𝗙𝗮𝗹𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗳𝗼𝗿 𝘆𝗼𝘂 | 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐢𝐬𝐥𝐞 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 |

Capítulo tres

Después de unos días tranquilos y de mi mejoría en cuanto a mi tobillo, iba de camino a la escuela.
El aire fresco golpeaba mi cara mientras Bella conducía, al llegar y que mi hermana fuera por su rumbo, cierta castaña me sonreía caminando hacia donde estaba.

Hace unos días Alice había comenzado a hablarme más seguido resultando en que su personalidad chispeante encajara con mi personalidad más calmada, aunque no compartimos descansos, antes de iniciar la jornada suele acompañarme, al igual que entre clases o cuando tenemos tiempo.

-Lizzie, me alegra ver qué finalmente caminas normal.- sonrió efusivamente.

-Sí, ayer aún sentía algo de dolor pero hoy puedo decir q al fin me siento totalmente normal.- le aclaré sonriendo igualmente.

-Es genial, porque ansiaba invitarte a salir.- me dijo entrelazando nuestros brazos, era algo gracioso como hace una semana ni siquiera topabamos palabra pero ahora siento que somos amigas inseparables, era agradable tener a alguien más con quién convivir que no fuese Bella o gracias a ella.- el viernes iremos de compras a Seattle, solamente Rosalie y yo, así que me preguntaba si quisieras acompañarnos, seguro que te llevas genial con Rose.- expresó emocionada.

No tenía nada en contra de Rosalie o salir, pero me intimida un poco la rubia, sin embargo no iba a rechazar una salida con la única amiga que he hecho por mi cuenta.

-Suena bien, iré.- le respondí ya en la entrada de mi salón de clases.- ¿A qué hora?

-Saliendo de clases, Carlisle y Esme nos llevarán.-

-¿Esme?.- pregunté sin reconocer el nombre.

-Nuestra madre.- dijo con naturalidad.

-¿El doctor Cullen es casado?.- dije sorprendida, sabía que alguien tan atractivo como el ya debería tener a alguien.

Alice soltó una risa.- No, claro que no, Esme es nuestra madre adoptiva pero ellos no están realmente juntos.- aclaró aún con risa.

-Ah.- solté más tranquila, me di cuenta y sentí un poco de vergüenza.- está bien, entonces, ¿te veo mañana?

-Sí, ojalá no te dejen mucha tarea.- dijo despidiéndose mientras se alejaba.

[...]

La mañana estaba nublada, como de costumbre. Estaba en la habitación de Bella, ella estaba algo intranquila desde su plática con Jacob y buscaba en internet sobre leyendas Quileute, solo leyó un poco y subimos a la camioneta.
Al final de la jornada Alice estaba esperándome en la entrada de mi salón junto a Rosalie, que tenía su semblante serio como de costumbre.
Bella sabía que iba a salir, así que no tenía que avisarle.

-Liz, al fin, ven ya están esperándonos en el estacionamiento.- me dijo tomando mi brazo, como de costumbre.

-Hola Rosalie.- saludé a la rubia que me miraba.

-Hola Elizabeth.- forzó una sonrisa y las tres tomamos nuestro camino hacia el estacionamiento, había una mujer de cabello color chocolate recargada fuera de un auto negro, hizo un gesto con su mano en cuanto nos vió.

Nos acercamos al auto y la mujer nos sonrió cálidamente, irradiaba alegría y me hizo recordar un poco a Alice.

-Hola cariño, tú debes ser Elizabeth, que gusto conocerte.- me dijo en cuanto me vió.

-Sí, el gusto es mío, puede llamarme Lizzie.- dije sonriendo tímidamente.

-Claro, claro, tú dime Esme.-

Las cuatro entramos al auto, y recordé que Alice dijo que nos llevaría el doctor Cullen también. Me acomode en el asiento de en medio y le sonreí cuando ví que me miraba por el espejo retrovisor.