--¿Chiasa, dónde diablos estás?-- dijo Hanako al teléfono mientras estábamos paradas afuera del centro comercial esperando a nuestra rubia amiga.
Ya habían pasado 15 minutos desde que se cumplió la nota que habíamos acordado y Chiasa aún no llegaba, Hanako intercambio algunas palabras con ella y colgó.
--Ya está cerca-- dijo.
Cinco minutos después ya estábamos caminando por los pasillos del centro comercial, pensando por dónde comenzar a buscar.
--Oigan, ¿vamos a comprar los regalos de una vez, verdad?-- preguntó Hanako y Chiasa y yo asentimos.
Nos habíamos juntado para escoger juntas lo que usaríamos. Habíamos estado hablando sobre los regalos, pero era bastante difícil regarle a los chicos, y más cuando era uno al que no conocimos de nada.
--Me gustaría usar un vestido claro...-- pensó Chiasa en voz alta.
--Yo quiero uno oscuro-- respondimos Hanako y yo a la vez y Chiasa nos sacó la lengua.
--¿Estás emocionada?-- me preguntó Hanako.
Sentí mis mejillas arder, sabía a lo que se refería con esa pregunta.
--La verdad, estoy nerviosa.-- respondí. --He estado acercándome más a él esta última semana, ¡y ahora iremos a la misma fiesta!. Es una buena oportunidad para estar algo de tiempo cerca.
--Tienes razón-- dijo Chiasa --deberías invitarlo a bailar.
--¡¿EH?!-- exclamé exaltada --¿Ba-bailar? No lo creo... Seguro no le gusta bailar.
--Eso no lo sabes-- dijo Hanako --Además, todos nosotros bailamos-- mencionó refiriéndose a ellas y a mi familia --Así que, bailar en la fiesta es inevitable. Deberías tratar de invitarlo el menos.
--Mmm... Después veré que hago-- dije y ambas chicas rodaron los ojos para luego reír.
--Bueno, ya. Vayamos a esa tienda-- dijo la rubia mientras señalaba una de las boutiques, las tres nos movimos para ir y entrar.
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--Hmm, no, ese no.-- me dijo Chiasa.
Llevamos tres horas buscando vestidos y mis pies piden descanso, pero Chiasa parecía más enérgica que nunca.
Las chicas ya habían conseguido sus vestidos. Hanako había sido la primera en conseguirlo, compró un lindo vestido negro de tela delgada, ceñido a su cuerpo, con una abertura en la pierna derecha y que le llegaba un poco más arriba de los tobillos. Lo había conseguido en la segunda tienda a la que entramos.
Dos tiendas más tarde, Chiasa consiguió el suyo. A diferencia de Hana, su vestido era corto, también ceñido a su cuerpo y de un lindo color pastel, pero el toque sin dudo eran sus mangas anchas.
Y yo, cinco tiendas y unos cuantos gritos después, aún no había escogido nada.
--Chi, esto está mal. No consigo nada que me guste. Tal vez es una señal, tal vez no debo ir. -- dije bajando la cabeza.
--No seas ridícula, Rin.-- me dijo --La única señal aquí, es que necesitan renovar la mercancía.-- dijo decidida, levantándose del sillón donde estaba para volver a hurgar entre los vestidos de la tienda.
--Oigan, chicas...-- dijo Hanako apareciendo desde otro pasillo. --¿Qué les parece este?-- preguntó y levantó el vestido que llevaba en manos.
Mis ojos se iluminaron antes el vestido que trajo mi amiga, era hermoso, corto como el de Chiasa, pero de color negro, y el toque se lo daba la tela trasparente con lunares que adoraba la parte superior y los brazos.
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Magia de Luna azul | Souta Kawata - Tokyo Revengers
Fiksi PenggemarRin Hayashi sabe que los gemelos Kawata son más de lo que aparentan, y sabe que detrás de ese ceño fruncido se esconde un amable corazón. Rin está enamorada de Souta Kawata, y con ayuda de sus amigas, está decidida a que sus sentimientos lleguen a é...