Capítulo 19.
Él estaba tan sumido en su música que ni siquiera la vio venir; había qué admitir que ella era muy persistente, aunque esto no fuese algo positivo, al menos no para él.
Ya antes había sucedido, que él se perdiera tanto en su mundo al tocar el piano que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor; por algo decía Renée que a él no lo distraería ni siquiera bailando desnuda delante suyo. Johann Lorenz podría estar tocando durante el mismo Apocalipsis y no se daría cuenta de ello sino hasta que hubiese terminado de interpretar su música, aunque la mitad del mundo hubiese sido destruido en el proceso; sin embargo, si bien él nunca vio el suceso como algo negativo, pronto habría de darse cuenta de que distraerse tanto podría traer sus malas consecuencias.
La Academia Europea de Florencia se encontraba casi desierta a esas horas de la tarde, ya que los alumnos habían ido a comer, de manera que Johann pudo concentrarse completamente en esos momentos en los que se encontraba solo. Además, el piano que tenían ahí era un instrumento magnífico, como había pocos, y estaba muy bien afinado, de manera que el austriaco no perdió el tiempo en reclamos. La luz del sol se colaba por el ventanal que tenía frente a él, y perdido en las doradas motas de polvo, Johann se sumió por completo en ese mundo místico que para él es la música.
Flora sabía que Johann estaría en la Academia Europea de Florencia, Alexander lo confirmó durante la comida familiar que tuvieron ese día; durante todo el evento, Alexander había estado distraído y con la mirada perdida, y Flora se preguntó si la chica de cabello castaño y mechas rojas de la terminal habría tenido algo que ver, porque a pesar de lo que ella y Alexander hubiesen dicho, se notaba que había algo fuerte entre ellos. Sin embargo, él no soltó prenda a pesar de las múltiples preguntas que tanto Flora como sus tíos y otros primos habían hecho, y Alexander se había retirado en cuanto creyó que ya había cumplido con la obligación de estar ahí. Con la suposición de que su primo iría a la Academia Europea, Flora había insistido en acompañarlo según porque "deseaba escucharlo practicar", pero el joven se negó rotundamente alegando que tenía un compromiso urgente por cumplir antes de ir al ensayo, además de afirmar que al día siguiente ella lo oiría tocar en el concierto, por lo que era inútil que lo acompañara ese día. Aunque Alexander dijo esto con la mayor calma posible, Flora sintió que él estaba prohibiéndole ir a ver a Johann, cosa que no sería rara considerando el evidente malestar que causó ella en la terminal con su sola presencia.
La chica no se desanimó ni se impacientó; ella aceptó que Alexander se marchara solo y, tras dejar pasar una media hora, Flora salió de su casa pretextando que iba a un mandado, pero en vez de eso tomó un taxi y se dirigió a la Academia Europea, esperando poder convencer a Alexander de dejarla quedarse al ensayo. Sin embargo, el asunto le salió mucho mejor de lo que esperaba, porque al llegar a la Academia y preguntar por Alexander Wald, se le informó que éste no había llegado aún y que Johann Lorenz se encontraba practicando solo. Flora agradeció al guardia que la detuvo, para preguntar después con la más dulce de sus sonrisas en dónde podría encontrar un sanitario.
- Siga por este pasillo y doble a la izquierda, y después, a la derecha.- dijo el hombre.- Ahí está el baño de mujeres.
- Mil gracias, gentil caballero.- dijo ella, agitando sus pestañas y sus dos buenas delanteras, para beneplácito del hombre.
Flora, por supuesto, no siguió las indicaciones del guardia y acabó por meterse en la primera puerta abierta que vio; los pasillos de la Academia Europea parecían estar suspendidos en el tiempo, ante el silencio de la tarde que sólo era cortado por la música de algún piano magistral, que parecía brotar de las paredes más que del instrumento en sí. Flora se dejó llevar por la música, con la certeza de que, al final del arco iris musical se encontraría su olla de rizos de oro.
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El Sonido del Silencio.
RomanceUna joven reportera mexicana busca una segunda oportunidad en Europa tras haber sido desterrada de su país debido a ciertos roces que tuvo con el narcotráfico; mientras trata de reconstruir su vida en el Viejo Continente, ella convivirá con personas...