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Abro la puerta de casa dejando a Damiano muy detrás de mí.

Corro hasta llegar al salón y allí encuentro a cinco personas alrededor del sofá.

Escucho un quejido y mi corazón da un salto cuando la escucho.

Está sentada en el sofá mientras está agarrando la mano de Dante.

Se queja llevando una mano a su abultado vientre.

Cierra los ojos y veo como aprieta la mano de su hermano.

—Vamos a caminar un poco. Quiero comprobar una cosa —dice Dante una vez me ha saludado. Se levanta del sofá.

Stella me ve y acaricio su mejilla antes de coger su mano y ayudarle a levantarse.

—Dante, estás loco —dice Victoria mirando al mencionado.

—Vic, estudia medicina. Sabe lo que hace —dice Ethan y sonrío al escucharlo.

¡Es verdad!

Estamos en muy buenas manos.

Le doy un beso en la mejilla a Stella y ella sonríe un poco, pero vuelve a sentir otra contracción.

Agarra mi mano con fuerza y controla la respiración como ha aprendido en los últimos meses.

Dante y yo empezamos a caminar poco a poco con Stella en el salón mientras cinco pares de ojos nos ven.

Damiano está preocupado, pero lo oculta. Parece que no quiere que Stella se altere al verlo preocupado.

Ethan mira orgulloso a su novio, pero a la misma vez ve mucho a su cuñada. Está preocupado, lo puedo ver en su rostro. No habla mucho, pero su rostro dice absolutamente todo.

Victoria y Coraline están al lado de Graziella. Están viendo la escena mientras la rubia acaricia la espalda de la niña y la pelirroja está sujetando la mano de su hija.

En el brazo derecho se encuentra Chili, ha crecido un poco más. No creo que crezca más.

Estamos dos minutos caminando poco a poco y Stella tiene mejor aspecto.

Hemos caminado, estirado un poco y hablado.

No ha tenido ninguna contracción desde hace veinte minutos.

—¿Mejor? —le pregunto y ella asiente sonriendo un poco.

—Sí —sonrío y beso un poco sus labios.

—¿Vamos al hospital? —pregunta Ethan acercándose a nosotros.

—No es necesario —informa Dante y abraza a su hermana. Le da un beso en la cabeza—. Solo ha tenido contracciones de Braxton Hicks.

—¿El qué quién? —dice Damiano sin enterarse de nada pestañeando numerosas veces.

—¿Qué se supone que es eso? —pregunta Coraline con mala cara sin entender nada de nada.

Río al oírlos y al ver sus reacciones.

Nadie dice nada.

No sabemos qué es, o eso parece.

—Son contracciones que nos hacen pensar que el parto ocurrirá, pero no es cierto. Es una falsa alarma —explica y Stella asiente. Parece que sabe lo que son.

—¿Y por qué pasa eso, tío Dante? —pregunta Graziella con curiosidad mientras acaricia a Chili. La perrita está lamiendo el rostro de la niña.

Sonrío al ver lo adorable que es con todos nosotros.

Nos tiene un cariño enorme.

—Pues, lo que pasa es que el cuerpo de tía Stella se prepara para darle la bienvenida a su bebé. Entonces se vuelve un poquito loco y empieza todo esto. Es una falsa alarma, pequeña —Dante sonríe viendo a Graziella—. Ahora no va a nacer Felice.

La niña mira a mi novia y se acerca a ella. Toca el vientre de Stella y suspira un poco.

—Felice, sal ya —dice hablándole a la barriga de mi novia muy centrada y muy seria—. Quiero jugar contigo aunque seas muy pequeñita. Te dejaré mis juguetes y le diré a Chili que te tiene que querer mucho mucho.

Sonrío sin parar y veo a Stella llorando en silencio.

—Ven aquí, cariño —le dice mi novia a Graziella abriendo uno de sus brazos.

La niña se acerca a ella y Stella abraza a la pequeña con ese brazo mientras su mano libre sostiene la mía.

—Coral, tenemos una hija muy dulce. Quiere ver a Felice y ya las veo estando mucho tiempo juntas. ¡Va a ser lo mejor! —le dice Victoria a su esposa.

Ambas sonríen y se besan delante de todos nosotros.

Su hija lo ve y sonríe muy feliz.

Se acerca a mí y tengo que agacharme porque ella me lo pide.

—Mis mamás se quieren mucho —dice susurrando y me río al oírla—. ¿Tú quieres a Stella?

Sonrío y le doy un beso a mi novia.

Delante de mí veo a Ethan y a Dante besándose.

—¡Vivan mis tíos, guapos! —exclama muy feliz al ver a los tortolitos. No puedo controlar mi risa.

Damiano se cruza de brazos mirándonos a todos, a las parejas.

Graziella se acerca a él y le entrega a Chili.

La perrita se acurruca en los brazos de mi amigo y lame un poco su cara.

Damiano sonríe feliz y besa al animalito.

Se sienta en un sofá y Graziella hace lo mismo rápidamente.

Ahora están juntos.

La niña rubia abraza a Damiano con cuidado para no hacerle daño a Chili y mi amigo le da numerosos besos en la mejilla.

Adoro ver escenas así.

Escenas en las que hay puro amor y felicidad.

Eso es lo que necesitamos todos siempre.

Somos una gran familia.

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Holaaa.

Sí, soy yo teniendo otro día laaargo y ocupado. Por eso publico a estas horas hoy.

Al final, Stella no está de parto. Solo ha sido una falsa alarma.

Peeeero, Felice aparecerá muy pronto jeje.

Tengo muchísimas ganas de darle la bienvenida a esta preciosa criatura. Quiero escribir muchas escenas donde ella salga.

¡Necesitamos a Felice!

Espero que os haya gustado el capítulo de hoy.

Por cierto, ya tengo cuenta en Instagram (zaynlevel). Me siento muy ilusionada por unirme a esta plataforma e interactuar con mis queridas lectoras.

Podéis hablarme por allí cuando queráis. Responderé vuestros mensajes.

¡Nos vemos!

Stella |Måneskin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora