Stella
¿En serio Thomas está conmigo todo este tiempo?
Se supone que salí de casa para hacer varias compras en el centro comercial y para estar un rato sola, pero desde que lo vi en mi cafetería favorita, no hemos parado de estar juntos.
Veo como camina a mi lado y me lleva a una calle solitaria. No hay nadie y los sonidos se escuchan desde lejos.
En esta calle hay un puente precioso y luego un túnel construido con piedras blancas.
Miro a Thomas con una sonrisa y él alza una de sus manos como hizo aquella noche invitándome a bailar.
Agarro su mano y ambos caminamos por el puente con mucha tranquilidad. Miramos de un lado al otro y vemos las casas que hay bajo este. Son altas y la mayoría de ellas son blancas, pero el blanco es de distintas tonalidades.
—¿Te está gustando estar conmigo? ¿Tienes ganas de volver a casa? —pregunta y noto que está un tanto nervioso. Río y aprieto un poco su mano.
—Thomas, tranquilo. Lo estoy pasando muy bien contigo. Además, tengo muchas ganas de seguir así —digo una vez que miramos el paisaje. Mi cabeza descansa en su brazo y miro al horizonte. Está empezando a anochecer.
Él sonríe y acaricia mi mano con su pulgar.
—¿No tienes miedo de estar conmigo? —me pregunta y niego—. Puedo parecer un buen chico en público, pero no sabes si soy malo.
Sonrío y me deshago de su agarre. Camino por el puente con un paso alegre y, a veces, dando saltitos.
Estoy muy feliz.
—No eres malo, Thomas —miro al chico y sonrío—. Eres un gruñón, especialmente por las mañanas —río y él abre los ojos a modo de sorpresa.
—Espera. ¿Qué? ¿Quién te ha dicho eso? —pregunta muy curioso.
—Coraline y Ethan. Pero tranquilo, me han contado maravillas sobre ti.
Respondo un mensaje de mi hermano diciéndole que estoy bien.
Se ha preocupado porque son las diez de la noche y no he aparecido por casa.
Delante de mí está Thomas intentando cortar la pizza que nos acaban de traer. Se pelea con los utensilios y yo me río al verlo.
Me mira molesto, pero en menos de un segundo su rostro cambia. Se ríe.
—Podrías ayudarme, ¿no crees? —dice y niego intentando controlar mi risa.
—Fuiste tú el que le pediste al camarero que trajera la pizza sin cortar. Que te daba mucha ilusión cortarla tú mismo —digo y al final, como no, río.
Él deja los utensilios a un lado y ríe conmigo.
Es un loco que adoro mucho.
—Tendré que llamar a alguien para que corte la pizza —dice y niego riendo mientras me levanto del asiento.
Cojo el cortador de pizza y empiezo a cortarla en silencio. Siento su mirada y esto me pone un tanto nerviosa.
Acabo de cortarla y recibo sus aplausos.
Hago una reverencia y río mientras me siento de nuevo.
Muchas personas nos están viendo y él sigue como un loco gritando y aplaudiendo.
—Ya, Thomas, ya —digo algo tímida y veo como coge un trozo de pizza.
—Eres increíble. Gracias por cortar la pizza —dice con una voz adorable.
Eres mi niño pequeño, Thomas.
Comenzamos a comer mientras hablamos de tonterías como por ejemplo sobre las cosas estúpidas que hacen los miembros de la banda.
Acabamos de cenar y damos un paseo por los alrededores.
Me he dado cuenta de que Thomas esconde muchas veces su personalidad, como si tuviera miedo de mostrarla.
¿Será un buen chico en realidad?
—Victoria salió de la ducha con una toalla y corrió por el pasillo. Se le cayó la toalla y Coraline se quedó en shock —dice entre risas.
—¿Pero ya eran novias? —pregunto.
—Sí, menos mal. Porque pobre Coraline. Le quedaría un trauma para toda la vida al ver a Victoria desnuda antes de empezar a salir con ella.
Río y él se ríe a carcajadas.
—Eres un poco malo, ¿no crees?
Cuando digo esto, Thomas para de reír y su rostro se vuelve serio. Me mira inseguro.
—¿De verdad lo crees? —me pregunta decepcionado.
Pestañeo y veo la tristeza en su mirada.
¿Qué le pasa? ¿Por qué está tan preocupado y decepcionado por lo que acabo de decir?
Niego y cojo una de sus manos.
—¿Qué te ocurre, Thomas?
Suspira y vuelve a mirarme.
—Stella, me gustas. Y tengo un miedo horrible de que no te guste por mi personalidad o por lo que sea. Primero te escapaste aterrorizada y ahora esto, pensando que, tal vez, soy malo.
•••
****
Holaaa.
THOMAS ACABA DE DECIRLE LO QUE SIENTE A STELLA. AHHHH ESTOY GRITANDO. ¿Y AHORA QUÉ PASARÁ?
Estos dos son muy tiernos cuando están juntos. ¡Me encantan!
¿Os ha gustado el capítulo de hoy?
Recordad que vuestras opiniones son muy importantes para mí.
¡Nos vemos!
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Stella |Måneskin|
FanfictionThomas Raggi fanfic Stella siempre tuvo un sueño. Ser feliz y casarse con su alma gemela. Thomas, un chico bastante loco cuando tiene confianza con la gente, nunca pensó que encontraría el amor. ---- 3º PARTE DE LA HISTORIA CORAL