Capítulo 17. ¿Cuidarlo...?

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Ya la semana había acabado y yo estaba en casa, después de dos días de pensar en Souta. Ayer Smiley me dijo que estaba enfermo, así que decidí escribirle en la tarde y sólo cambiamos unos cuantos mensajes, en resumen: sí, está esfermo. Pero al igual que Smiley, sólo me dijo que era un virus común, vómito, fiebre, malestar.

Cuando llegué a casa decidí que lo mejor era despejar mi mente, así que me di una larga ducha. Y ahora aquí estoy, saliendo de mi baño con una toalla rodeando mi cuerpo y otra mi cabeza, cuando noté que mi celular estaba sonando. Me acerqué a la cama y efectivamente, era una llamada, de Smiley.

--¿Hola?

--¡Ah, Rin-chan! Gracias a Dios contestas. Necesito pedirte un favor.

--Claro. ¿Qué necesitas?

--Verás... ¿Recuerdas que te dije que Souta está enfermo?, bueno pues, mamá lo ha estado cuidando en las mañanas cuando yo estoy en la escuela, y cuando llego ella se va. Yo tengo que cuidar a Souta, pero acaban de llamarme de la ToMan por una reunión... Y quería pedirte que vinieras a cuidar a Souta mientras yo no estoy.

--¡¿Ehhh?!

________

--Muchas gracias, Daiki-san. Lo llamaré para que me recoja.

--No se preocupe, señorita Rin. Y tenga cuidado, no se vaya a contagiar el virus del jóven Souta.

Le agradecí y me acerqué a la entrada de la casa de los Kawata, llegué a la puerta y toqué el timbre mientras acomodaba mi tapabocas. Después de la llamada de Smiley, donde acepté cuidar al enfermo, le pedí a Aiko que prepara una sopa de pollo y buscara algunas bebidas para que el peliazul se sintiera mejor.

Y ahora aquí estoy. Segunda vez frente a la casa del peliazul que quería, sólo que ahora estaba ahí con un propósito, Souta está enfermo y yo tengo que ayudar a cuidarlo. De repente, la puerta se abrió dejando ver a Smiley con un enterizo negro y holgado, junto a unas botas blancas.

--Rin-chan, gracias por venir. De verdad, me estás salvando el culo.-- dijo mientras se hacía a un lado para dejarme pasar. Se dio cuenta de las bolsas que traía y me las quitó para dejarlas en la cocina, y después volvió conmigo. --Sígueme.-- dándose la vuelta, comenzó a ir escaleras arriba, y noté que su ropa tenía un bordado en la espalda.

Tokyo Manji.

Con un poco de pena lo seguí, llegamos al segundo piso y nos acercamos a la segunda puerta del pasillo, Smiley me dio una mirada rápida y abrió. Al entrar lo primero que noté fue el calor, la temperatura del cuarto era notable a comparación del resto de la casa.

--Lo siento, está caluroso.-- dijo Smiley al notar mi impresión. --Es porque Angry tiene frío, queremos que sude la fiebre.-- dijo y asentí.

Era la habitación de los gemelos. El cuarto era medianamente espacioso, estaba pintado de blanco y negro, con algunos toques en naranja y azul, tenía dos camas, un armario, un escritorio y, sorprendentemente, estaba más ordenado y limpio de lo que esperaba.

La cama de la izquierda estaba vacía, así que miré la de la derecha, donde se asomaba una melena azulada.

--Eso de allá es Angry.-- dijo el pelinaranja apuntando a la bola de sábanas que estaba sobre la cama. --Está despierto, pero decaído, así que sólo tienes que vigilarlo. Por otro lado, en la mesa junto a su cama están todas las medicinas que podrías necesitar. Y por último, si algo pasa y yo no atiendo las llamadas, de antemano te digo que te sientas libre de usar lo que sea que necesites, puedes ir a la cocina, al baño, lo que sea, la casa es tuya.-- finalizó, se acercó a su hermano y se puso de cuclillas para poder hablar con él.

Magia de Luna azul | Souta Kawata - Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora