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Le tiro un trozo de bizcocho a Damiano estando enfadado mientras Felice se ríe mucho en el regazo de Coraline.

El ya afeitado Damiano grita y se levanta de la silla para acabar en el suelo.

Todos nos reímos, pero especialmente yo porque se lo merecía.

Me río a carcajadas.

Mi risa se oye en todos los rincones del lugar. Yo lo sé.

El dedito de Felice se coloca en los labios de Coraline mientras, con su otra mano, sostiene un pintalabios.

Sonrío al ver a la mujer de mi mejor amiga feliz con Felice.

—¿Tendrás más hijos? —me pregunta Victoria dándome un golpe en la pierna para llamar mi atención.

—De momento tengo a mi pequeña y soy feliz —digo al ver a mi hija. A continuación, veo a Victoria—. Seguro que tendremos a alguien más cuando sea algo mayor y quiera un hermanito o una hermanita.

Victoria besa mi mejilla con cariño mientras acaricia mi rostro.

—Sería bonito que sigáis haciéndola feliz. Desde que has vuelto a casa, Felice no para de sonreír, de bailar y de reírse a carcajadas.

Sonrío al recordar las mañanas en las que mi pequeña, ya subida a mi cama, ponía sus manitos en mis ojos riendo y moviendo sus piernas de arriba abajo lista para empezar el día entre besos y abrazos de mamá y papá.

Especialmente aquel día en el que Stella estaba muy emocionada. Su sueño se iba a cumplir en menos de dos horas.

Todo fue muy rápido desde que me comentó su sueño aquel día en el lago.

Se puso a llorar y yo, amándola con locura, lloré con ella sabiendo que dos días después su sueño se cumpliría.

Sí, estamos locos y no nos importa la opinión de los demás.

Todo fue muy rápido y nadie se esperaba que en esa misma semana, ya teníamos un anillo en nuestro dedo.

Y, ese día, mi banda y yo gritamos como locos.

Nos dijeron que nos habían elegido para representar a Italia en Eurovisión.

Nos lo dijeron el día de mi boda.

Ahora nos espera mucha vida por delante porque hemos tenido mucho éxito y se nos hace imposible salir de nuestras casas sin que ningún fan se acerque a nosotros.

Nos encanta que nos saluden. Ninguno de nosotros se queja por ello.

Solo nos quejamos porque no tenemos privacidad, por ejemplo ahora.

Estamos en la cafetería en la que trabaja la abuela de Dante, Agatha. Estamos alrededor de una mesa en la terraza de este lugar.

Somos nueve personas juntas con una mascota y llamamos mucho la atención porque somos muchos.

Además, llamamos la atención porque somos la banda italiana con más éxito actualmente, tanto en nuestro país como mundialmente.

Todo es una locura desde que ganamos el concurso.

—Vic, ¿tú tendrás más descendencia o no? Graziella está muy sola. ¿No te da pena? —digo.

Mi amiga no responde.

Me responde su hija, viéndome seria.

—Sola no estoy. Os tengo a vosotros y, además, a mi preciosa Felice. Es mi hermana y mi mejor amiga —explica. Sonrío al oírla.

Stella |Måneskin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora