--Estoy enamorado de ti, Rin.
"Estoy enamorado de ti, Rin."
"Estoy enamorado de ti."
"Enamorado."
--¿Que tú... qué?-- pregunté paralizada, Souta seguía escondido en mi cuello.
--Lo que oíste.-- dijo contra mi piel. --También me gustas, te quiero. Y estoy enamorado de ti.
Si antes estaba llorando pues ahora corría riesgo de sufrir una deshidratación. Rodeé a Souta con mis brazos y lloré. Lloré de felicidad, el chico que quería... Me quería a mi. Había correspondido mis sentimientos y me había compartido los suyos. No podía estar más feliz.
--Rin, por favor.-- dijo separándose. --No llores.
--Es que... estoy tan feliz.-- dije tomando aire. --Eres tan amable y bueno, y te quiero, y estás enamorado de mi. Y yo... Yo también estoy enamorada de ti, ¿de acuerdo?-- dije sorbiendo por mi nariz.
Y Souta sonrió.
Souta...
¿Estaba...?
¡Sonriendo!
Su sonrisa era más bien tímida, y de momentos bajaba la mirada.
Más lágrimas corrieron por mis mejillas mientras sollozaba, el peliazul me miraba entre enternecido y preocupado. Pero sonreía.
--Maldita sea, te ves jodidamente hermoso sonriendo.-- dije entre sollozos. El peliazul se rascó un poco una de sus mejillas y luego lo pensé mejor. --O bueno, más o menos, te ves igual a Smiley.-- bromeé y Souta soltó una carcajada.
Es tan hermoso.
El peliazul se calmó y pegó su frente a la mía, mirándome. Ambos estábamos en silencio, ninguno decía nada pero la paz que sentía era inexplicable.
Souta, mi Souta. Me quería.
--Te quiero.-- le susurré.
--Y yo a ti.-- dijo sonriendo y pasando sus brazos por mi espalda.
Tomé su cara entre mis manos y lentamente corté la distancia entre ambos, presionando mis labios sobre los suyos. Lento, suave, lleno de amor. El beso era delicado y un poco húmedo por las lágrimas, pero estaba perfecto. Mi boca y la suya jugaban en sincronía, probándose, sintiendo el cariño del otro.
--Souta...-- lo llamé separándome y el peliazul me miró. --Quiero saber como late tu corazón.
El peliazul me miró sin decir nada durante unos segundos, y luego soltó una risita.
--Así que eras tú.-- dijo con una pequeña sonrisa.
--¿Eh?
--Tú eras quien me dejaba dulces y notas en la escuela.-- afirmó y sentí como se me bajó la presión.
--¡¿Ehh?!, ¿có-cómo sabes eso...?
--En realidad no lo sabía, acabas de confirmarlo.-- dijo simple y me golpeé mentalmente, no podía ser más estúpida. --De hecho, tenía mis sospechas. Comenzaron el día que me ayudaste a cuidar a Aoi. Cuando dijiste que te gustaba mis "ojos turquesas" recordé una de las notas. Y tus brownies, eran iguales a los primeros que me diste.
--Soy idiota.
--Eres hermosa.-- dijo volviendo a besarme.
El beso se volvió un poco más intenso, mis manos estaban en su cuello y las suyas en mi cintura, y hacíamos todo con mucha más confianza. Souta me giró y lentamente me llevó hasta la cama, y me acostó sobre ella. Se colocó sobre mi y siguió basándome, era más rápido y más intenso, el peso que dejaba caer sobre mi era ideal y sus manos acariciaban mi cintura bajo la camiseta.
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Magia de Luna azul | Souta Kawata - Tokyo Revengers
Fiksi PenggemarRin Hayashi sabe que los gemelos Kawata son más de lo que aparentan, y sabe que detrás de ese ceño fruncido se esconde un amable corazón. Rin está enamorada de Souta Kawata, y con ayuda de sus amigas, está decidida a que sus sentimientos lleguen a é...