Capítulo 18.

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Capítulo 18.

Florencia, ubicada en la región de la Toscana, célebremente conocida por su patrimonio artístico y arquitectónico, ha sido semillero de artistas famosos a lo largo de su historia, sobre todo en la época del Renacimiento, que fue cuando la ciudad tuvo su mayor auge bajo la dinastía de los Médici. Había tantos monumentos, obras y edificios por ver que Adrianne creía que no alcanzaría a plasmar todas sus impresiones en su bitácora de viaje, ya repleta con sus vivencias en Alguer y Venecia. Era tal la belleza arquitectónica y natural de la ciudad que ella sentía que tendría una sobrecarga neuronal, lamentando profundamente no poder quedarse más de los tres días que marcaba el itinerario del viaje (aunque esto le pasó también en las dos ciudades previas, y muy probablemente le ocurriría en la última parada del viaje, Roma).

Johann y Antje no se cansaban de hablarle a Adrianne sobre cada monumento que encontraban a su paso, añadiendo detalles e historias que muy seguramente ni los propios guías de turistas sabían. Antje, sobre todo, era la que más entusiasmada se sentía con las cuestiones arquitectónicas, considerando el hecho de que ella estudiaba para ser arquitecta. Dueña de una memoria prodigiosa, la chica citaba hechos, datos históricos y diseños que dejaban sorprendido a cualquiera que la escuchara.

- Lo siento, te estoy aburriendo, ¿verdad?.- se disculpó Antje, ruborizándose, mientras pasaban por el Ponte Vecchio y explicaba que ése había sido el único puente que sobrevivió a los bombardeos nazis de la Segunda Guerra Mundial.

- Para nada, es interesante lo que cuentas.- replicó Adrianne, con una sonrisa.- Tú sigue, que será difícil que me hartes.

A Adrianne le había costado un poco de trabajo entablar una relación con Antje, por el hecho de que ambas eran tímidas y de naturaleza reservada; sin embargo, poco a poco la chica Lorenz había ido abriéndose con la mexicana, y ésta pudo darse cuenta de que ella era una joven muy inteligente y talentosa, al igual que sus otros hermanos, pero que su pasión era más sutil que la de éstos.

Para alivio de todos los presentes, ninguno tuvo qué compartir la mesa con Flora Grimaldi (aunque no hubo necesidad de comer sándwiches, como había dicho Antje, sino que hicieron escala en uno de los pintorescos y deliciosos restaurantes típicos de la ciudad), la cual fue el inevitable tema de conversación de Renée y los Lorenz; Adrianne, como era su habitual costumbre, fingía no estar prestando atención aunque no se perdía detalle alguno de la plática. Así fue como ella se enteró de que Flora era una de las muchas primas que Alexander tenía por parte de su madre, a la que veía con cierta frecuencia, y que no era precisamente bien recibida con los Lorenz (como solía suceder con la mayoría de los familiares de Alexander) gracias a que era una descarada que acosaba abiertamente a Johann a lo cínico, es decir, muy al estilo Alexander Wald.

- No cabe duda de que es su prima.- gruñó Renée, mientras comía una lasagna.- Es igual de cínica y descarada, y no sabe respetar lo que no es suyo.

- Pero a Alexander pareces tolerarlo bien.- Adrianne se atrevió a deslizar un comentario.- ¿En qué se diferencia de Flora?

- En que él no pretende quitarle a Johann.- respondió Patrick, lacónicamente.- Y ella, sí.

Flora había ido a Alemania apenas seis meses antes de la llegada de Adrianne a Europa; la chica tenía deseos de conocer el país en donde su primo vivía y la gente con la que convivía, independientemente de si él estaba de acuerdo o no. De inicio, Alexander había recibido a Flora con mucho gusto, hasta que se dio cuenta de que ella se había prendado de Johann y hacía todo lo posible para llamar su atención... Sin importarle que él ya tuviese novia. Obvio era, entre la italiana y Renée se había establecido una fría cortesía que mal disimulaba el rechazo que cada una sentía por la otra, y es que desde el comienzo Flora consideraba a Renée como un estorbo, mientras que ésta creía que aquélla no conocía lo que era la decencia.

El Sonido del Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora