El miedo corre por mis venas porque Stella piensa que soy malo y porque, sin darme cuenta, me acabo de declarar.
Ambos estamos en silencio en esta calle iluminada por las farolas y por la luz de la luna.
Stella se ve increíblemente preciosa. Su pelo rubio está un poco ondulado, dejando que su imagen sea aún más perfecta.
Controlo mi respiración mirando a la mujer que me robó el corazón aquella noche. Los latidos de mi corazón son rápidos.
Nuestras manos están unidas.
Ninguno de los dos se mueve, solo nuestros ojos se mueven.
Ella me mira mucho y yo la miro, pero busco otro lugar en donde poder clavar mi mirada.
No quiero ser un acosador con la mirada.
Siento uno de sus dedos acariciando el dorso de mi mano.
A continuación, todo pasó bastante rápido, pero nunca olvidaré este momento.
La preciosa muchacha ve mis ojos y luego mis labios. Pestañeo y ya nuestros labios están juntos.
Una de sus manos acaricia mi mejilla mientras me besa.
Un beso lento, sin prisa. Disfrutando de las sensaciones que nos da el beso.
Mi mano viaja y se coloca en su cintura.
Muevo mis labios sobre los de ella y, para mi sorpresa, su boca se abre.
Su mano se coloca en mi cuello y me acerca más a ella.
Ella le da la bienvenida a mi lengua y mi yo interior está gritando sabiendo que no soy ni de lejos un experto en besos. No soy experto en nada que tenga que ver con estar al lado de una persona que amas o que solo quieres pasar el tiempo con ella.
Acaricia mi cuello para luego colocar su mano en mi mejilla de nuevo.
Su cuerpo se mueve y su espalda descansa en la puerta de un edificio.
Nos estamos besando en el portal de una vivienda.
Thomas, no me esperaba nada de esto de ti.
¿No se supone que eres un romántico que planeó besarla de nuevo cerca de un río?
—Thomas, me gustas —susurra cerca de mis labios. Pasa un dedo por mi labio inferior, sonríe.
¿Ha dicho qué? ¿Ha dicho de verdad que le gusto?
¿Estoy en un sueño? ¡Thomas, despierta ya de una vez!
No estoy en un sueño. Esto es verdad.
—¿En serio? —pregunto tímido pestañeando numerosas veces sin poder creerme lo que acaba de decir.
Me recibe con una risa muy dulce. Acaricia mi cuello con sus perfectas manos y me mira a los ojos.
—Sí. Me escapé de aquella fiesta porque me veía horrible y el chico que me gusta me estaba viendo sin parar —explica.
—¿Lo siento? —digo no muy seguro de lo que estoy diciendo. Ella ríe y me dice que soy muy adorable—. Stella, esa noche eras la chica más preciosa de la fiesta.
Se sonroja un poco y sonríe escondiéndose en mi pecho.
Con nervios, no muy seguro de si es lo correcto, abrazo su cuerpo y suelto todo el aire que estaba en mis pulmones.
Le gusto a Stella.
Estoy viviendo un sueño.
Llego a mi casa y camino en silencio dirigiéndome a mi habitación.
Todas las puertas de las habitaciones están cerradas, pero alguien camina por los pasillos.
—Bienvenido a casa, Raggi —me saluda con una sonrisa.
—Hola, Ethan —digo tranquilo y él se sorprende mucho.
—¿Eres tú, Thomas? No me has insultado ni me has hablado mal. ¿Estás bien? —me pregunta caminando alrededor de mí mientras me mira de arriba abajo. Río al ver lo que hace.
—Estás muy acostumbrado a que le hable mal a Damiano. Contigo soy distinto, no te olvides —sonrío y sigo caminando por el pasillo hasta llegar a mi habitación.
—Ya veremos mañana —dice riendo—. Cuando te despiertes vas a ser el ser más borde de este planeta.
Antes de entrar en mi habitación, miro a mi amigo.
—Soy único —digo con una sonrisa.
Ethan se ríe y entro en mi habitación. Cierro la puerta y me dejo caer en la cama.
Desbloqueo mi móvil y leo su nuevo mensaje.
«Ha sido un día precioso estando contigo. Me ha encantado estar con este chico tan lindo.
Gracias por pasar tiempo con esa desconocida.
Duerme bien, mi querido Thomas. Te quiero mucho»
Sonrío mucho y cierro mis ojos suspirando enamorado.
Pero mi felicidad disminuye cuando me acuerdo de que mañana tengo que ir a República Checa con la banda.
Quiero estar más tiempo con Stella.
•••
****
¡Hola!
QUE SE HAN BESADO. STELLA Y THOMAS SE HAN BESADO AHHHHH.
No paro de gritar escribiendo este libro JAJAJA. Los adoro, eso es todo. ¡Son muy lindos!
¿Cuál es vuestra opinión sobre el capítulo de hoy?
Espero que os haya gustado.
¡Nos vemos!
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Stella |Måneskin|
FanficThomas Raggi fanfic Stella siempre tuvo un sueño. Ser feliz y casarse con su alma gemela. Thomas, un chico bastante loco cuando tiene confianza con la gente, nunca pensó que encontraría el amor. ---- 3º PARTE DE LA HISTORIA CORAL