Capítulo 34. Por favor, cuídate.

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—Oigan, ¿nos vamos ya?— pregunté y las chicas asintieron.

Hoy es la fiesta de disfraces del club, y por supuesto, ya el lugar estaba a tope. Tetsuo ya se había ido así que Daiki-san estaba esperando por nosotras.

—Chi, tranquila, ¿si?— habló Hanako. —Recuerda que si quieres irte de la fiesta sólo tienes que decirlo.— recordó y yo asentí.

—Lo sé, chicas. Ya no se preocupen.— dijo la rubia.

Habíamos decidido llevar una especie de disfraces en conjunto. Yo iba de demonio, tenía una falda y top negros, una corona de pequeñas lunas y estrellas y escarcha plateada por la cara y el cuerpo. Hanako iba de diablo, con una falda y top rojos, una corona con flamas asimilando las llamas del Sol, y escarcha dorada. Y Chiasa iba de angel, con un lindo conjunto de falda y top blancos, con unas pequeñas alas y un cintillo en forma de aureola, y al rededor de sus ojos tenía repartidos pequeños diamantes de plástico.

Bajamos y salimos de la casa listas para ir a la fiesta. Una vez llegamos el lugar era una locura, como siempre. Nos acercamos a los de seguridad y pasamos, adentro el lugar parecía un horno, las luces mareaban mi vista y la música no me dejaba escuchar ni mis pensamientos. La verdad es que ya eran como las 11pm y la fiesta había comenzado hace ya varias horas.

Tomé la mano de las chicas y las arrastré hasta el otro extremo del piso, para llegar a las escaleras y subir al segundo, donde se supone que debía estar Ichiro. Había gente en cada rincón, cantando, bailando, bebiendo, besándose, incluso nos topamos con una pareja de James y Jessie del Team Rocket en las escaleras haciendo algunas cosas que deberían hacer en un lugar más privado.

Llegamos al segundo piso y nos dirigimos a la barra donde, afortunadamente, sí estaba Ichiro.

—¡ICH!— grité parándome frente a él para que me escuchara. —¡ICH!— volví a gritar y esta vez sí me vio. —¡DANOS ALGO SUAVE, POR FAVOR!

El chico asintió y rápidamente se puso a preparar las bebidas, giré hacia las chicas y parecían desorientadas.

—¡ESTE LUGAR ES UNA LOCURA!— gritó Hanako.

—¡COMO SIEMPRE!— respondió Chiasa.

—¡LAS LUCES ME DAN GANAS DE VOMITAR!— recordó Hanako y ambas reímos. Era verdad, los ojos de la pelinegra no podían soportar tanto tiempo las luces, de vez en cuando necesitaba salir a tomar aire. —¡SI ME DESMAYO NO OLVIDEN RECOGER MI CUERPO!

—¡QUE LO HAGA SMILEY!— respondió Chiasa riendo y Hanako la miró ofendida.

Sentí un toque en mi espalda y volteé para tomar los tragos que Ichiro me estaba pasando, se los di a las chicas y los probé. Eran simples jugos de fruta con vodka, pero eran bastante ricos y frescos, así que eran perfectos para empezar la noche.

—¿LOS CHICOS LLEGARON?— preguntó Chiasa.

—¡NO LO SÉ, TETSU YA ESTÁ AQUÍ, PERO SUPONGO QUE LOS DEMÁS TAMBIÉN!

—¿DÓNDE PODRÍAN ESTAR?— dijo Hanako.

—¡NO LO SÉ!— respondí tomado más de mi bebida. —¡ACABAMOS DE LLEGAR, ES MUY TEMPRANO PARA ANDAR CON ESOS HOMBRES!— dije y las chicas empezaron a reír.

—¡VAMOS A BAILAR!— gritó Chiasa y nos dirigimos a la pista de baile.

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—¡OYE, ¿NO SABES DÓNDE ESTÁN LAS CHICAS?— preguntó Smiley y Angry negó.

—¡NO, NO HE HABLADO CON RIN!— respondió él peliazul. —¡PERO DEBEN ANDAR POR AHÍ!

Los gemelos habían llegado hace casi dos horas al club, con el resto de miembros de ToMan, o bueno, algunos. El punto era, que los tranquilos y para nada fiesteros chicos ahora eran un desastre. Habían conseguido una entrada gratis a una de las mejores fiestas de uno de los clubs más exclusivos y los idiotas lo estaban aprovechando al máximo.

Magia de Luna azul | Souta Kawata - Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora