Stella
Mi móvil me despierta. Miro la pantalla de este como puedo ya que Thomas no para de abrazar mi cuerpo.
Dante.
No cojo la videollamada por miedo a que me vea completamente desnuda con Thomas a mi lado.
—Stella, el móvil no. Cógelo o siléncialo —oigo como dice Thomas un tanto molesto con su rostro casi entre mis pechos.
—Tengo que cogerlo. Es mi hermano —explico y él suspira—. Si no respondo, me matará.
Ríe y besa mi piel.
—Es tu hermano. No tu padre.
Sonrío y no digo absolutamente nada de lo que ha ocurrido en mi pasado para que Dante se comporte de esa manera conmigo.
Cuando era una niña, la gente se burlaba de mi cuerpo y me llamaban cosas horribles. Mi hermano siempre estaba ahí para decirles un parte de cosas.
Cuando era una adolescente, varios chicos, los cuales eran todos amigos, decían que tenía mucha carne para coger y así follar conmigo mucho mejor.
Nunca me han tocado, pero siempre me sentía insegura al escuchar comentarios como estos.
Un asco de comentarios que me hacían sentir un objeto para sus pollas.
Mi hermano estaba ahí para apoyarme y para hacerme feliz.
Gracias a sus palabras, empecé a ser fuerte y a amar mi cuerpo.
Dante le daba un susto a todos los chicos que eran así conmigo. Un susto como, por ejemplo, amenazarlos con decirle a todo el mundo lo que me habían dicho y así quedar como los chicos más asquerosos del instituto.
Todo el mundo sabía que ese grupo de amigos era excelente en el instituto tanto por su comportamiento como por sus notas.
Pero nadie sabía como me trataban cuando se encontraban conmigo, estando completamente sola con ellos. No había nadie más a nuestro alrededor.
Decían unas cosas así:
Un día iremos a tu querida biblioteca y te follaremos en el baño sin importar tu opinión.
Tengo unas ganas tremendas de comer esas tetas tan grandes que tienes. Mis amigos estarán tocando tu cuerpo y, el más afortunado, te estará follando.
Me alegro tanto de que estés en este instituto. La mierda es que somos muy populares aquí y no podemos hacer absolutamente nada contigo en los pasillos ni en los baños. Eso es muy triste.
Yo me quedaba en silencio y me escapaba sabiendo que no vendrían detrás de mí porque, claro, eran los mejores en todo el instituto y si hacían eso, quedarían muy mal.
Recuerdo llegar a casa ocultando mis sentimientos para que mis padres no se enteraran de nada. Acudía a la habitación de mi hermano y él ignoraba los tantos papeles que tenía que estudiar.
Se centraba en mí, en mis llantos y en mis palabras.
Me abrazaba muy fuerte y me decía lo maravillosa que soy. Repetía una y otra vez que esos idiotas se irían muy pronto.
Y así ocurrió.
Mantuve en secreto lo ocurrido. Solo Dante y yo lo sabíamos.
Mi hermano sabe muchas más cosas sobre mí que mis propios padres.
Dante ha estado en todo momento conmigo ignorando sus exámenes y sus planes con sus amigos.
Quería verme feliz. Quería saber que amaba con locura mi cuerpo. Quería que estuviera bien.
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Stella |Måneskin|
FanfictionThomas Raggi fanfic Stella siempre tuvo un sueño. Ser feliz y casarse con su alma gemela. Thomas, un chico bastante loco cuando tiene confianza con la gente, nunca pensó que encontraría el amor. ---- 3º PARTE DE LA HISTORIA CORAL