunda oportunidad en Europa tras haber sido desterrada de su país debido a ciertos roces que tuvo con el narcotráfico; mientras trata de reconstruir su vida en el Viejo Continente, ella convivirá con personas...