Magia de Luna azul | Souta Kawata - Tokyo Revengers

Capítulo 6. Moonlight Club.

El Moonlight Club era sin duda un lugar impresionante.

Una imponente edificación con tres pisos de alto, bastante espaciosa, donde se organizaban las mejores y más importantes fiestas. No importa a cuántas personas hablaras, desde chicos universitarios comunes y corrientes, hasta importantes empresarios, si preguntabas dónde se daban las mejores fiestas, la mayoría respondería inmediatamente: el Moonlight.

Aunque por supuesto, el Moonlight no siempre había sido lo que es ahora. Comenzó como un pequeño edificio empresarial de tres pisos, lleno de oficinas prácticamente abandonadas, cuando una joven pareja de 20 y 23 años, con el dinero obtenido tras años y años de trabajo y esfuerzo, decidieron comprar el primer piso.

Saori y Mako Hayashi eran dos jóvenes recién casados, dueños de un amor inmenso, muchos sueños encima y poco dinero. Los cuales dedicaron la mayor parte de su adolescencia a realizar diversos trabajos para finalmente poder comprar el primer piso de aquel edificio y poder hacerlo su lugar.

El lugar comenzó como una especie de pequeño bar sencillo, donde la gente podía ir a comer o simplemente relajarse un rato, estudiantes, universitarios, parejas. Nadie podía negar que el Moonlight era un lugar especial, un espacio lleno de recuerdos, donde se habían presenciado la misma cantidad de risas que de lágrimas.

Claro está, que para dos jóvenes atareados, no era nada fácil atender un negocio primerizo, por no decir que era casi imposible. ¿Pero para qué era la familia si no era para ayudarse y apoyarse entre todos? Ahí es donde entraban en escena tres personas: los hermanos de Saori y Mako.

Saya, la hermana menor de Saori, había decidido no dejar morir a su hermana, así que con sus apenas 18 años comenzó a trabajar en el club como mesera. Mientras Saori atendía la barra y pasaba los pedidos a la cocina, Saya de encargaba de ir de aquí para allá con una bandeja, tomando y llevando pedidos y bebidas.

Por otro lado, estaban Dai y Fuji, los hermanos de Mako. Dai era un año mayor que Mako y Fuji dos años menor. Dai era un excelente cocinero,  así que no había dudado ni un segundo en quitarle el lugar a su hermano en la cocina, Mako había pasado a encargarse de las finanzas y los pedidos, y por último Fuji se encargaba de la mercancía, se había apoderado del almacén y había hecho de este lugar su cuarto de juegos.

Los cinco formaban un equipo excepcional y funcionaban en perfecta sincronía, así que era de esperarse que el lugar poco a poco fuera tomando popularidad, había pasado de ser un pequeño agujero donde se reunían personas con poco dinero para comer, a ser un bar de tamaño mediano donde los adolescentes organizaban pequeñas reuniones.

El tiempo iba pasando y el Moonlight iban aumentando su popularidad, y por ende, aumentaban su tamaño. Alrededor de dos años después, la pareja había reuniendo el dinero suficiente para comprar el segundo piso y remodelarlo, y junto con el, tuvieron que contratar a otras dos personas para que los ayudaran con el club. Ya que Dai estaba más trajinado que nunca con su papel de padre primerizo, y los Hayashi estaban esperando a su primer bebé.

Para ese momento el Moonlight había pasado a ser un bar-club. El primer piso seguía siendo el mismo, pero por las noches el ambiente de fiesta y el olor a bebidas alcohólicas de apoderaban del segundo piso.

El pequeño edificio con sólo dos pisos funcionales ahora era un inmensa lugar con tres pisos de pura fiesta. Con el pasar de los años y ya siendo dueños de todo el edificio, los Hayashi decidieron convertirlo en un Club completamente, el nostálgico primer piso donde las personas se reunían para comer había desaparecido.

Había sido una decisión dura, claramente, pero para ese grupo de cinco mejores amigos -y hermanos-, los cuales habían pasado los mejores años de sus vidas dentro de las paredes de ese lugar, no habían podido tomar una mejor decisión. Ellos eran amantes de la diversión y que mejor que su propio lugar para pasar las mejores noches de sus vidas.