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Stella

Acabo de colorear mi propio dibujo que he hecho hace una hora.

He dibujado con lápiz y lo he pintado con acuarelas.

Sonrío al verlo.

—Tía Stella —dice la pequeña Graziella.

Veo a la niña rubia que está a mi lado. Está sonriendo y me mira muy contenta.

Desde que se ha unido a la familia, es la niña más feliz del mundo.

Es la hija de Coraline y de Victoria.

Unos días después de casarse, mis amigas aparecieron con la pequeña Graziella en la casa de la banda.

Ese día estaba allí con Thomas. No estaba nadie más en casa.

La pequeña sonrió mucho y me abrazó con fuerza cuando estaba cerca de ella.

Nunca antes había visto una niña tan feliz.

Ahora se ha convertido en mi amiga inseparable, la cual adoro con locura.

Dice que soy su tía porque Coraline le dijo que yo era como la tía de la banda. La única chica en el grupo de amigos sin contar a Victoria y a Coraline.

Graziella me tiene mucho cariño y adora estar conmigo.

Podemos pasar el día juntas pintando, viendo la televisión, maquillándonos y haciendo muchas cosas más.

Ahora estamos en mi casa.

Le enseño mis dibujos.

Nunca antes le había enseñado mis dibujos a nadie. Solo a mis padres y a mi hermano.

Me encanta dibujar, es una pasión secreta que tengo desde hace unos años.

Todo empezó cuando compré una libreta con folios en blanco. Me interesé en dibujar rostros de mujeres.

Empecé a dibujar muy bonito. Tan bonito que me sorprendió bastante.

¿En serio había hecho yo eso?

Era una gran locura.

Sí, Stella. Lo has hecho tú.

A partir de ese momento, me dediqué a dibujar siempre que podía.

El dibujo es mi pasión en esta vida. Amo dibujar.

Graziella me enseña su dibujo.

Son tres chicas cogidas de la mano. La que está en el medio es más baja que las demás.

Dos de ellas tienen el pelo rubio y la otra tiene el pelo pelirrojo.

Sonrío al instante sabiendo quiénes son.

—¿Quiénes son, cariño? —le pregunto tocando su pelo. Ella suspira y sonríe feliz.

—Mis mamás y yo. Y Chili —dice señalando a una pequeña perrita que está al lado de la chica pelirroja.

Mira hacia abajo y sonríe mucho cuando ve a Chili.

Coge al animalito y le da numerosos besos.

Me derrito al instante cuando veo la escena.

Chili se ha convertido en la mejor amiga de Graziella. Son inseparables y, cuando va al colegio, extraña a la perrita.

Veo a Graziella bostezar y cierra un poco los ojos.

—¿Quieres dormir? —le pregunto y ella asiente—. Vamos entonces.

Ambas nos acostamos en mi cama y Chili se acomoda entre los brazos de la pequeña.

Hace frío y la perrita busca calor y cariño.

Graziella cierra los ojos y se queda dormida. Chili y mi pequeña sobrina se quedan dormidas.

Las veo con una sonrisa en mi rostro y toco mi vientre abultado.

Dentro de menos de tres meses mi bebé va a nacer. Estoy de casi siete meses y no puedo estar más contenta.

Thomas y yo hemos planeado comprar una casa antes de que nuestro bebé nazca.

Nos hace mucha ilusión vivir juntos y crear una familia en un lugar feliz en donde solo estemos el bebé y nosotros.

Sonrío tocando mi vientre, el cual está enorme, pero sé que crecerá mucho más.

—¿Cómo están mi bebé y mi hermosa chica? —pregunta una voz muy familiar detrás de mí.

Sonrío mucho y Thomas besa mis labios muy feliz.

—Estamos bien.

Vuelve a besar mis labios y siento su mano en mi vientre.

—¿Qué tal siendo niñera? —me pregunta y ve a Graziella—. Esta niña es preciosa.

Veo a la pequeña de la familia y asiento.

—Es muy hermosa. Y todo ha ido muy bien. Nos hemos probado unos cuantos modelitos y luego hemos dibujado.

Sonrío recordando lo que pasó.

—Si vieras su reacción viéndome solo en ropa interior, te derretirías —digo y Thomas se sienta a mi lado sin apartar su mano de mi vientre. No para de sonreír—. Veía mi barriga con mucha curiosidad y se quedaba callada.

—¿Crees que ha visto a alguna mujer embarazada?

—No tengo ni idea, pero le da mucho miedo que venga un bebé al mundo.

Sí, le da mucho miedo.

Todo es porque, desde que era un bebé, ha estado en un centro con muchos niños. Todos esperaban a ser adoptados. Los que tenían suerte, se iban con alguna familia. Los demás, se quedaban allí esperando a que alguien los adoptara.

Graziella tiene miedo de que dé en adopción a mi bebé cuando nazca.

Tiene mucho miedo porque puede ser que no sea perfecto para mí. Eso es lo que me dijo.

Sus palabras me sorprendieron mucho. Es una niña muy sabia. Cuando te habla de algún tema bastante maduro, se pone muy seria.

Puede llegar a ser muy sincera, tanto que te deja sin palabras.

Eso es lo que me pasó cuando le conté que estaba embarazada. Me dijo que tenía miedo a que diera en adopción a mi bebé. Me preguntó porqué quería traer un bebé al mundo.

Son miedos que tiene porque desde que era una niña muy pequeña, miraba a muchos bebés entrando en aquel lugar.

Nadie quería a esos bebés.

Thomas acaricia mi mejilla y habla:

—Se enamorará de nuestra pequeña Felice.

•••

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¡Hola!

Le damos la bienvenida a Graziella, la hija de Coraline y de Victoria.

Amaremos mucho a esta niña, os lo aseguro.

Además, THOMAS ACABA DE DECIR EL NOMBRE DE SU HIJA.

Se llama Felice y tengo muchas ganas de que nazca.

¿Qué os parece el capítulo de hoy?

¿Os gusta el nombre del bebé?

¡Nos vemos!

Stella |Måneskin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora